La espera para las valoraciones a la dependencia en Gipuzkoa cae a 45 días tras tocar techo en 2022
La Diputación trabaja en una herramienta basada en la inteligencia artificial para «agilizar la gestión» por la «cada vez mayor presión asistencial que soporta este servicio debido al envejecimiento»
El tiempo de espera para las valoraciones a la dependencia en Gipuzkoa ha disminuido a 45 días tras haber tocado techo hace dos años, cuando ... se alcanzaron los 112. Quienes solicitaron por aquel entonces una evaluación de su situación tuvieron que aguardar casi cuatro meses desde la petición hasta que el equipo de profesionales acudió a hacerla. Fueron momentos complicados, sobre todo si se tiene en cuenta el perfil de las personas que necesitan este servicio, mayores y en situaciones delicadas. Ante esta saturación, que desde la propia Diputación achacan a «diversos factores», el departamento de Cuidados y Políticas Sociales se vio obligado a tomar medidas adicionales para reducir la demora, que en dos años ha pasado de casi cuatro meses a algo más de uno. Esto es, ha caído un 60%.
Este es uno de los servicios clave del área que dirige Maite Peña. En una sociedad cada vez más envejecida, en la que ocho de cada diez mayores quiere vivir en su casa aunque necesite ayuda, tener la valoración de la dependencia vigente se ha vuelto imprescindible. Pero no siempre resulta sencillo, sobre todo cuando los tiempos de espera son muy largos, como ha ocurrido en más de una ocasión en el territorio. «Los servicios de valoración de la dependencia se encuentran en una situación cada vez más compleja», tal y como se ve reflejado en muchas ocasiones en la demora. A fin de cuentas, «la presión asistencial que soportan es cada vez mayor, debido al envejecimiento de la sociedad y a que sus presupuestos son limitados y, en muchas ocasiones, estos no pueden crecer como la sociedad necesitaría», admiten desde la propia Diputación en la memoria de evaluación ética de aplicaciones de gestión de datos e inteligencia artificial, a la que ha tenido acceso este periódico.
Gipuzkoa realiza anualmente algo más de 14.000 valoraciones a la dependencia
Tras la saturación del sistema en los últimos años, Gipuzkoa movió ficha para reducir la espera destinando «más recursos a la valoración», explican desde el propio departamento de Cuidados y Políticas Sociales. Automatizaron la parte más administrativa del proceso y reorganizaron el equipo humano, lo que ha hecho que «los plazos de espera hayan mejorado». Pero no es suficiente. Todavía pasa más de un mes desde que se solicita la valoración hasta que se realiza y «la ciudadanía exige reducir la lista de espera del proceso y los tiempos de valoración». De ahí que la Diputación, junto a la sociedad foral de servicios informáticos Izfe, trabaje en un proyecto piloto basado en la inteligencia artificial (IA) «para agilizar la gestión».
El envejecimiento disparó el uso de los servicios sociales de Gipuzkoa ya el año pasado, cuando se alcanzaron cifras récord. Las ayudas económicas y los recursos para personas dependientes y vulnerables superaron los 30.000 usuarios en el territorio en 2023, el dato más alto de la historia. Todo apunta a que este ejercicio esta cifra será aún mayor y entre los retos que detecta el área que dirige Maite Peña está «actualizar el servicio actual» de las valoraciones a la dependencia «y desarrollar herramientas basadas en las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para poder dar una respuesta ágil, de calidad y sostenible en los próximos años».
Solicitar ayudas y cuidados
Cada año Gipuzkoa realiza una media de 14.000 valoraciones a la dependencia, esto es, más de 1.200 por mes. Son «un requisito imprescindible» para «el acceso al sistema de servicios sociales vinculado a la dependencia», como las ayudas económicas para contratar a un cuidador, las prestaciones para la asistencia familiar, la obtención de una plaza en una residencia o en un centro de día y la posibilidad de optar a una estancia respiro o a ciertas ayudas técnicas. «Sin finalizar la valoración de dependencia, las personas en lista de espera no pueden solicitar las ayudas y cuidados previstos».
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Así, «a pesar de las continuas mejoras en el procedimiento, utilizando herramientas para la mejora de los procesos y aumentando los recursos personales destinados a la valoración técnica, todavía existía una lista de espera importante y los tiempos de tramitación eran todavía demasiado largos». Por eso, desde la propia Diputación se consideró «necesario» aprovechar la oportunidad de la transformación digital utilizando la inteligencia artificial.
La Diputación detecta la «necesidad de actualizar el servicio y desarrollar nuevas herramientas»
Esta herramienta, que se encuentra en fase de pilotaje, busca determinar cuál sería la distribución de probabilidad de que una persona obtenga el grado 1, 2 o 3 de dependencia, para hacer el proceso más sencillo a los profesionales, así como ofrecer asistencia al trabajador que elabora el cuestionario de evaluación, identificando las preguntas que explican la mayor parte de la posible dependencia y ofreciendo las respuestas más habituales al resto de preguntas.
En concreto, con este proyecto se ha construido un modelo matemático predictivo que se aplica a los expedientes de valoración de la dependencia en una fase temprana del proceso y que sirve para detectar precozmente los expedientes de mayor gravedad en la fase de verificación técnica, tras la recepción del informe médico. Ya se ha entrado con 37.542 expedientes, alcanzando una precisión del 80% en los casos más graves. De este modo se busca «dar una atención más rápida y eficaz».
Una empresa más y unas 8.000 horas de visitas cada mes
Además de las diferentes medidas que se ha visto obligada a tomar la Diputación de Gipuzkoa para reducir la lista de espera de las valoraciones a la dependencia, el departamento de Cuidados y Políticas Sociales contrató a finales del año 2022 una empresa más que se dedicara a las labores de recogida de datos y visitas a domicilio. La saturación registrada hace dos años se ha reducido, entre otras cosas, con la incorporación de más personal y la dedicación de más horas a esta labor. Si en 2021, de promedio, el personal valorador destinaba 5.000 horas a visitar a mayores en sus hogares, en 2022 fueron 5.300 y en 2023, unas 8.000. «La cifra de este año de momento se asemeja a los parámetros del año pasado», explican desde el área que dirige Maite Peña. Aunque sean las personas de las dos empresas contratadas quienes se dedican a la recogida de datos y visitas a los domicilios, una vez se tiene toda la información es la Diputación quien se encarga de la tramitación y resolución.
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