El euskera como lengua vehicular de una enseñanza que debe evitar la segregación
El documento presentado en la ponencia del Parlamento Vasco se centra en un nuevo pacto educativo que buscará la «excelencia y equidad»
Por ahora es solo el borrador de conclusiones de una ponencia parlamentaria, pero el documento presentado este martes en la Cámara vasca apunta unas cuantas claves de por dónde irá la Educación vasca del futuro. Una escuela que se pretende inclusiva, equitativa y de calidad, centrada en la igualdad de oportunidades y el respeto a la pluralidad. Con el euskera como lengua vehicular de la enseñanza, también se apuesta por reforzar la autonomía de los centros y empoderar al profesorado.
El documento, denominado 'Bases para una educación del Siglo XXI', será el punto de partida sobre el que los grupos parlamentarios deberán debatir a partir de ahora sobre la ley vasca de Educación. Estas son las principales claves del documento.
El euskera como «eje»
Dominio de las dos lenguas oficiales al finalizar la ESO
La educación vasca se estructura como un sistema multilingüe cuyo «eje» es el euskera, y se articula a través de dos lenguas oficiales (euskera y castellano) y al menos una lengua extranjera. El documento no hace una mención expresa a los actuales modelos lingüísticos (A, B y D) ni a un posible giro hacia un modelo de inmersión, sino que establece el euskera como «lengua vehicular» de un sistema multilingüe. Los centros educativos deberán impulsar medidas que compensen las «posibles carencias» que pueda tener el alumnado en función de su entorno sociolingüístico.
Los currículos deben garantizar el dominio de las dos lenguas oficiales al finalizar la ESO, así como el conocimiento suficiente de, al menos, una lengua extranjera. El objetivo sería «conseguir un alumnado euskaldun plurilingüe». También se quiere dar un salto en la presencia del euskera en la Formación Profesional (FP) y se pretende reforzar el uso del euskera «en la relación entre el alumnado».
Acabar con la segregación
Poner coto a la concentración de alumnos vulnerables
El nuevo sistema educativo debe evitar la concentración de alumnos vulnerables en los mismos centros, para lo que considera que «es imprescindible desarrollar proyectos educativos integrales en cada distrito o zona». El documento menciona la necesidad de adecuar el mapa escolar «en términos de equidad y rendimiento» y la «superación de las desigualdades entre el alumnado de los centros educativos» para buscar la calidad educativa. Por otro lado, se incide en que la elección de unos u otros por parte de las familias «no debe convertirse en un factor de segregación social».
Educación gratuita
Se eliminan las cuotas de escolarización
El documento establece que el Gobierno Vasco «garantizará la gratuidad real eliminando las cuotas de escolarización». Las necesidades educativas básicas de los alumnos se financiarán al 100% y se procurará una mayor ayuda a quienes se hallen en condiciones sociales más difíciles. Algo que también afectaría a las actividades complementarias y a los servicios escolares, que se regularán para «garantizar su carácter no lucrativo».
Además de la educación obligatoria, también será gratuita la FP de grado básico. La Administración deberá asegurar los recursos para ello.
Escuela inclusiva
Protocolos para atender a migrantes o contra el acoso
Siempre con el objetivo de preservar la cohesión social, la escuela vasca será «inclusiva» y desarrollará protocolos para atender al alumnado migrante, prevenir la violencia de género, asegurar la escolarización del alumnado gitano, atender al alumnado con altas capacidades, actuar ante el acoso escolar presencial y virtual, y acompañar al alumnado 'trans'.
Se citan como «imprescindibles» la adecuación del mapa escolar en términos de equidad y rendimiento; la eficiencia de los modelos de consulta y participación de las familias; y la superación de las desigualdades entre el alumnado de los centros educativos para garantizar la calidad educativa. Preservando en la medida de lo posible la libertad de elección de centro por parte de las familias.
El documento otorga también mayor relevancia a las direcciones de los centros, valorando su autonomía y su colaboración con las administraciones municipales.
