De Villa Yeyette a Miramon y las nuevas instalaciones en Gros
Basque Culinary Center nació como un proyecto innovador con la idea de llevar la gastronomía a la universidad, y diez años después es un referente
En 2011 y con el objetivo de desarrollar el sector gastronómico, nace Basque Culinary Center. Desde su fundación la institución culinaria ha logrado llevar el ... oficio gastronómico al mundo académico, a la investigación y el emprendimiento. Gracias a su visión de la Gastronomía 360º ha conseguido alcanzar el reconocimiento internacional en el mundo de las cocinas. Diez años después celebran los frutos de la receta del éxito basada en la «pasión, excelencia, innovación y compromiso social» como ingredientes clave.
Desde Basque Culinary Center aseguran que antes de su aparición «no existía una formación reglada y profesional». Algo por lo que «los cocineros y cocineras de referencia demandaban la creación de un centro de formación universitaria que respondiera a las necesidades de la gastronomía con una visión innovadora y transformadora».
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La Fundación Basque Culinary Center surgió en 2009 de la mano de chefs referentes a nivel mundial –entre ellos, Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Pedro Subijana, Karlos Argiñano, Andoni Luis Aduriz, Hilario Arbelaitz y Eneko Atxa–, representantes de la nueva cocina vasca, Mondragon Unibertsitatea, empresas e instituciones públicas. Su sede original estuvo asentada en Villa Yeyette, en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. Más tarde, en 2011, la única facultad de Ciencias Gastronómicas del país llevó el arte culinario a la universidad y comenzó su andadura con una primera promoción en la que debutaron 36 alumnos. Así, el Grado universitario en Gastronomía y Artes Culinarias, ya con diez promociones, ha formado a casi 500 alumnos. Con los años y la creciente demanda curso tras curso fueron ampliando su oferta académica. El primer curso de la promoción 2020-2021 ha contado con 110 nuevos estudiantes de 15 países.
Fama internacional
La facultad daba pasos de gigante y, tras trasladar sus instalaciones al actual complejo en Miramon, el aumento de la demanda de alumnos sobrepasó las fronteras y personas de distintas nacionalidades solicitaban su acceso al grado académico. Habían consolidado su reconocimiento internacional. Ahora BCC amplía sus instalaciones y lo hace con un nuevo edificio en Gros, que no estará habilitado hasta dentro de unos años.
Con todo ello y tras 10 años de vida, la institución vasca saborea la miel del éxito y del reconocimiento a nivel mundial.
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