Alumnos de ingeniería de la UPV denuncian la «dificultad desproporcionada» de un examen

Organizados en tres hileras y manteniendo las distancias de seguridad, a las 12.30 horas han entrado en el edificio con una pancarta que rezaba «¡No a los abusos en la evaluación! Duración y dificultad proporcionales al examen», bajo la firma del colectivo Unibertsitateko Indar Batasuna (UIB). «Nos movilizamos por el descontento del alumnado. Creemos que el tipo de evaluación no es el correcto», ha explicado Saioa Etxegia, de la organización UIB, la herramienta estudiantil que nació en 2018 con el objetivo de «unir fuerzas en los sectores de la clase obrera de la universidad y defender sus intereses en el marco universitario».

El Consejo de Estudiantes envió un escrito con 180 firmas a la universidad el pasado 18 de abril en nombre de las personas que estudian los grados de Ingeniería Mecánica, Electrónica y Automática Industrial, Eléctrica y Civil. El documento denuncia «la disconformidad de los alumnos matriculados en la asignatura de Mecánica de Fluidos frente a la dificultad y tiempo del examen realizado el día 16 de abril del 2021». Aseguran que «existe un gran abismo entre lo dado en clase y lo exigido en el examen».

En respuesta a esta denuncia, la facultad emitió un comunicado en el que asegura que «el nivel exigido en el examen» al que se refiere la queja es «adecuado y acorde con el nivel impartido en clase». Etxegia considera que «la respuesta no ha sido para nada positiva. No están escuchando a los alumnos».

No se trata de un problema nuevo. Esta situación se viene denunciando años atrás por los alumnos de ingenierías desde que se implantara el Plan Bolonia en la educación universitaria. «Antes del Plan Bolonia era una asignatura de un año, ahora se imparte en un cuatrimestre y el temario no se ha reducido. La presión de estudio es mayor», denuncia Chaime Campo, estudiante de Ingeniería Civil, que cursa la asignatura por segunda vez y quien lleva un año quejándose al profesorado.

«En el examen entran ejercicios que no se imparten en clase. Además, es un examen de dos horas y media y no es suficiente. Hay profesores que aun con su carrera y su máster, tardan dos horas en hacerlo. No pueden exigir a sus alumnos hacer la misma prueba en media hora más», se queja un compañero de Campo que prefiere no dar su nombre, y quien cursa la asignatura por tercer año consecutivo. Este estudiante asegura que en el examen «siempre vienen con ejercicios nuevos que no hemos visto en clase. Al final no es cuestión de estudiar, es cuestión de que ese día te salga un buen examen o que te aparezca la Virgen María». Los alumnos aseguran que tienen compañeros que «están en quinta o sexta matrícula» de la asignatura Mecánica de Fluidos.

En la facultad de ingenierías de Donostia se respira un ambiente de indignación estudiantil. «Nosotros pedimos medidas concretas. Pedimos que el examen sea proporcional, en tiempo y dificultad, al temario impartido en clase», apunta Alvaro Muñoz, estudiante de tercer curso que también repite la asignatura en cuestión. «También nos reunimos para quejarnos por una dirección que no ha tomado cartas en el asunto y le da igual nuestra situación. Les parece normal que solo aprueben 18 de 400 personas. En mi grupo somos 90 personas y no ha aprobado nadie», denuncia otro alumno de Ingeniería Civil que tampoco quiere dar su nombre por temor a «posibles represalias». No duda en afirmar que «no vamos a callarnos. Seguiremos protestando hasta que tomen cartas en el asunto».

Desde el colectivo UIB, Etxegia advierte de que «teniendo en cuenta que es una asignatura de seis créditos y el alumno dedica muchas horas de estudio, la mejor situación posible pasa por cambiar el tipo de evaluación de esta asignatura». Una evaluación pensada para cursar durante un año y que ahora los alumnos deben preparar en un cuatrimestre.