«Esta doble alegría es insuperable»

La calle Narrika ha sido este sábado el centro de todas las miradas. Y no es para menos. El grueso del bote navideño por excelencia que ha caído en San Sebastián se lo llevó este establecimiento después de haber distribuido una serie completa del tercer premio -es decir, diez boletos del número 04211, agraciados cada uno con 50.000 euros- además de haber vendido quince series de un quinto premio, el 02308, con el que repartieron otros 900.000 euros en la ciudad. En total, 1.400.000 euros que salieron de la Parte Vieja donostiarra de un total de 1.806.000 euros que aterrizaron en la capital guipuzcoana. «Esta doble alegría es insuperable. Después de repartir el quinto premio ya no esperábamos el tercero. Ha sido otro regalito», se felicitaba Goñi con una sonrisa de oreja a oreja imposible de desvirtuar.

La euforia de los cinco trabajadores de la Administración era latente. Cava, globos y gorros con purpurina han hecho las delicias de los medios de comunicación agolpados alrededor del centro de lotería. Los saltos -literales- de alegría de Goñi, acompañada de Vanesa Ochoa, Eli Corbacho, Susana Taborda y Lucio Penas, rellenaban el resto de la estampa. Los cinco trabajadores de la calle Narrika han comprobado que ese número que acababan de cantar los niños de San Ildefonso, el 04211, era el que sospechaban. El suyo. El de toda la vida. «El 04211 es un número de abonado, lo tenemos durante todo el año, no solo para el sorteo de Navidad, también para la Primitiva, por ejemplo», explica Goñi. Después de llevar 25 años jugando con esta cifra «tan especial», este 22 de diciembre ha sido imposible de pasar por alto que, una vez más, la Administración número 8 ha vuelto a repartir, por segundo año consecutivo, dos de los premios del sorteo más aclamado del año. Solo hay que echar un vistazo a su historial. El año pasado, sin ir más lejos, Nekane Goñi y su equipo fueron protagonistas de un doblete al distribuir el segundo y un quinto premio.

«Lo que más me alegra es que esté tan repartido, que no le haya tocado solo a una misma persona», ha asegurado Lucio, mientras esperaba al reparto de camisetas en el que se podía leer '3º saria hemen saldua'. «Ser consciente de que, además, hemos podido ayudar a gente que lo necesitaba es una alegría».

Respecto a los agraciados con la lluvia de euros, ni rastro. Tan solo un anónimo se ha atrevido a acercarse hasta Narrika para desvelar a los trabajadores de la Administración que él es uno de los afortunados. Aunque su décimo, según él mismo ha reconocido, había viajado ya hasta Valladolid. Y es que los boletos en la Parte Vieja de San Sebastián se despacharon durante los meses de septiembre, octubre y diciembre, también durante el puente festivo de la Constitución. Por lo que, probablemente, detrás de los 1,4 millones de euros, además de algún suertudo donostiarra, también se esconda algún que otro turista. «Desconocemos quiénes son los ganadores...», admiten detrás de las ventanillas.

Nekane Goñi, donostiarra aunque natural de Hernani, lleva ya 35 años al frente de este mismo despacho de lotería. Una trayectoria que le hacen valedora de ser una de las veteranas en la ciudad. Solo ha habido que echar un vistazo a los comercios de alrededor cuando le han felicitado por haber vuelto a repartir suerte en Donostia. «Es que es una alegría... ¡una satisfacción tremenda! Ya nos estamos acostumbrando a repartir premios», ha dicho entre bromas segundos después de descorchar una botella de cava.

Eso sí, no pudo ha podido ocultar que su espinita, la cima que aún le queda por coronar, es repartir el premio más ansiado, el Gordo. «Se está haciendo de rogar, se nos resiste. Esa sería la guinda del pastel», aseguraba esperanzada.

Mientras ellos, casi padrinos de la Diosa fortuna en San Sebastián, seguían festejando ambos premios, decenas de ciudadanos se han asomado con sus teléfonos móviles para capturar el momento y también, por qué no, para comprobar su suerte. Como Aurora, que se ha acercado hasta la Administración para constatar in situ si ella tenía alguno de los 160 boletos con premio. No ha sido así. Aunque se ha llevado lo puesto gracias al número 7. «Ese es mi premio de consolidación -ha dicho satisfecha-, hoy es el día de la salud». Otros, llenos de alegría y ansia, se agolpaban en la ventanilla para cobrar sus cien euros.

Lo que sí ha conseguido la administración de la Parte Vieja donostiarra es ser el foco del reclamo para tratar de tantear a la fortuna en el sorteo del Niño. «Es cierto que después de volver a repartir un año más premios (en el sorteo extraordinario de Navidad) es un gancho para vender más», admite Goñi. Habrá que esperar hasta el próximo 6 de enero para comprobar si Gipuzkoa está, o no, en el corazón del azar.