Gastronomía | Restaurantes
Restaurante Lanperna, cocinando el marUna cocina tradicional donde destaca la calidad del producto seleccionado
Txangurro a la donostiarra, sin duda, uno de los grandes iconos de la gastronomía local, de la cocina donostiarra. Ese guiso de txangurro y verdura, ... con mucho sabor, que es como comer el mar a bocados. Con la fina carne del txangurro, bien desmigado, resultado de un trabajo laborioso, y, bien guisado con las verduras. Un plato que no es fácil encontrar en las cartas de nuestros restaurantes, aunque casualmente haya aparecido en mis últimas dos visitas que os he contado en esta página semanal. Fue el penúltimo pase en mi visita a Lanperna. Un cuenco, con ese toque final del gratinado de mantequilla y pan rallado, que es característico en esta elaboración. Fue meter la cuchara en el cuenco y a primera vista ver que lo que más prevalecía era la carne de centollo, fue meterla en la boca y sumergirme de lleno en el mar. Puro sabor a txangurro, aunque sea el protagonista del plato, es verdad que normalmente se busca un equilibrio entre el marisco y las verduras, pero, en Lanperna hacen una apuesta firme por ceder todo el protagonismo al centollo, cocinando el guiso con poca verdura y aportándole personalidad y potencia al plato añadiéndole salsa americana. Un plato donde disfruté cada bocado, los degusté tranquilamente, sumergiéndome en sus sabores, en sus detalles. Bocados maravillosos, puro placer, un gran homenaje a nuestra tradición culinaria y a nuestro mar.
Lanperna
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Dirección San Marcial, 50
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Teléfono 943427577
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Comedor 1 para 30 comensales/1 en el bar para 60 personas
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Cierre Nunca
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Precios Carta 80€Platos: Croqueta de txangurro 6,50€
Pastel de pescado 7,50€Almeja fina gallega a la marinera 36€Txangurro a la donostiarra 38€Arroz con almejas 32€Pantxineta tradicional 10€
Abierto hace apenas mes y medio, levantó su persiana por primera vez el 29 de mayo, Lanperna es el proyecto gastronómico del matrimonio Félix Jordán Val, Ana Zalba Almandoz, y su hijo, Joseba Jordán Zalba. Son tercera y cuarta generación de la pasión y conocimiento pescatero de Sagastume, siendo Gabriela Iñale la pionera, la que dio los primeros pasos y montó la primera pescadería en 1939. Hace 5 años dieron un paso de gigante en su trayectoria, cogiendo las riendas de la marisquería ubicada en la esquina entre el Boulevard y la Calle Legazpi. La clientela les preguntaba a ver donde podían consumir los maravillosos productos que exhibían en su mostrador o si los podían comer en la propia pescadería. Ese fue el germen de lo que hoy es Lanperna, en esas preguntas les empezó a crecer la inquietud y las ganas de emprender su propio proyecto gastronómico, el producto ya lo tenían, solo faltaba encontrar el lugar ideal, y, lo encontraron en el antiguo bar San Marcial, historia de nuestra gastronomía. Aunque sea un proyecto de familia, Joseba es el que más presente está en el día a día, un joven que lleva inmerso en el mundo pescatero desde pequeño, que ha ido creciendo y aprendiendo al lado de sus padres.
El mar y sus productos son los auténticos protagonistas y los pilares de la oferta gastronómica de Lanperna. Productos de primerísima calidad, seleccionados, buscados en sus lugares de origen, para, luego vestirlos lo mínimo posible, cocinarlos lo justo, para que luzcan en su máxima expresión en el plato. El cuidado del producto es la gran apuesta del restaurante. Cuentan con un vivero propio que es puro espectáculo con sus nécoras, centollos, bueys, cigalas, bogavantes y langostas, que van directamente a la cocina si os apetece daros un señor homenaje. Sentarse a comer es viajar a través de los grandes mariscos y pescados, disfrutar de ellos, y, ser feliz. Un placer para todos los sentidos.
Lanperna cuenta con dos espacios, el bar y el restaurante, donde poder disfrutar de buenos pinchos como el matrimonio, el salpicón de marisco, el pulpo con vinagreta, el pastel de pescado, la croqueta de txangurro o el mejillón relleno; o darnos un señor homenaje con el plato de bogavante con huevos rotos o cualquiera de sus maravillosas piezas de pescados asados a la parrilla, como el besugo, el virrey, el rodaballo, el lenguado o el rape.
Sabor a mar
Mi visita a Lanperna tuvo dos fases. La primera, puro producto, puro sabor a mar, la magia de la sencillez, el producto en su desnudez: anchoa en vinagreta, elaborada en casa, como aperitivo; unas coquinas de Huelva cocinadas con un poco de txakoli, aceite, perejil y ajo, puro vicio, un empezar y no poder parar; las navajas gallegas a la plancha, de tamaño generoso, puro sabor; y, la gamba de Palamós a la plancha, pura elegancia. Un viaje marítimo y gastronómico maravilloso.
En la segunda fase un viaje a través de la tradición culinaria, de nuestro recetario histórico, empezando por el mencionado txangurro a la donostiarra, y, terminando con un arroz con almejas, elegante y fino en boca, un arroz meloso acompañado de unas deliciosas almejas, que es uno de los grandes platos del restaurante. Para terminar, una dulce pantxineta, la guinda ideal a una cena que fue un homenaje, un lugar donde disfrutar del mar. On egin!
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