Las diez noticias clave de la jornada
El simpático y profesional equipo del Benta-Aldea,preparado para hacer gozar a sus fieles comensales. FOTOS; IÑIGO ROYO
Restaurantes

Bodegón Benta-Aldea: Una tasca poligonera de muchos quilates en Anoeta

Centro de atracciones del papeo de primer orden, sin volverseloco y a tiro hecho, como gusta al vasco currela y madrugador

Domingo, 7 de noviembre 2021

El local que hoy les traigo lleva muchos años abierto al público y alojado en un polígono industrial al uso, rodeado de talleres y de esa frenética actividad laboral que necesita de una barra y una mesa bien atendidas, pues a todas horas apetece soltar el alicate y tomarse un café cortado, un bocata de tortilla de patata a media mañana o calzarse un menú del día con su sopera plantada en la mesa. Raro es el polígono en Euskadi en el que no se coma estupendamente, pues lo mismo sirven caldo que se lían la manta a la cabeza con el guisoteo o con una fabulosa carta de vinos para celebrar la venta de una fresadora o un buen contrato de mantenimiento de máquina herramienta.

Publicidad

En Benta-Aldea se bate el cobre una segunda generación de la familia Garmendia, pues los patriarcas curraron como bestias y pasaron el testigo del local a los infantes, que siguen peleándose las alubias desde la misma barra, en el fogón de la cocina y en el resto de dependencias del establecimiento, el amplio comedor, el despacho de vinos y ultramarinos y las cinco habitaciones de la primera planta. Oyeron bien, ¡sí!, gestionan dos tiendas, un asador, una tasca y un hostal rodeados del paisaje característico de los pueblos currelas de nuestra tierra.

Bodegón Benta-Aldea (Anoeta)

  • Tipo: Tasca de poligonero

  • Dirección Polítgono Industrial Benta-Aldea

  • Contacto: Teléfono 943 654 079 | Web: www.bentaldea.com

  • Con quién Con amigos / En familia / Negocios

  • Precios: Costilla de ternera con pimientos 9.50 euros / Bacalao con tomate 9.50 euros / Huevos con tocineta 9 euros / Jamón ibérico 15 euros / Anchoíllas con bonito 12 euros / Lomo con huevos, pimientosy patatas 9.50 euros

La justificación que lleva a un individuo a comer a este garito de Anoeta es el habitual cliché del vasco currela y madrugador que llegando la hora de comer, acude a un centro de atracciones del papeo de primer orden, sin volverse loco y a tiro hecho. Aquí, además, puedes almorzar desde bien temprano embutido en tu buzo de trabajo de Mahón, calzarte un par de huevos fritos con panceta y correr de nuevo al torno, a tu despacho o a tu cabina de chapa y pintura para seguir con la faena hasta que apriete de nuevo el apetito. Entonces toca lavarse las manos con piedra pómez, ponerse un jersey al hombro y salir pitando a este bareto poligonero a pimplarte un vino, una caña bien tirada o una botella de sidra antes de pasar a la mesa a meterte entre pecho y espalda cualquiera de esos platillos que reconfortan el espíritu y reemplazan esa cocina doméstica que a todos gusta de primero, segundo plato y postre de sugerentes enunciados, ensaladas ilustradas, potajes con fundamento, carnes con guarnición y pescados del día, flan, natillas, macedonia y tarta de la casa.

Pero el lugar se crece y se pone bravo con una carta de categoría bien resuelta si uno va con la intención de gastarse los duros para celebrar la vida, sin más, o quiere aflojar la cartera con los distribuidores, el equipo comercial o un cliente que vino desde Albacete, 'una vieja y un viejo van pa Albacete, y en mitad del camino va y se la mete, va y se la mete'. Es una declaración de intenciones su almacén de vinos y ese colmado instalado en el umbral del establecimiento, pues caminas embobado hasta tu mesa contemplando todo tipo de manjares y golosinas líquidas y solidas, apiladas en los estantes como si de una cueva de Alí Babá se tratara. Botellas de vino, aguardientes, embutidos, embuchados, bacalao, conservas de pescado, anchoíllas en salazón, troncos de bonito en aceite, vermús y todo tipo de artillería te van iluminando la sonrisa mientras enfilas hacia la mesa para calzarte unas pochas viudas, una ensaladilla rusa o un bacalao con fritada de tomate y pimientos. Se salen del mapa las combinaciones de huevos fritos 'con todo', lomo de cerdo, pimientos con ajos, jamón pasado por la sartén, txistorra, tocineta y abundantes patatas fritas. Además, atesoran una parrilla en la que asan costillas de ternera, chuletas de vaca o grasientas piezas de cerdo ibérico del valle de Los Pedroches, que sirven guarnecidas con pimientos rojos confitados o ensalada verde con abundante cebolleta. Para rematar, tarta de queso o crema de yogur con helado de mango, café, pitillo en la terraza y si se tercia pidan los amarracos y juéguense al mus los cafés y los cubalibres.

El truco del almendruco: Comprar en la tienda

Después de ponerse púo con las especialidades de la casa es un planazo recorrerse la tienda y cargar en el maletero alguna caja de vino o cualquiera de sus golosinas de infarto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad