Condenan la muerte de una vaca del alcalde de Abaltzisketa de un tiro en la cabeza
Los sindicatos ENBA y EHNE y Aralarko Baserritar Elkartea han convocado para este domingo una concentración en Larraitz
Los sindicatos ENBA y EHNE, además de Aralarko Baserritar Elkartea, han condenado este viernes la muerte de una vaca del alcalde de ... Abaltzisketa, Jon Zubizarreta, de un tiro en la cabeza. Han convocado este domingo una concentración frente a la ermita Larraitz a las 10.30 horas.
ENBA, EHNE y Aralarko Baserritar Elkartea han calificado el suceso como un «hecho penoso y lamentable». Han invitado a los ganaderos y «amantes» de la Sierra de Aralar a que se sumen al acto de repulsa. «Somos conscientes de que Jon no es un ganadero más, sino que aúna la pasión por el monte, la defensa a ultranza de la ganadería y el firme compromiso con su pueblo», ha destacado a través de un comunicado.
Jon Zubizarreta,ha denunciado que hace unos días descubrió que una de sus vacas había muerto tras recibir un disparo en la cabeza en la zona de Belingaratz, en los pastos de Enirio-Aralar. Según cuenta, el suceso que tuvo lugar el pasado 8 de mayo. El abaltzisketarra recuerda que «un mendizale me dijo que había visto una vaca muerta en esa zona del monte y yo sabía que las mías pastaban por allí y lo pude comprobar con el GPS». La noticia no despertó ninguna sospecha en el ganadero, que esa misma tarde se acercó a identificar a la res muerta. Echó un vistazo rápido y, tras confirmar que era de su propiedad, comentó más tarde a sus conocidos que «habría muerto por la basquilla (una enfermedad de los rumiantes) al cambiar de alimentación. Suele atacar a los animales más fuertes y no suele ser muy habitual que la padezcan, pero se produce cuando dejan los establos y pasan a una alimentación al aire libre». En principio, su teoría tenía sentido ya que tan solo unos días antes, Jon subió sus animales a los pastos de Enirio-Aralar tras la apertura de la nueva temporada.
Pero la cosa no quedó ahí. Tan solo unos días después, Zubizarreta habló con un pastor que le preguntó sorprendido si había visto la vaca personalmente. «Le dije que sí y entonces me preguntó si no había visto el tiro que le habían dado en la mitad de la cara al animal». En ese momento, todo tomó un cariz diferente en esta historia. La pena por la pérdida de «un buen ejemplar» que Zubizarreta había asumido como «una muerte natural», pasó a despertar muchas sospechas y se transformó en una denuncia presentada en la Ertzain-etxea de Beasain, tras comprobar en persona que era verdad lo que su amigo pastor le había comentado.
«Me ha hecho daño»
El ganadero reconoce que la muerte de la vaca «me ha hecho daño» y añade que «no creo que haya sido casualidad que fuera uno de mis animales». Aunque insiste en que no sabe «quién lo ha hecho ni por qué», Zubizarreta relaciona el suceso con su postura favorable a la construcción de las pistas en Aralar.
El también alcalde tiene claro que la muerte de su animal es otro de los ataques que han sufrido los ganaderos y pastores en los últimos años en Aralar. De hecho, asegura que «este tipo de ataques se han producido cada vez que quienes trabajamos con nuestro ganado en la sierra y apostamos por continuar con el estilo de vida que hemos conocido y queremos que continúe, logramos uno de nuestros objetivos».
Según el abaltzisketarra «son muchos los casos que se han producido pero, por mencionar algunos que me vienen a la cabeza, está el incendio provocado que destruyó la txabola Oidui después de que en 2016, el proyecto de las pistas recibiera diez votos a favor en la asamblea celebrada en el salón de plenos del ayuntamiento de Ordizia. Poco después, las máquinas que trabajan en las obras de las pistas sufrieron varios sabotajes, también arrancaron de cuajo la verja de Erreka Beltza...»
Zubizarreta insiste, entre la impotencia y su pesar, en que estos son solo algunos de los ejemplos que «demuestran la falta de libertad que hemos sufrido en la última década en Aralar».
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