¿Cómo debemos actuar ante una tormenta eléctrica?

Agacharse evita ser el punto más alto al que pueda dirigirse el rayo. Y tener los pies juntos facilita que siga su camino por la tierra. «Si cae el rayo a tres metros, por ejemplo, se va a dispersar por el suelo y si tenemos los pies abiertos puede subir y bajar por el cuerpo, mientras que si los tenemos juntos facilitas que el rayo continúe avanzando por el suelo», añade Aranda. En caso de que en la zona haya algún árbol suelto, «bajo ningún concepto debemos acercarnos», advierte. Ese árbol es el elemento más alto en ese espacio y contra el que impactaría el rayo.

El bosque puede ser un buen lugar para refugiarse, siempre que se sigan unas pautas de protección: «Debemos acercarnos a un árbol pequeño, no a los altos. Y nunca hay que pegarse al tronco. Si estamos en contacto con él, el rayo podría pasar a nuestro cuerpo».

En caso de llevar bastones, «o algún otro objeto longitudinal», hay que alejarlos del cuerpo. Sin embargo, tener monedas o algo metálico en el bolsillo no supone un peligro añadido. Las medidas de precaución hay que mantenerlas hasta que pasen veinte o treinta segundos entre rayo y trueno, lo que significa que la tormenta ya se ha alejado lo suficiente.

El director de Euskalmet detalla que el rayo que hirió a dos mujeres en el Gorbea el pasado viernes cayó a las 19.34 horas, con tres impactos en el suelo en un intervalo de escasos segundos. En menos de cinco minutos, cayó otro. Aunque a una de las mujeres le provocó graves quemaduras, el rayo no era de los más fuertes. Tuvo once kiloamperios cuando los hay que superan los 250.