Suben un 145% las voluntades anticipadas hechas por los vascos
Cada vez más personas que superan los 65 años hacen este tipo de actas notariales. Si en 2017 se llevaron a cabo 342 en Euskadi, el último año fueron 840
La demanda de los servicios notariales ha registrado un notable aumento en los últimos años, debido, en gran medida, al envejecimiento de la población. Cada ... vez son más quienes realizan un testamento, documentos de voluntades anticipadas, cesión de bienes a cambio de alimentos, hipotecas inversas y poderes generales o preventivos, entre otros, tanto en el conjunto del Estado como en Euskadi. Los documentos de voluntades anticipadas solicitados por personas mayores de 65 años se han disparado un 145% en el País Vasco desde 2017, según datos del Colegio Notarial del País Vasco. Si hace siete años se registraron 342, en 2024 fueron 840 y durante el primer semestre de este ejercicio, 527.
También se registra un aumento, aunque menor, de los testamentos unipersonales abiertos, en los que la persona establece cómo sus bienes y propiedades serán distribuidos después de su muerte. En los últimos siete años han incrementado un 3,24% entre los vascos mayores de 65 años, pasando de 38.068 en 2007 a 39.300 en 2023 y 20.512 los primeros seis meses de este 2024. Los poderes, tanto generales como preventivos, han subido un 6,86% entre la población mayor de Euskadi, alcanzando los 39.300 el último año. En el primer semestre de este 2024, por su parte, se han llevado a cabo 5.451.
Según el informe 'La seguridad jurídica de las personas mayores', realizado por el centro de información de estadística del notariado, las mujeres tienden a utilizar más los actos notariales relacionados con la planificación futura, como los documentos de voluntades anticipadas y las hipotecas inversas. En cambio, los testamentos y los poderes presentan una distribución más equilibrada entre ambos géneros.
Además, la autorización de las actas notariales de autonomía personal y protección patrimonial se intensifica a partir de los 45 años, con un crecimiento significativo en las personas mayores de 65, quienes recurren sobre todo a actos como testamentos, voluntades anticipadas e hipotecas inversas. Esto refleja la necesidad de planificación jurídica en las etapas más avanzadas de la vida.
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