Cientos de personas piden en Eibar y Markina que se esclarezca lo ocurrido en el vertedero de Zaldibar
Familiares, trabajadores del vertedero y allegados a los desaparecidos piden a la Administración que «asuma los errores»
Alberto Echaluce y M. Díaz
Eibar / Zaldibar
Martes, 11 de febrero 2020, 06:12
«Nos hemos enterado ahora de que a pocos metros de nuestras casas se recogía amianto y otros muchos residuos que nunca más sabremos», se ... quejaba Iñaki García, un vecino del barrio de Amaña, al término de la manifestación que ayer tarde recorrió las calles de Eibar para exigir explicaciones por lo sucedido en el vertedero de Zaldibar y acompañar a la familia de Alberto Sololuze, uno de los dos desaparecidos. También en Zaldibar, su madre, su mujer y su hija, junto a otros allegados, exigieron responsabilidades.
Cientos de vecinos, como Begoña Vesga, salieron a la calle en Eibar para reclamar que se recuperen los cuerpos cuanto antes, y «por el derecho a vivir, frente al relato de justificaciones que ahora nos quieren dar las instituciones». Minutos antes de las 19.30 horas, muchos eibartarras se concentraron en Unzaga, desde donde tres personas sacaron una pancarta que decía 'Mina amorru bihurtu duzue' ('Habéis convertido el dolor en rabia'), y que sirvió de avanzadilla de la larga marcha. Esta pancarta era portada por algunos de los familiares de Alberto, que también quisieron estar en Eibar. Entre ellos, su hermana Agurtzane, que aseguraba que «en lugar de ir a rezar vengo aquí a pedir que se recupere el cuerpo de mi hermano», aunque decía «haber perdido todas las esperanzas porque tardarán años o nunca».
«No nos vale que ahora digan que estaban a punto de sancionar a la empresa del vertedero. Ha existido una fatal gestión»
«Estamos completamente indignados de cómo se ha llevado el tema; necesitamos sacar a nuestros familiares»
Y, es que el sentir mayoritario de los asistentes que pidieron la dimisión el consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola y corearon gritos contra la empresa del vertedero, era de rabia e indignación. Otro vecino de Amaña, Eduardo Iso, aseguraba que «todavía sigue viniendo un olor contaminante a nuestras casas. Esto es increíble. Se parece mucho a cuando decían lo de los hilos del Prestige, pero ahora nos hemos enterado de muchas cosas desconocidas. Se requieren auditorías externas que nos ofrezcan información de la calidad del aire, agua, huertas y demás», reclamaba.
Además, muchos vecinos reprochaban al Gobierno Vasco su intención, ahora, de sancionar a la empresa. «No nos vale con que estaban a punto de sancionarle», decían, mientras denostaban la creencia de que «toda la contaminación que llegaba a Eibar procedía de la papelera de Durango. Ahora sabemos muy bien de dónde procede, del vertedero de Zaldibar», aseguraban varios asistentes. Además, mostraban su malestar por la escasa respuesta de las diferentes administraciones, y por la situación de los trabajadores, y se preguntaban si estos conocían «los residuos que estaban manipulando». «Que se asuman los errores cometidos», exigieron al término de la marcha, en la que lamentaron además el daño ocasionado a los recursos naturales de la zona por esta actividad.
Silbatos y cacerolas
En Markina, donde residía Alberto con su familia, el ruido atronador de silbatos, cacerolas y aplausos mostraron también la «rabia, dolor y enfado» ante los más de cuatro días que su vecino lleva atrapado junto a Joaquín Beltrán tras el desprendimiento del jueves. Su madre, esposa e hija, rotas por el accidente, permanecieron en silencio en uno de los laterales del Ayuntamiento donde apenas unas horas antes se había convocado la concentración a través de las redes sociales.
«Estamos completamente indignados de cómo se ha llevado el tema, no queremos que los que estén allí trabajando en el rescate sufran ningún accidente, pero nosotros también necesitamos sacar a los familiares, que pongan más gente para que siga avanzando y cerrar ya todo este dolor», señalaba Elena Gerrikabeitia, prima de la esposa.
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