«Ahora nos bañamos con precaución por las carabelas portuguesas»
Playas ·
Los baños de mar de los guipuzcoanos se están viendo alterados por la molesta presencia de estas 'falsas medusas', generando alerta en el aguaLa repentina irrupción masiva de carabelas portuguesas está sembrando la duda entre los bañistas de las playas guipuzcoanas. El pasado sábado, las 15 picaduras en ... una hora en el arenal donostiarra de Zurriola hicieron saltar la alarma e, inevitablemente, muchas personas recordaron la crítica situación que se vivió en Gipuzkoa en 2023, cuando estas 'falsas medusas' golpearon con fuerza a base de sus reconocidos latigazos. No obstante, la intensidad de las picaduras este verano está siendo «leve» debido al tamaño de las carabelas portuguesas que han llegado este año, inferior al de los ejemplares de hace dos temporadas. A pesar de que la situación no es tan crítica, la incertidumbre ha llegado a las playas guipuzcoanas.
En plena ola de calor, los bañistas se ven envueltos en la encrucijada de refrescarse en el agua con el riesgo a recibir una de las dolorosas picaduras. Los hay que ignoran cualquier alerta de avistamiento, los que se bañan con precaución y los que deciden no arriesgarse. «Me da bastante respeto, no me baño por eso. He visto las imágenes de las picaduras y me dan un poco de miedo», admite la donostiarra Isabel Goikoetxea mientras da un paseo por la orilla de la playa de Ondarreta. «De hecho, solo me baño en la zona del Pico del Loro porque ahí no suele haber carabelas portuguesas».
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Enara López y su familia, en cambio, han decidido seguir disfrutando de los baños de mar con normalidad, aunque con cierta prudencia. «No es algo de lo que estemos muy pendientes, pero tenemos una niña de un año y cuando nos bañamos con ella sí que estamos más atentos», cuenta esta donostiarra afincada en Jaén. «Por ahora no hemos visto ninguna, solo en imágenes, así que tampoco estamos muy preocupados. En Granada, donde solemos ir a la playa cuando estamos en Jaén, no han llegado carabelas portuguesas este año».
«Solo me baño en la zona del Pico del Loro porque no suele haber carabelas portuguesas, me dan bastante respeto»
Isabel Goikoetxea
Donostia
La albaceteña Aurora Polo y el madrileño Miguel Illescas están pasando unos días de vacaciones en Donostia, con la mala suerte de coincidir con esta oleada de carabelas portuguesas en sus playas. «Cuando nos hemos bañado no hemos visto nada, pero nunca sabes si pueden estar por ahí porque son difíciles de ver. Les tenemos respeto, pero podemos bañarnos con un poco de atención», explica Aurora. «Ha sido una faena venir de vacaciones y encontrarnos esto, pero hasta ahora no nos ha afectado mucho el baño, aunque sí que es diferente entrar al agua con ese riesgo», lamenta Miguel.
Los bañistas de Ondarreta pudieron disfrutar ayer de un día de playa tranquila, sin apenas incidentes relacionados con las carabelas portuguesas. Solo se registraron «dos picaduras leves» y «en ningún momento se prohibió el baño», confirma Eduardo Flamarique, jefe de playas de Donostia. Por el contrario, en el lado opuesto de la ciudad se vivió una situación muy diferente. En la playa de Zurriola se notificaron «entre 10 y 15 picaduras», y los socorristas de este arenal donostiarra confirman que «alguna de ellas ha sido más grave, por 'latigazo'». Esta nueva aparición de las 'falsas medusas' obligó a izar una vez más la bandera roja –acompañada de la que alerta de presencia de medusas– y el baño quedó prohibido «durante una hora».
Por su parte, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha informado este jueves de que en las playas guipuzcoanas se produjeron ayer un total de 15 picaduras y en las de Bizkaia solo una. Ha indicado que una persona afectada se puso en contacto con el Servicio de Emergencias de Osakidetza para precisar atención sanitaria y fue atendida en el mismo lugar de la incidencia sin necesidad de ser trasladada a un centro sanitario. El balance de ayer es similar al del martes, jornada en la que se registraron trece casos de picaduras de carabelas portuguesas -siete en Gipuzkoa y seis en Bizkaia-, de los cuales dos sí tuvieron que ser atendidos en centros sanitarios.
Incertidumbre en la orilla
El rumor de esta decena de picaduras se expandió con rapidez por todo el ancho de la playa, y la bandera que alertaba de presencia de medusas no hizo más que confirmarlo. En la orilla de Zurriola se formó una estampa curiosa. Decenas de bañistas hicieron caso omiso de los avisos de los socorristas y siguieron zambulléndose en el agua, sin miedo a las carabelas portuguesas. Otros tantos observaban con recelo desde la orilla, sin atreverse a meter en el agua más que los tobillos «por temor a ser picados».
«No estamos pendientes, pero tenemos una niña de un año y cuando nos bañamos con ella sí que estamos más atentos»
Enara López
Jaén
En los casos más desconfiados se prefirió optar por la toalla y la ducha para combatir el calor, que en las horas centrales apretó con fuerza. Tal y como han confirmado fuentes autorizadas, las picaduras son «más leves» este año, pero lo que está claro es que el baño de los guipuzcoanos se está viendo afectado.
La semana se inició con 7 picaduras en las playas guipuzcoanas
Las carabelas portuguesas están desplegando sus tentáculos con efecto urticante por toda la costa guipuzcoana. La semana pasada ya se dejaron notar, sobre todo en las playas donostiarras, pero están llegando a los arenales de todo el territorio. Según datos del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, el lunes se registraron 7 picaduras en Gipuzkoa, y la cifra ascendió hasta 13 en el conjunto de Euskadi. Esto demuestra el alcance que está teniendo esta nueva llegada de carabelas portuguesas. Por ejemplo, ayer se izó la bandera roja por medusas también en Zarautz.
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