Los cazadores denuncian que nadie paga los daños que causan los jabalíes

Las relaciones entre la Federación Guipuzcoana de Caza y la Diputación no atraviesan su mejor momento. Los primeros denuncian que la institución foral lleva un año sin resarcir a los baserritarras por los daños que producen en sus tierras jabalíes y corzos. Los cazadores estiman que hay más de 300 partes por atender y señalan que esta situación está generando momentos de tensión entre los agricultores y las cuadrillas de cazadores.

La Federación advierte del «caos existente en Gipuzkoa con la caza mayor» y afirma que los grupos especializados en las capturas de corzo y jabalí llevan desde hace más de tres años sin un convenio, lo que, desde su punto de vista, repercute en la gestión por los daños que sufren los agricultores del territorio causados por las citadas especies.

Tradicionalmente, ha sido la propia Federación la que ha corrido con los gastos por los destrozos provocados tanto por jabalíes como por corzos. De esta forma, allí donde estos animales habían dejado su rastro en forma de estropicio acudía el responsable de la cuadrilla y efectuaba una evaluación.

Sin embargo, las tasaciones, a juicio de una parte de los perjudicados, se realizaban siempre a la baja y opinaban que nunca cubrían el valor real del mal causado. La Diputación modificó el sistema de peritaciones de la Federación e instauró uno nuevo, tras lo cual las valoraciones pasaron a ser realizadas por peritos profesionales.

Desde la Federación de Caza, no obstante, sostienen que los recursos económicos para abonar el trabajo de los expertos se agotó en tres meses y precisan que desde noviembre del pasado año no se realizan visitas a los afectados. La Federación afirma que «la responsabilidad es exclusivamente de la Diputación y de sus dirigentes, que modificaron todo el sistema de atención, valoraciones y compensaciones».

Los cazadores instan a la institución foral a «adoptar las medidas necesarias para solucionar los daños que genera la fauna salvaje, y de momento no está haciendo nada», dicen.

En este sentido, la Federación de Caza afirma que son más de trescientos los partes de daños ocasionados por estos animales que están sin atender desde noviembre del pasado año.

Esta situación, según denuncian los cazadores, ha generado momentos no exentos de tensión entre los dueños de los terrenos afectados y miembros de las cuadrillas. En este sentido, desde la Federación precisan que los responsables de dichos grupos «están sufriendo las visitas de baserritarras en su domicilio reclamando soluciones».

La Federación Guipuzcoana muestra su apoyo incondicional a los jefes de cuadrillas de caza mayor y añade que «no toleraremos ningún tipo de presión, ya que hay que recordar que la caza es una afición y no una obligación».

Asimismo, anuncia que iniciarán una campaña de información dirigida a los agricultores afectados en la que «se les hará saber el cambio de sistema implantado por la Dirección de Montes de la Diputación, en el que se excluye a los cazadores de dicha función llevada a cabo sin problemas y gratuitamente desde hace casi veinte años».