Heisa: Una conservera de diez

Sus productos se pueden encontrar en los mejores restaurantes, en las tabernas más sofisticadas y en los bares más tradicionales. Heisa está en todos aquellos espacios gastronómicos que anteponen la calidad por encima de todo. Porque desde que arrancara su andadura allá por 1966, en un pequeño local del puerto de Ondarroa, las conservas que esta ha elaborado se han convertido en toda una garantía.

Son prácticamente 60 años (su fundación data de 1966) en los que la apuesta por la mejor materia prima y por una elaboración artesanal ha sido fundamental. Es la combinación perfecta y la que ha provocado que el éxito haya sido una constante a lo largo de todo este tiempo. Tanto en el sector hostelero como entre los particulares, ya que las conservas de esta firma vasca se pueden encontrar en los supermercados y tiendas gourmet, y por ende, en muchos de los domicilios de toda Euskadi. Esa tradición con la que han cimentado su éxito no está reñida con una constante innovación, que se materializa, por ejemplo, en la cadena de producción que se va mejorando año tras año, adaptándose a las exigencias legales, a la mejora de los procesos en favor de un mayor cuidado del ecosistema en el que vivimos y a una fabricación a medida.

Siempre manteniendo la filosofía de calidad, puede presumir de contar con un personal altamente experimentado y cualificado en la manipulación del pescado, sistemas de calidad y sistemas de prevención de riesgos laborales.

Heisa tuvo en sus primeros años la anchoa en salazón como máximo exponente de su oferta. La creciente demanda del mercado italiano fue la génesis de un número de propuestas, formatos y tamaños que ha ido evolucionando hasta lograr una diversificación que resulta fundamental para entender hoy en día el alcance de esta conservera. De esta manera, Heisa se ha especializado en semiconservas (anchoas), conservas del bonito del norte, atún claro, atún y caballa, y servicio de congelación de pescado entero (caballa), mostrando así una amplia variedad de productos.

Todo esto es posible gracias a la buena labor que desarrolla su red de colaboradores en los principales puertos de la cornisa cantábrica. Estos gestionan la adquisición, selección y transporte de las mejores materias primas, permitiendo que se incorporen al proceso productivo en unas condiciones de frescura y calidad óptimas.