Los ayuntamientos diseñan planes para el control del material pirotécnico en Nochevieja
Las instituciones recuerdan la prohibición de lanzar cohetes y petardos en la vía pública. Advierten de los graves daños que puede generar el incorrecto uso de este tipo de artefactos, que siguen atronando tras las doce campanadas
Han transcurrido ya cinco años pero todavía son muchos los guipuzcoanos que conservan en la memoria las imágenes del pavoroso incendio que la noche de ... fin de año de 2013 destruyó un edificio de cuatro plantas en el distrito pasaitarra de Trintxerpe. Por fortuna, no hubo víctimas, pero los daños fueron cuantiosos y dejaron a los vecinos de los números 5 y 7 de Euskadi Etorbidea sin hogar. Un lustro después, el solar en el que se asentaba el edificio aún sigue vacío. Hasta que en breve comiencen las obras para levantar una nueva edificación, la parcela se ha convertido en una 'zona cero' que a todo aquel que pasa por delante le recuerda el riesgo que entraña el «bombardeo» de artificios pirotécnicos que cada Nochevieja se produce con la entrada del nuevo año.
Instituciones y organismos integrados en la red de emergencias -sobre todo policías y bomberos- reclaman a la ciudadanía que extremen las medidas de prevención. Algunos ayuntamientos incluso han emitido órdenes que prohíben el empleo de esta clase de artefactos.
Lógicamente, el consistorio de Pasaia es uno de ellos. Desde aquel fatídico suceso, el Ayuntamiento de la localidad emite todos los años en estas fiestas un bando municipal en el que, según informa Elena Viñas, recuerda a los pasaitarras que, a pesar de que éstas son fechas para divertirse y para celebrarlas con la familia y los amigos, «son sobre todo días para actuar con responsabilidad». Y a la responsabilidad de cada uno de los vecinos y visitantes apela en el mismo texto para que en Nochevieja no lancen artefactos pirotécnicos o elementos que conlleven el uso del fuego.
El lanzamiento de cohetes y petardos se ha reducido en este tiempo de forma considerable en el municipio, pero no ha llegado a desaparecer por completo ni en Trintxerpe ni en sus zonas más cercanas. Por ese motivo, el Gobierno municipal que encabeza la alcaldesa, la socialista Izaskun Gómez, recuerda que la mayoría de las casas que se erigen en los cascos antiguos de San Pedro y de San Juan disponen de una estructura de madera y que, en consecuencia, cualquier chispa acarrearía una situación «de una gravedad incalculable».
«E igualmente grave sería un incendio en cualquiera de los distritos que conforman nuestro municipio, situación por todos conocida y sufrida sobre todo en Trintxerpe», añade Gómez.
Desde el Consistorio informan a quienes lancen artefactos pirotécnicos que se requiere de una autorización que han de tramitar con anterioridad en las dependencias de la Ertzaintza, ya que se trata de una competencia del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, y que cualquier incidente provocado por el lanzamiento de pirotecnia sin contar con la mencionada autorización acarrearía consecuencias civiles y penales a los responsables.
Eibar no tiene norma, Irun contempla multas y Donostia control policial
«El uso indiscriminado y descontrolado de estos elementos lanzados contra personas, animales o bienes es considerado delito y como tal punible», advierten.
La primera edil de Pasaia señala, además, que el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la Policía autonómica para efectuar controles en todo el municipio como «refuerzo» a los agentes de la Guardia Municipal que estarán de servicio esa última noche del año.
«Sentido común»
En Donostia, la Guardia Municipal también advierte del «riesgo y las molestias» que pueden provocar estos cohetes y petardos, y alerta del peligro de un uso incorrecto. Desde hace ya unos días, la Guardia Urbana mantiene un dispositivo específico para el control de su utilización que incluye además la vigilancia de comercios que puedan vender de manera irregular este tipo de artilugios.
El concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Martin Ibabe, pide a la ciudadanía que actúe con «sentido común para que la última noche del año sea una celebración y no haya que lamentar incidentes por el uso indebido de petardos y cohetes». Ibabe recuerda además que «está prohibida la utilización en la vía pública de petardos, cohetes o bengalas».
El concejal subraya que, pese a dicha prohibición, hay establecimientos que están autorizados a la venta de dichos artefactos pirotécnicos, si bien advierte de que estos comercios han de cumplir con determinados requisitos, tales como no vender unidades sueltas fuera del envase o respetar las edades mínimas para la comercialización. Igualmente, recuerda que los productos deben poseer el correspondiente marcado CE y estar catalogados. Por último, destaca que queda «expresamente prohibida» su venta ambulante.
Consejos
-
Mantenimiento: No guardar artefactos en los bolsillos.
-
Manipulación: No manipular sus componentes, ni extraer su contenido. No sitúen nunca los petardos dentro de ladrillos, botellas, etcétera. Al explotar producirían metralla.
-
Seguridad: No lanzar ningún petardo contra personas o animales. No lanzarlos con la mano. Sitúe siempre el artículo pirotécnico en el suelo y encienda la mecha por el extremo. De esta manera le dará tiempo a retirarse.
-
Combustión: Vigile que no haya artefactos o líquidos inflamables a su alrededor.
-
Compra: Adquiera los artículos sólo a comerciantes y profesionales autorizados para ello.
-
Fallo: Si un petardo no se enciende bien, no lo toquen hasta pasada media hora.
El responsable de Seguridad Ciudadana y Protección Civil donostiarra, también destaca que los menores de edad que no vayan acompañados de una persona adulta y lleven estos artefactos, «en virtud de la edad de quien los porte, serán sancionadas y se decomisará el material». Y añade que «lo mismo ocurrirá, en el caso de las personas mayores de edad, si la cantidad y clase de los artefactos pudiera suponer que la detonación simultánea generara riesgo». Por todo ello, Ibabe pide a los ciudadanos que «si van a usar este tipo de artefactos no lo hagan en la vía pública, ni los lancen contra fachadas de viviendas o en zonas próximas al monte o bosques».
En Pasaia, se exige una autorización de la Ertzaintza para lanzar estos artefactos
El Ayuntamiento de Irun se pronuncia en términos similares y recuerda que la ordenanza municipal prohíbe expresamente el uso de petardos, bengalas y similares «en la calle, salvo autorización expresa». En este sentido, detalla que la infracción puede alcanzar hasta los 750 euros de multa.
El consistorio irundarra señala que en los últimos años se viene detectando un «uso irresponsable y peligroso» de estos elementos en Nochevieja. Por ello, desde el área de Policía Local afirman que su empleo está prohibido, ya que representa «un peligro para la integridad física de las personas y sus bienes».
Por edades
También pone de manifiesto que la venta y adquisición, únicamente se permite a mayores de 12 años, pero solo productos luminosos -tipo bombetas- o, para mayores de 16, petardos calificados como de baja peligrosidad y bajo nivel de ruido. «Para todo lo demás, es necesario ser mayor de edad y contar para su uso con autorización expresa», indican.
El Ayuntamiento de Irun informa igualmente de que establecerá un dispositivo especial «dirigido a la vigilancia de posibles lanzamientos que se puedan producir» y recuerda que los teléfonos operativos de atención a la ciudadanía para recibir avisos por estas y otras cuestiones son el 092 y el 112.
En Eibar, por su parte, «no existe una normativa local y lo único que se aplica es lo ordenado por el Gobierno Vasco», afirma el jefe de la Policía Municipal, Jon Crucelaegi, según informa Alberto Echaluce. La ciudad armera no es ajena al estallido de petardos y cohetes en estas fechas. Ya los hubo en Nochebuena y volverán con la llegada del nuevo año.
El año pasado, una empresa solicitó licencia municipal para abrir en el barrio de Amaña una tienda para vender este tipo de productos. Los vecinos de los pisos superiores se opusieron a que se otorgara la licencia y solicitaron amparo al Ayuntamiento. Tras una reunión de la Comisión de Gobierno municipal, se descartó conceder licencia a la franquicia que tenía ya alquilado un local para la venta de piroctenia y otros elementos similares.
Desde Palmeras en el cielo a cajas chinas
En Pirotecnia Astondoa se hallan inmersos estos días en una frenética actividad. No es de extrañar. Sus elaboraciones gozan de gran aceptación entre el público y no solo vasco. Carlos Rivero, gerente de la firma vizcaína, reconoce que a oferta para estas fechas es muy variada. «Hay personas que vienen buscando cohetes de potencia, de más explosión y de ruido. Y los hay quienes prefieren más color, ya que el 31 de diciembre les apetece ver palmeras en el cielo y colores». Hay muchísimos gustos», afirma.
La oferta, sin embargo, no se queda ahí. Hay también quienes buscan las denominadas baterías, conocidas como cajas chinas. «Es un conjunto de fuegos artificiales, digamos que de bolsillo. Sus precios son variados, desde 15 euros hasta 150. Es como una colección que saca varios efectos con una sola mecha». Rivero señala que este producto goza de buena aceptación. «En algunas comunidades de vecinos, hay personas a las que después de lanzar estos artefactos les piden año tras año que los repitan».
El gerente de Astondoa también destaca otro producto asimismo muy solicitado como son las fuentes o surtidores «que no hacen mucho ruido, son crepitantes. Duran más de un minutos y ofrecen luz y algún silbido».
Aun cuando el abanico es interminable, Rivero reconoce que la gente tiende al cohete tradicional de color y a los petardos. «Pero ambos productos no siempre van unidos. El petardo lo adquiere un público más joven, con menor poder adquisitivo, siempre, por supuesto, mayor de 18 años. No se puede vender por debajo de esa franja de edad», precisa el directivo de la marca pirotécnica.
La atracción del cohete
Afirma que los cohetes resultan atractivos para gente experimentada. «Suben mucho y resultan espectaculares. Y para los que no tienen tanta tradición, están bien las baterías de las que hemos hablado antes».
El gerente de la pirotecnia recuerda que para la manipulación de los artefactos de mayor potencia es primordial respetar las normas de seguridad. «Cuando alguien nos compra cohetes, la siguiente pregunta que hacemos es si dispone de una plataforma para lanzarlos. Al final, un cohete no deja de tener una carga importante de materia explosiva. Siempre recomendamos que tengan un área donde lanzarla para poder dirigirla hacia arriba, en vertical, y que no salga torcida. Y para el que no la tenga, le proporcionamos una tablilla que, por un lado, protege la mano y al mismo tiempo sirve de lanzadera, que permite orientar el artefacto. Para nosotros es primordial que el cliente sepa que está comprando un producto que tiene cierta peligrosidad y que ha de utilizarlo adecuadamente».
Por ello, Carlos Rivero sostiene que jamás hay que dirigir el cohete hacia fachadas de viviendas o a la vía pública. «Si un aparato de estos se cuela en el salón, te hace un estropicio. La gente ha tener máxima precaución. Debe respetar la normativa de los ayuntamientos y seguir nuestras indicaciones».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión