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Las 10 noticias clave de la jornada

UN ANIVERSARIO FELIZ Y UN NACIMIENTO

MITXEL EZQUIAGA

Jueves, 11 de octubre 2018, 08:54

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Cierra San Sebastian Gastronomika una edición redonda, la del 20 cumpleaños, que ha servido más para mirar hacia el futuro que para recrearse en el pasado. El concurso de parrilla de ayer es el símbolo de esa filosofía: el ganador del certamen es un asador que nace justamente ahora, aunque arropado por la sabiduría de la veteranía. El asador Ana Mari, que se abre en los próximos días en el precioso local del Irun rural que acogió el Labeko Etxea, es el nuevo proyecto de Javier Bereziartua y su familia, con su hijo Borja al frente, aunque mantendrá también en Portuetxe, ese clásico, con sus socios de siempe. En el nuevo asador tendrán como parillero a Unai Paulis, sabio de las parrillas que ya ha trabajado en lugares con casta como la sidrería Zelaia, y que ganó ayer con la compañía de Cárnicas Goya, otra firma ganadora el año pasado. Así que unos 'nuevos', pero con experiencia, ganan una de las pruebas más populares.

El congreso echó ayer el cierre con cifras de récord en congresistas, participación y repercusión. El modelo de congreso gastronómico no está muerto, como dijeron algunos agoreros, sino en transformación: los profesionales siguen necesitando un lugar de encuentro donde aprender, conversar, comprar o vender. Y San Sebastián encontró la fórmula con esta cita en la que el rigor convive con la diversión.

San Sebastian Gastronomika es un elemento de proyección mediática de Gipuzkoa y una especie de «festival de los fogones» que se expande a multitud de escenarios más allá del Kursaal. Numerosas iniciativas se suman al programa oficial, en una especie de Off Gastronomika. Aizpea Oihaneder triunfó con su cena en el Xarma, a la que invitó a cocinar a otras damas de la cocina. Juan Mari Humada llena su restaurante de chefs de primera línea que buscan en su Hidalgo de Gros cocina verité. Y la Parte Vieja se convierte en una especie de congreso ambulante y feliz. El homenaje a Hilario Arbelaitz de Maca de Castro, su 'aprendiza' que ahora brilla en Mallorca, fue otro emotivo momento de un año de emociones.

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