Joseba Odriozola, a la derecha, con su equipo en el comedor de su reputado restaurante Araneta. Juantxo Lusa
Restaurantes

Asador Araneta, restaurante genuino con sobrada 'personalidad'

En esta tierra de asadores es muy difícil marcar sendero propio y Joseba lo logra con creces, por personalidad y resultados

Viernes, 12 de mayo 2023, 18:07

Acostumbro a entrar en los tascos por la puerta trasera de la cocina y nunca se me ocurre poner cara de crítico gastronómico o 'listomari', pidiendo la carta con careto de perdona vidas. Todo lo que escribo es una farsa, porque estoy siempre con los que sudan la chaquetilla y beben la cerveza a morro, cuando terminan los servicios. Eso sí, si algo no me gusta pongo cara de tonto y punto pelota. Nunca les recomendaré a ustedes nada que no me mole, pero tampoco hago leña del árbol caído. De vez en cuando suelto puyas, pero constructivas e inofensivas y si un sitio no me place, no escribo y santas pascuas.

Publicidad

Joseba Odriozola, el patrón del Araneta, es un tío genuino, sin doblez. Posee un equipo de selección de materia prima inigualable, porque no sirve en su local nada que no se comerían sus hijas. La mayor tiene cuatro años y si le pones gulas y angulas, en dos platos diferentes, se papea las segundas a puñados, sentada en su trona. Lo mismo hace con el jamón ibérico, pues solo come si es extraordinario y recién cortado y no acerca ni la mano al serrano. De padres gatos, hijos michinos. Para llegar hasta aquí, Joseba tuvo que mamar en casa la cultura del esfuerzo y del madrugón, pues por todo dios es sabido que los que se pelean el jornal encabezando el pelotón, salen y regresan a casa siempre de noche cerrada. No falla.

Araneta

  • Dirección Meagako Errepidea, 8 (Zestoa)

  • Teléfono 943 148 092

  • web www.aranetaerretegia.com

  • Con quién Con amigos / En familia / Negocios

  • Ambiente Asador silvestre

  • Monedas 5 de 5

  • Platos Colas de cigalas rebozadas 20 euros

    Pulpo a la parrilla con crema de patata 17 euros
    Lenguado a la parrilla 59 euros/kg.
    Chuleta a la parrilla 44 euros / kg.
    Panchineta 6 euros

Se echó el petate al hombro y sin tener ni pajolera idea del oficio, profesionalmente hablando, se plantó en el Kaia de Getaria y pidió a la familia Arregi que le adoctrinara en los rudimentos y los intríngulis de la parrilla y la gestión del negocio. El primer día, Igortxo lo mandó a casa de vuelta a buscar una chaquetilla limpia, porque el bueno de Joseba se presentó con una camiseta blanca de algodón. Un año después, todos sus compañeros de trabajo en Getaria lloraron en su despedida y el chaval, con la lección bien aprendida, replicó muchos de los gestos grabados a fuego en su memoria, abriendo al público su casa de Aizarnazabal. Menudo máquina. Uno termina queriendo mucho a sus clientes y más aún a los que se te resisten y plantan cara, pero te ganas finalmente, entregados como jilgueros a un bol de alpiste. Jaque mate. A estos, los haces padrinos de tus propios hijos. En Araneta podrías celebrar tu última cena o papear todos los días sin aburrirte nunca, porque sirve «asuntos esenciales» sin complicarse la vida.

El truco del almendruco

  • Guarden sitio en el estómago Siempre repito la misma cantinela, pero no se pongan púos a entrantes y reserven sitio en la panza para el asado, reclamo principal del Araneta.

En esta tierra de asadores es muy difícil marcar sendero propio y Joseba lo logra con creces, por personalidad y resultados. Arranquen con jamón ibérico, croquetas de jamón y calamares o anchoíllas en aceite de oliva. No se pongan como cebones para llegar íntegros y con apetito a los principales, pero son también caballos ganadores las colas de cigalas rebozadas, la sopa de pescado o las almejas en salsa verde. El sofrito del tomate se cuece en la parrilla y se resuelve en un cuarto oscuro en el que el jefe se encierra con sus espetos, rejillas, besugueras, tajo, hachas, machetes, una cámara frigorífica en la que almacena el género y un montón de papel de periódico y aserrín para no resbalarse y partirse la cabeza. Cuando en las brasas se asa material pirotécnico de categoría, el suelo se pone hecho unos zorros. Eso es así.

Brilla el combustible, un peculiar carbón de encina elaborado por él mismo en una campa cercana, que aromatiza y ahúma delicadamente todo lo que posa sobre los hierros incandescentes: rodaballos, besugos, lenguados tabla, rapes, cogotes de merluza o chuletas de vaca. Si quieren celebrar el fin de occidente que se avecina, pueden encargar un burduntzi de cordero o cochinillo y despedirse elegantemente de este mundo. En cualquier caso, disfruten a saco, porque nos quedan dos telediarios.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad