Borrar
La salsa brava original se elabora tan solo con cebolla, pimentón, harina, aceite y caldo.
La despensa

Salsa brava, de Madrid al cielo de los sabores

Cuenta con infinitas versiones, pero la salsa brava original data de los 60 y se elabora nada más que con cinco ingredientes

Martes, 5 de octubre 2021, 06:52

Comenta

Ración clásica donde las haya, las patatas bravas se han convertido en uno de los platos más populares de nuestra gastronomía. Una mezcla sencilla, a base de patatas y salsa brava, que nació en Madrid en los años 60, concretamente en dos tascas de la capital estatal ya desaparecidas.

Un plato sencillo, sí, pero que no escapa al debate en cuanto a cómo deben cocinarse las patatas, así como la salsa brava. Sobre gustos no hay nada escrito y, actualmente, de esta salsa han surgido infinidad de variantes: más o menos picantes, con o sin tomate…

Pero, dejando a un lado preferencias personales, la receta original establece que ésta se elabora con tan solo cinco ingredientes: cebolla, pimentón, harina, aceite y caldo. Y en este listado de ingredientes de la auténtica salsa brava no caben otros productos como los habitualmente utilizados: tomate, ajo, vinagre, pimienta…

Su preparación es sencilla y no lleva más de media hora. Basta con pochar la cebolla picada en aceite, agregándole pimentón dulce y picante (a partes iguales), la harina y, por último y poco a poco, el caldo. Dejar cocinar aproximadamente 15 minutos, batir, colar, ¡y listo!

Así de sencilla es su elaboración, con la que se obtiene una salsa brava con un picante que, lejos de ser intenso, resulta agradable y sabroso.

Con mejillones estilo tigre, alitas de pollo, ñoquis… La salsa brava da mucho juego más allá de como acompañamiento a las patatas

Eso sí, los amantes de lo picante han de saber que es posible darle mayor o menor intensidad a la salsa utilizando, por ejemplo, mayor proporción de pimentón picante, unas gotas de tabasco o añadiendo un poco de guindilla o cayena durante la preparación.

No sólo con patatas

La salsa brava se ve, principalmente, acompañando a esas patatas en uno de los aperitivos estrella de los bares. Sin embargo, este condimento tiene vida mucho más allá de las patatas bravas, pudiendo utilizarse en cualquier otro plato que nos venga en gana.

Puedes utilizar la salsa brava, por ejemplo, para los mejillones estilo tigre, como acompañamiento para unas alitas de pollo o, cómo no, para condimentar unos deliciosos ñoquis, esa pasta hecha a base de patata.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Salsa brava, de Madrid al cielo de los sabores

Salsa brava, de Madrid al cielo de los sabores