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«Escuché el ruido de la avioneta, seguido de un crac y luego todo quedó en silencio»
Los dos cuerpos sin vida de los tripulantes ya han sido encontrados
Juan María Eizmendi, del caserío Ernataiz, fue de los pocos vecinos de Errezil que escuchó los últimos rugidos del motor de la avioneta ... que ayer se estrelló contra una escarpada ladera del monte Hernio, un siniestro que se saldó con el balance de dos personas muertas. «Sería la una de la tarde cuando todo sucedió. Yo estaba en el exterior del caserío cargando hierba y he escuchado el ruido del motor. Había mucha niebla. El sonido del aparato era suave. Se iba alejando cuando de pronto he oído un crac, un golpe fuerte, y a partir de ese momento se ha hecho el silencio, el motor ha dejado de sonar».
Eizmendi dedujo al instante que algo grave había sucedido. Echó mano al teléfono y marcó el número del Ayuntamiento. «Mi intención era llamar al alcalde para contarle lo que había sucedido, pero no me cogían, saltaba el contestador». Eizmendi insistió aunque seguía sin obtener respuesta. «He recordado que tenía el teléfono del alguacil. Le he llamado pensando que estaba en el pueblo pero, casualidad, se hallaba en Huesca. De todas formas, le he dicho lo que había sucedido y parece ser que ha sido él quien luego ha dado aviso a la Ertzaintza», relata el vecino.
Fue así como comenzó el operativo de búsqueda de la avioneta ocupada, al parecer, por dos personas que a primera hora de la tarde se estrelló en el monte Hernio, de 1.078 metros de altitud. Fuentes de Aena indicaron que la aeronave, modelo Piper, similar a la que en julio de 2006 cayó en el barrio debarra de Lastur, procedía de la localidad portuguesa de Cascais y volaba rumbo al aeropuerto de Hondarribia con los dos tripulantes a bordo. Las mismas fuentes, así como el coordinador del operativo de búsqueda, Iñaki López, señalaron que se perdió contacto con el aparato minutos después de la una de la tarde, cuando se hallaba en tránsito entre Bilbao y Hondarribia.
A partir de ese momento, los responsables de coordinación de emergencias pusieron en marcha un operativo de búsqueda con unidades de tierra de la Ertzaintza y bomberos y un helicóptero. También acudieron efectivos de la Cruz Roja. La intervención del helicóptero, sin embargo, apenas sirvió de nada, ya que la intensa niebla presente en el lugar imposibilitaba que el piloto pudiera hacer vuelos de aproximación sobre la zona en la que se sospechaba que había tenido lugar el siniestro.
El coordinador de emergencias precisó que en torno a las tres menos cuarto de la tarde, los bomberos de Gipuzkoa localizaron los restos calcinados de la avioneta, así como el cuerpo de uno de los tripulantes que volaba en la aeronave.
La víctima, según las mismas fuentes, se hallaba a unos quinientos metros de las bordas existentes en el paraje conocido como Zelatun, a 841 metros de altitud. Fuentes consultadas indicaron que el cuerpo de la víctima presentaba múltiples traumatismos y varios desgarros, de manera que no albergan la menor de duda de que el fallecimiento se produjo de forma instantánea.
En las horas posteriores, los equipos de búsqueda y rescate trataron de dar con el segundo de los ocupantes. Sin embargo, la escasa visibilidad, debido no solo a la niebla sino también a lo avanzado de la tarde, impidió que se pudiera localizar al acompañante, que finalmente ha sido encontrado este jueves a las 10.22 horas.
Ayer, al lugar acudió un médico forense del Instituto Vasco de Medicina Legal, para un primer examen de los restos hallados. Sobre las 18.15 horas, ya de noche, los equipos de rescate se vieron obligados a abandonar las labores de búsqueda, aunque el lugar quedó preservado por los investigadores con la presencia de un retén policial. Las condiciones en las que el personal se vio obligado a desarrollar su labor era de tal riesgo que incluso se descartó la evacuación del cadáver hallado. A la zona solo se podía acceder encordado y mucha precaución. Los trabajos se se han reanudado hoy por la mañana
Comienzan labores rastreo en monte ernio.Lanean berriro pic.twitter.com/XQLHgkPcC9
— SOS Deiak - 112 (@112_SOSDeiak) 10 de enero de 2019
Investigadores del Ciaiac
Una vez concluyan las labores de rescate, los restos de la aeronave, que quedaron desperdigadas por la rocosa ladera, serán objeto de un minucioso análisis por parte de los técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac). Se trata de un organismo adscrito a la Subsecretaría del Ministerio de Fomento, encargado de realizar la investigación de los accidentes e incidentes de aviación civil que se producen en el Estado español.
Corresponderá a ellos determinar si el siniestro fue consecuencia de un error humano o técnico, o bien pudieron concurrir ambos factores. Lo único que se conoce de momento es que a la hora del accidente el cresterío del monte Hernio permanecía cubierto por la niebla.
Personal del equipo de salvamento que llegó hasta el lugar en el que se produjo el accidente explicaron que la avioneta se quedó a menos de cincuenta metros de superar la cumbre. Ello induce a pensar que el altímetro de la aeronave pudo haber marcado una altitud errónea a causa de una posible anomalía en el cuadro de control.
Gipuzkoa llevaba diez años sin registrar un accidente de aviación. El último se produjo en en 2008 en el peaje de la autopista en Irun, en el que no hubo víctimas.
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