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Suklab, hamburguesas para disfrutar en Donostia

Sin duda, las hamburguesas son las grandes estrellas entre las suculentas propuestas que encontraremos en la oferta gastronómica de Suklab, en Donostia, y eso que hay alguna que otra opción que el mero hecho de leerlo se te hace la boca agua, pero, eso vendrá después. Volviendo a sus hamburguesas, de buen tamaño, de esas que solo con echarles un primer vistazo ya sabes que te van a hacer muy feliz.

Por un lado, la Smash Burger, que la puedes elegir de txuleta o veggie. Se han unido a la moda de estas hamburguesas, que al final se trata de una pieza de carne más fina, bien aplastada, aportándole un toque caramelizado que acompaña a la perfección la carne. En Suklab la acompañan con una salsa de dos quesos, que es puro placer, Agour y Cheddar se dan la mano para nuestro goce y disfrute. Para redondear cada bocado, una mayonesa rosa casera, pepinillos de la casa y un salteado de cebolla y bacon. A hincarle el diente y a disfrutar, no os puedo decir otra cosa.

Por otro lado, la tradicional hamburguesa de txuleta. Una pieza de carne de 180 gramos, una señora hamburguesa, donde mantienen la esencia y el sabor de la carne, cocinada en su punto, y, cuya vestimenta tienes que elegir tú. En mi caso, la vestí con bacon crujiente, cebolla asada, salsa Cheddar y una salsa Tártara que está de muerte, sin olvidarme de la lechuga, tomate y pepinillos caseros, que siempre van como base. Todo ello en pan brioche, que le aporta un toque dulce más que interesante. Fue darle el primer bocado y entender perfectamente el por qué del éxito de este plato. Es curioso el juego que plantean para que elijas tu hamburguesa, básicamente, dejan en tus manos que te la montes, eligiendo la carne, txuleta o pollo, y la composición. Un divertido juego, para, en parte sentirte por un ratico cocinero.

Poco más de un año lleva en marcha Suklab, el laboratorio culinario de David Martinez, Javi Yeregui, Chesko Salas y Xabier de la Maza. 4 personas, con amplia trayectoria en el mundo de la hostelería, que se han unido en torno a este proyecto para jugar, probar nuevas propuestas, nuevos platos y hacer disfrutar al cliente a través de su cocina. Su principal objetivo es que el cliente salga satisfecho de la experiencia, que se sienta y sea feliz. Parten de un exquisito cuidado de la materia prima, que es clave en su cocina, para, partiendo de una cocina tradicional, ofrecer una visión actualizada de la misma. Una cocina vistosa, atractiva, que primero se come con los ojos, y, que luego invita a comerlo con las manos. Una cocina sin límite, que mira y bebe de diferentes culturas gastronómicas, que invita a compartir y a ensuciarse. Una gran cocina informal.

No voy a ser yo el que quite merito a las hamburguesas de Suklab, ni mucho menos, que si sois amantes de una buena búrguer, estas dos no os van a decepcionar, pero, dejarme que os recomiende dos platos que me sorprendieron y gustaron mucho, dos platos que plantean juegos de sabores que se convierten en fuegos artificiales en boca.

Por un lado, el arroz cremoso de chipirones en su tinta es puro placer, puro sabor a mar. El arroz lo cocinan con un fondo de marisco, potenciando el sabor del mar, y luego le aportan el toque negro de la tinta. Pero lo mágico es el juego de sabores que se plantea con la salsa criolla, elaborada con cebolla morada, cilantro y lima, puro frescor en boca, que combina a la perfección con el sabor del arroz y los chipirones. Que no se me olviden los chopitos crujientes y el alioli que terminan redondeando el plato. Un señor plato.

Por otro lado, el sándwich de Pastrami, un señor sándwich de Pastrami. Siguiendo la filosofía de Suklab, primero se come con la vista, por su tamaño y el juego de vistosos colores que tiene. Luego, es meterle el primer bocado y viajar al paraíso. Empezamos por el pan, una buena hogaza integral con centeno, que ya le aporta personalidad, el Pastrami en sí juega en otra liga, y, luego la mezcla de la mayonesa de miel y mostaza, encurtidos caseros elaborados con vinagre de manzana, y la ensaladilla de col, es una explosión en boca, maravilloso.

Otras buenas opciones que probé en mi visita a esta hamburguesería donostiarra y que me parecieron muy interesantes, son: la ensalada de burrata, una burrata cremosa, pura delicia y al que le aportan carácter marinándola con aceite de trufa, vinagre bálsamico, sal y pimienta, y que acompañan de rúcula, aguacate, tomates confitados y pesto; el delicioso tartar de atún rojo; el burrito planchado de carrilleras, conexión vasco-americana; la crema volteada, que es un etilo de flan, más consistente, un postre peruano; o la sorprendente tarta de queso. Un lugar donde juegan y prueban en la cocina, un laboratorio culinario, eso es Suklab. On egin!

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