Comienza la construcción del muro para evitar desplomes del vertedero en la AP-8
La escollera, de ocho metros de altura y 50 de longitud, se completará esta semana con una malla antialudes
Mientras continúan las labores de búsqueda de los dos trabajadores sepultados por el alud de escombros del vertedero de Zaldibar, la construcción del nuevo ... muro de contención junto a la autopista AP-8, que comenzó el pasado día 12, ha dado un gran salto adelante. Una grúa de gran tonelaje trabaja desde ayer montando grandes bloques para formar una escollera «de ocho metros de alto y 50 de largo». La función de esta estructura es proteger la autopista en caso de producirse un nuevo deslizamiento de los desechos que se extienden en la llamada zona B-3. Cuando la escombrera se vino abajo, las miles de toneladas de residuos que almacenaba se precipitaron en dos grandes lenguas. Una de ellas alcanzó la autopista, cortando sus cuatro carriles, y afectó en parte a la variante de la N-634 a su paso por Ermua. La B-3 es la parte baja de esta lengua.
El primer desescombro se realizó ya la primera noche, lo que permitió reabrir el tráfico 15 horas después del incidente estableciendo un 'by-pass' de 2 kilómetros, es decir abriendo un carril en cada sentido. Pero el temor a posibles nuevos derrumbes, causados por la inestabilidad del terreno, llevó a la Diputación de Bizkaia a plantear más medidas de seguridad para proteger la autopista, entre ellas la construcción de un muro de contención, en la que se empezó a trabajar el 12 de febrero.
Según explicaron ayer desde la administración foral vizcaína, la construcción de este muro de escollera, que se levantará «junto a la calzada en sentido Donostia», supondrá «una inversión de algo más de 200.000 euros». La estructura medirá ocho metros de alto y 50 de longitud. Este «muro de gravedad estará compuesto por 42 bloques de cantera de 45 toneladas» cada uno, similares a los que se colocan en las obras marítimas». La construcción de este dique se complementará con «la instalación de una pantalla dinámica antialudes, formada por una malla metálica capaz de soportar grandes empujes». Comenzó a levantarse el lunes 24 de febrero.
Diseñada a partir de los cálculos técnicos realizados por el equipo de geólogos e ingenieros forales, «esta malla tendrá una superficie de 75 metros cuadrados y se instalará varias decenas de metros más arriba del muro de contención». Es el lugar en el que se ha estimado que «será más efectiva tanto por capacidad de almacenamiento como de absorción de energía». El material necesario para su instalación procede de Suiza y el coste estimado «para su adquisición y montaje es de unos 75.000 euros».
Esta barrera ha tenido que ser fabricada «a medida» para adaptarla «a las características del terreno sobre el que se asienta». Su instalación ha requerido la extracción de un gran volumen de residuos, «del orden de 10.000 metros cúbicos de la colada que se deslizó por la vaguada», para poder fijarla sobre el terreno natural. La solución combinada de muro y barrera permite ganar mayor capacidad de almacenamiento y contención en caso de darse una caída de materiales.
Según los cálculos de los técnicos, si se da un nuevo deslizamiento la suma de dique de contención y de la pantalla dinámica «aportaría una capacidad suficiente para retener 7.700 metros cúbicos de vertidos». Dos veces más que la cantidad que cayó a la autopista y la N-634 el jueves 6 de febrero. La construcción de ambas barreras se realiza de manera coordinada y estará acabada esta semana.
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