La Ertzaintza registra 200 casos de estafa en reservas de alojamientos en lo que va de año
La Ertzaintza acumula en lo que va de año 196 expedientes de afectados por timos en alquileres vacacionales como anuncios falsos, webs fraudulentas o robo de datos bancarios y personales
Casi una al día... y subiendo. La Ertzaintza ha registrado en lo que va de año 196 denuncias en Euskadi de personas que se han visto afectadas por una estafa a la hora de reservar por internet un alojamiento para sus vacaciones. Con datos hasta el pasado viernes, 11 de agosto (223 días transcurridos), esa cifra representa casi una al día.
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Fuentes de la policía autonómica reconocen que este tipo de engaños «en páginas web o plataformas de alojamientos son una práctica habitual», de la que no escapan ni los ciudadanos vascos ni los turistas que vienen a Euskadi.
Como muestra, los dos casos de los que se hizo eco ayer este periódico: una estafa a través de Booking a una familia italiana que había reservado un apartamento en Hondarribia para pasar una semana y que al llegar a la localidad y a la dirección señalada se encontró con que se trataba de un anuncio falso y que ese piso no existía; o el de una guipuzcoana que también estuvo cerca de sufrir el mismo timo en Airbnb preparando una escapada a Barcelona y que lo sorteó al ser en este caso la propia plataforma la que descubrió la falsedad del alojamiento.
Los anuncios falsos colocados libremente en internet o incluso dentro de los propios buscadores oficiales como Booking o Airbnb gracias a la laxitud de la legislación, que por ahora no obliga a estas compañías a verificar la existencia y legalidad del alojamiento exigiendo un número de registro oficial, son solo una de las diversas modalidades de estafa vinculadas a esta actividad y que la propia Ertzaintza cataloga así las más habituales:
Propiedades falsas o inexistentes. Estafadores que publican anuncios de propiedades falsas o inexistentes con fotos y descripciones atractivas para atraer a los viajeros. Estos pueden exigir a los usuarios realizar pagos en concepto de reserva de estos alojamientos y descubrir a su llegada a su destino vacacional que no existen o no están disponibles.
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Ofertas falsas. Los estafadores realizan ofertas o descuentos llamativos para atraer a los viajeros desprevenidos. Estas ofertas suelen ser demasiado buenas para ser verdad y llevan a los usuarios a realizar pagos por adelantado.
Consejos para protegerse de estafas en vacaciones
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1 Desconfía de los chollos y ofertas desmesuradas que no cuadran con los precios de alojamientos similares de la misma zona.
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2 Reserva siempre a través del sitio web oficial de la plataforma de alojamiento (Booking, Airbnb, Hostelworld...).
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3 Verifica las reseñas y puntuaciones hechas por otros clientes antes de reservar. Si hay pocas y con escasos detalles puede ser una pista de que es un anuncio fraudulento.
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4 No hagas pagos fuera de la plataforma de reserva. Presta especial atención si te proponen realizar el pago por transferencia fuera de la plataforma o a través de empresas dedicadas al envío de dinero, cheques bancarios o giros postales.
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5 No compartas información personal o financiera a menos que estés seguro de la legitimidad del sitio web. Desconfía si el supuesto propietario te pide comunicarte o hacer pagos al margen de la plataforma.
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6 No cliquear en enlaces que no esperas. Correos electrónicos, páginas web, mensajes de texto o publicaciones en redes sociales pueden contener enlaces que redirigen a sitios web que, siendo fraudulentos, imitan muy bien a los portales conocidos.
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7 Usa conexiones seguras y evita redes Wi-Fi públicas para realizar transacciones bancarias.
Robo de datos personales y financieros. Los ciberdelincuentes pueden crear sitios web falsos que imitan la apariencia de plataformas legítimas de alojamiento para solicitar posteriormente información personal y financiera, como números de tarjetas de crédito, con el pretexto de completar una reserva, pero en realidad están recopilando estos datos para fines fraudulentos.
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Redireccionamiento a sitios web falsos. Los estafadores pueden utilizar tácticas de 'phishing' –estafa que consiste en el envío de correos electrónicos que suplantan la identidad de compañías conocidas u organismos públicos– para redirigir a los usuarios a sitios web falsos que se asemejan a las páginas o plataformas de alojamiento legítimas. Allí, los usuarios pueden ser engañados para que ingresen información sensible o realicen pagos.
Solicitudes de pago fuera de la plataforma. Los estafadores pueden intentar persuadir a los viajeros para que realicen pagos fuera de la plataforma de reserva legítima, alegando que esto les permitirá acceder a mejores precios o condiciones. Sin embargo, esto suele ser una señal de alerta de una estafa, ya que las plataformas legítimas generalmente gestionan todas las transacciones en su sitio.
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Suplantación de identidad. Los delincuentes pueden hacerse pasar por propietarios legítimos de propiedades y solicitar pagos directos por adelantado. Los viajeros pueden encontrarse sin alojamiento a su llegada o descubrir que la propiedad no era lo que se prometía.
La proliferación de este tipo de estafas en los últimos años coincide con un momento de recuperación del turismo y de mayor movilidad internacional de viajeros tras las restricciones de la época de Covid, y con un aumento de los ciberdelitos en general y de las estafas informáticas en particular.
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En Euskadi, según el último informe sobre estadísticas delictivas de la Ertzaintza, con datos relativos a la primera mitad del año, los delitos informáticos han aumentado en 2023 un 27% respecto al primer semestre del año pasado, con 2.103 denuncias frente a las 1.655 de enero-junio de 2022. Dentro de estos, las estafas informáticas (el balance no concreta por el ámbito sectorial específico) han crecido un 28%, con 1.852 casos frente a 1.444 de un año antes.
Obvia decir que todos estos datos corresponden a las denuncias efectivamente presentadas ante la Ertzaintza, a las que habría que sumar los casos de personas que hayan sido timadas y no hayan acudido a la policía a exponer su caso.
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