Erkoreka advierte de la «dificultad» para dar con los administradores de los chats

Aunque tanto la Ertzaintza como la Fiscalía de Gipuzkoa tenían constancia de varios precedentes de difusión de pornografía infantil a través de grupos de menores en redes, nunca habían sido de la magnitud de los conocidos esta semana, aunque el primer caso se detectó el viernes 10 en Aldapeta Maria Ikastetxea. Al menos son ya doce los centros educativos de Gipuzkoa que han denunciado estos casos –diez de Donostia, uno en Irun y otro en Lasarte-Oria–, y ya son cuatro progenitores y tres colegios los que han dado el paso de personarse ante la Ertzaintza, a la espera de que la próxima semana se sucedan más denuncias. Las «víctimas» se ubican «dentro y fuera de Euskadi», precisa Erkoreka.

Al tratarse de un caso delictivo que incumbe a menores de edad, ni la Policía vasca ni Erkoreka han querido a ampliar detalle sobre las pesquisas, que incluyen el análisis del teléfono aportado por un denunciante –la Fiscalía animó a las familias a aportar los dispositivos móviles «con una autorización escrita» para que sean analizados con el fin de «obtener más información sobre las personas que han podido tener una actuación activa e ilícita en los hechos»–. Es por ello que la policía recomienda salirse de los foros, pero sin borrar el material recibido hasta que avance la investigación.

El consejero de Seguridad advirtió de la «dificultad» que entraña el poder dar con los adultos que administran los chats, ya que «la red no tiene emplazamiento geográfico». En una entrevista en Onda Cero, abrió el foco a toda actividad delictiva que se lleva a cabo en internet, y recordó que, «desde hace meses», su departamento viene alertando «del incremento de los ciberdelitos». El 90% «son ciberestafas» y el 10% restante es de «una amplia naturaleza», entre la que se encuadran los delitos con menores, que «se están incrementando muchísimo».

Por ello, Erkoreka apeló a la responsabilidad social. «Este desafío no es solo de Seguridad, sino que se plantea a todo el conjunto de la sociedad, al sistema escolar y a los padres». Y, a su juicio, requiere de una labor colectiva «más profunda» para tratar de «cambiar los valores y transmitir unos principios y valores que no hagan necesaria la labor policial».

El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha reconocido este viernes la «dificultad» que supone la identificación de los administradores de los dos chats con contenidos pornográfico y vejatorio en los que están incluidos más de mil menores, dado que, como sucede con todo tipo de ciberdelitos, los autores pueden estar en cualquier lugar del mundo. En cualquier caso, aunque la unidad de Delitos Informáticos de la Ertzaintza trata de avanzar en la investigación, el jeltzale ha incidido en que los delitos de este tipo que tienen a menores como víctimas suponen un desafío no solo para la policía, sino para «toda la sociedad: el sistema educativo, los padres...», y apela a «un deber moral a afrontar de manera colectiva».

Por el momento, la Ertzaintza ha recibido las denuncias de dos centros educativos de Donostia, aunque varios más recopilan información por parte de las familias y es probable que la próxima semana sean presentadas nuevas demandas colectivas. En este sentido, ha recordado que las víctimas «están ubicadas dentro y fuera de Euskadi».

En una entrevista radiofónica concedida a Onda Cero, Erkoreka no ha querido a ampliar ningún detalle sobre las pesquisas policiales que se están llevando a cabo, pero ha recordado la «dificultad» que entraña el poder dar con los adultos que administran estos chats, debido a que «la red no tiene emplazamiento geográfico». Así, los administradores pueden ser «el vecino de abajo» o alquien que pueda encontrarse «en Ucrania, en Rusia o en África», por citar posibles ubicaciones.

El consero de Seguridad ha abierto el foco al recordar que, «desde hace meses», su departamento viene alertando «del incremento de los ciberdelitos». Si bien «el 90% de los delitos informáticos son ciberestafas», lo que de hecho ha originado que las estafas presenciales «prácticamente han desaparecido de nuestras calles», el 10% de la actividad delictiva en la red es de «una amplia naturaleza», pero en ella están los delitos con menores, que «se están incrementando muchísimo».

Por ello, Erkoreka ha querido hacer «una llamada de atención» a la sociedad en general. «Este desafío no es solo de Seguridad, sino que se plantea a todo el conjunto de la sociedad, al sistema escolar y a los padres». Y requiere, a su juicio, una labor colectiva «más profunda» para tratar de «cambiar los valores y transmitir unos principios y valores que no hagan necesaria la labor policial».