El envío de residuos a Bizkaia costará a Gipuzkoa entre 6 y 10 millones

Habrá que esperar a otoño del año que viene, cuando la disponibilidad de las infraestructuras de Zubieta ponga fin al ciclo exportador, para conocer cuál ha sido el precio que ha costado a Gipuzkoa la solución acordada con la Diputación de Bizkaia para el envío de residuos al territorio vecino. Pero según los precios desvelados ayer por el diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio (PSE), la operación este año supondrá unos 2,7 millones de euros mientras que la cuantía durante 2019 puede oscilar entre los 3 y los 7 millones, sin contar con los gastos de transporte.

La factura variará en función de las toneladas destinadas al territorio vecino. Las que haga falta, cuando haga falta. La flexibilidad es el punto fuerte del preacuerdo alcanzado por los dos gobiernos forales que ayer presentó el diputado foral. Gipuzkoako Hondakinen Kontsortzioa (GHK) podrá modular los envíos a Bizkaia según sus necesidades de cada momento, o lo que es lo mismo, en función de los recursos propios de los que disponga. El convenio entre instituciones forales entrará en vigor el 1 de septiembre y a partir de ese momento se sucederán distintos periodos de tiempo con cantidades, precios y tratamientos diferentes.

La tarifa fijada por Garbiker, sociedad pública que gestiona los residuos vizcaínos, es la que ya se aplica a los municipios de Bizkaia, sin bonificaciones: 119,76 euros por tonelada. El doble del precio que cobra el vertedero de Mutiloa y del que estaba dispuesto a ofrecer la firma Betearte de Mallabia, la única licitante del concurso convocado y del que GHK desistirá.

A esa cantidad, sin embargo, habrá que sumar durante este año un plus de 15,54 euros como compensación por la variación de flujos de los residuos vizcaínos. Aunque no lo confirmó ayer Asensio, los residuos irán a parar a la incineradora de Zabalgarbi, hoy por hoy al 95% de su capacidad con la basura local, lo que obligará a Garbikera reorientar parte de lo que habitualmente se deriva a esa planta hacia otras instalaciones. De ahí la compensación exigida.

Entre septiembre y diciembre, el convenio acota la cantidad. Un mínimo de 20.000 toneladas y un máximo de 25.000. De aplicar la tarifa que incluye el plus se deriva que solo este año el acuerdo con Bizkaia costará en torno a los 3 millones.

Pero en el marco de estas condiciones, 2018 comprende dos etapas bien diferenciadas. Una en la que Gipuzkoa no tendrá más remedio que llevar todos sus residuos a Zabalgarbi y otra en la que podrá recurrir, de nuevo, al vertedero de Mutiloa. GHK firmará una prórroga con la firma Cespa -grupo Ferrovial- que gestiona la planta del Goierri para poner el contador a cero y poder verter allí otras 102.000 toneladas. Una vez entre en vigor este nuevo contrato, caerá en picado la exportación a Bizkaia, más allá de algún envío para acompasar el entramado logístico.

En 2019 cambian los términos del convenio. El motivo no es otro que la previsión de poder disponer de la planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB) de Zubieta allá por marzo-abril. Hacer pasar la basura por esta tecnología de cribado que recupera en torno al 8% de materiales reciclables hará que Gipuzkoa cumpla con el requisito vizcaíno de evitar el vertido crudo, es decir, sin ningún tipo de tratamiento previo.

Desde ese momento, la fracción resto de los guipiuzcoanos ya no tendría que ser derivada necesariamente a la incineradora de Zabalgarbi, sino que podría ser depositada en otras instalaciones, de manera que Bizkaia recuperaría su flujo habitual de residuos. Por eso desaparece el plus de compensación de 15,54 euros y se aplica el precio público de 119,76 euros.

Asensio reconoció ayer que hasta que llegue este momento, entre enero y marzo, el criterio será enviar prácticamente la totalidad de la basura a Mutiloa. Desde que la TMB entre en funcionamiento, se volverá a acompasar la exportación a Bizkaia al ritmo de llenado de la planta goierritarra. Hasta otoño. Sobre el mes de octubre se espera que la incineradora de Zubieta pueda empezar a tratar residuos. El convenio prolonga su duración hasta el 31 de diciembre de 2019 por si las plantas del Complejo Medioambiental necesitan algún tipo de ajuste. Por eso deja un abanico tan amplio para 2019, entre 25.000 y las 60.000 toneladas a transportar, pero la voluntad de GHK es cesar los envíos a Bizkaia antes de final de año.

Asensio subrayó que el acuerdo «va a posibilitar que Gipuzkoa tenga garantizado el servicio de tratamiento de residuos hasta la entrada en funcionamiento de las instalaciones de Zubieta» y añadió que el 2019 será «el último año en el que tengamos que echar mano de otros territorios. El punto de inflexión para ser autónomos en la gestión de los residuos». Aseguró que, con los números dados a conocer ayer, «la suficiencia económica y presupuestaria está plenamente garantizada». Explicó que «el precio entra dentro de los límites que ya estaban establecidos en nuestros presupuestos y no va a haber ninguna repercusión negativa en la tarifa».

El sindicato ELA señaló que «es inadmisible quemar residuos de Gipuzkoa en Zabalgarbi en contra de la opinión de la mayoría de la sociedad de Gipuzkoa» y exigió que estos residuos «no se quemen en ninguna incineradora, porque hay tratamientos y modelos de gestión de residuos mucho más sostenibles».