Javier Caneja, el ideólogo de la bodega de Narru

Javier Caneja fue elegido como mejor sumiller en los Gastronomika Sariak BMW Lurauto 2024, que se celebraron el pasado mes de mayo en el Tenis Ondarreta. Allí, rodeado de amigos y compañeros de profesión, recogió un galardón que reconoce su buen momento profesional y, por supuesto, el gran nivel que ha adquirido la bodega del Narru. «Este premio me ha cargado las pilas», confiesa Caneja.

En 'A Mesa Puesta', desgrana junto con Ainhoa Velasco, colaboradora del programa y responsable de las catas que organiza EL DIARIO VASCO, la filosofía de la bodega de uno de los restaurantes protagonistas de la escena gastronómica donostiarra, Narru. Caneja, en primer lugar, reconoce sentirse «muy gratificado. La gente está muy contenta con mi trabajo, los clientes disfrutan de nuestra propuesta de bodega, que intentamos que avance a la par que lo hace la cocina de Iñigo Peña, que es espectacular».

Ainhoa Velasco le pregunta por aquellos motivos que llevan a un sumiller a apostar por una determinada referencia. Caneja explica que lo primero es fijarse en «quién es mi bandera, y en este caso es Iñigo (Peña), su cocina, su producto. A partir de ahí, tengo una idea y tengo que casarla también con la de mi cliente, que también marcará mi criterio». Así, el sumiller relata cómo «al comienzo apostaba más por los vinos internacionales, pero es la clientela quien me dice que no, que hay que apostar por el nacional. Siempre hemos tenido la referencia del producto guipuzcoano, con su txakoli, también el vino de Rioja Alavesa… pero también nos podemos ir, por ejemplo, a Jumilla o a otras zonas que pueden proponernos ese producto nacional».

Es evidente que en Narru discurren por el mejor camino y muestra de ello es cómo ha crecido su carta, tanto en cantidad de referencias como en la calidad de las mismas. Uno de esos vinos podría ser el Beronia Reserva 2018, una etiqueta perfecta para brindar en este encuentro de ganadores del sector de la gastronomía en el que se convirtió esta cita de 'A Mesa Puesta'.

Caneja reconoce que siempre le ha gustado un vino surgido de la unión de algunos empresarios guipuzcoanos en los años 70. «Se estableció de una forma muy potente. Luego la bodega fue comprada por González Byass y ahora se le ha dado un aire más joven, con su ensamblaje, siendo un vino muy fresco en nariz y sin tanto peso de la madera. Va a ser un vino muy fácil de tomar en esta Navidad». Este «clásico de clásicos, muy introducido en Gipuzkoa y con un aire más joven», según Ainhoa Velasco, «lo será aún más».