«Hemos constatado conductas sexualizadas muy graves entre chavales de 9 y 10 años»
La fiscal alerta de que los menores llegan al porno antes que a la educación sexual, lo que está generando «conductas sexualizadas muy graves»
En su recién publicada memoria anual correspondiente al ejercicio 2023, la Fiscalía de Gipuzkoa dedicó un capítulo ex profeso para alertar de ciertos problemas y ... delitos derivados del uso masivo e inapropiado de teléfonos móviles y las redes sociales –principalmente Instagram, WhatsApp y TikTok– por parte de menores de edad, lo que les coloca «en situaciones de riesgo». Ejemplo de ello son los casos de acoso escolar, amenazas, grabación y difusión sin consentimiento de fotografías y vídeos de contenido sexual, vejaciones o incluso estafas a través de internet, que motivan muchas de las denuncias que llegan a los fiscales. Y lo hacen en tal cantidad, que la Fiscalía afeó a las familias que «no controlan qué hacen sus hijos con su teléfono móvil», y «la falta de supervisión es una constante».
«La media de edad en España de acceso a un móvil con acceso a internet y redes sociales son los 11 años y el 98% de los adolescentes usa redes sociales –ahonda Mercedes Monje–. Es algo preocupante. Porque estamos hablando de niños de 11, 12, 13 años que no han alcanzado la suficiente madurez, y hacen verdaderas atrocidades con el móvil». Como ejemplo, la fiscal apunta el caso de «un niño de 12-13 años que envía un vídeo en el que se está masturbando a otro menor (16) que se ha puesto en contacto con él. Y aunque muchos padres nos vienen con que confían plenamente en sus hijos, la realidad es que cualquier niño puede estar en un grupo de WhatsApp al que van a llegar contenidos inapropiados».
Prueba de ello son los dos grupos con más de mil menores que fueron denunciados el año pasado en colegios de Gipuzkoa pero que tenían su extensión en otras comunidades. En la Fiscalía sorprendió «la magnitud del número de integrantes, de entre 12 y 13 años, más que los contenidos en sí, ya que aunque eran muy duros, estamos acostumbrados a verlos, sobre todo los fiscales de delitos informáticos».
La investigación posterior no detectó ningún responsable mayor edad, pero los archivos que se compartían eran de dos rombos, la mayoría de talante violento y/o pornográfico. En la Fiscalía perciben que los jóvenes llegan antes al porno que a una educación sexual, de modo que «con 13 años ya han hecho prácticamente de todo en sus relaciones sexuales», observa Monje. Y va más allá: «Estamos viendo unas conductas sexualizadas muy graves, como que en el baño de varios centros educativos se han constatado casos de niños de 9 y 10 años realizando felaciones, lo cual significa que estamos ante un grave problema. Y la sociedad tiene que tomar conciencia».
Restricción por ley
Mercedes Monje ve con esperanza que «cuatro ministerios tienen redactado ya un proyecto de ley para tratar de poner coto al uso que se está haciendo del móvil y las redes sociales por los jóvenes» y ve «importante» que la edad mínima para poder acceder a ellas «se eleve de 14 a 16 años».
Los dos chat con más de mil menores «de 12 y 13 años» conocidos en 2023 tenían archivos sexuales y violentos «muy duros»
Sin embargo, ruega a las familias que velen por que se respete ese límite de edad. «De igual manera que no dejas a tu hijo que coja un coche con 16 años porque sabes que es peligroso, ¿por qué le permites que coja un móvil a tan temprana edad? Está demostrado científicamente que el uso excesivo de las pantallas genera problemas de visión, de concentración, de comportamiento... y condiciona la manera de relacionarse porque ya no se juega en la calle sino cada uno en su casa por internet. Pero, además, está el problema de los contenidos que comparten: grabaciones entre ellos, no solo sexuales, sino a lo mejor para mofarse de un compañero. Si las viesen, los padres se quedarían espantados».
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