5 recetas originales para hacer con fresas

La fresa es uno de esos regalos de la naturaleza que, al menos durante unos meses al año, podemos disfrutar sin demasiada preparación. Basta con lavarla, quitarles la parte verde (llamada cáliz) y añadirles un poco de azúcar para tomarlas. También se puede disfrutar de ellas con nata, con otras frutas en macedonia o con cualquier yogur natural.

Pero también podemos ir un paso más allá y, con un poco de imaginación y también algo de tiempo, dar una vuelta de tuerca a nuestra forma de preparar las fresas.

Y es que, por ejemplo, éstas pueden ayudar a hacer aún más refrescante el salmorejo. Tomate (el doble de cantidad que la de las fresas), un ajo pelado, pan con miga y aceite son los únicos ingredientes necesarios para esta receta. Si somos más de gazpacho, bastará con cambiar el tomate por las fresas o, si lo preferimos, jugar con las proporciones entre ambos.

Los canapés con fresa también son muy socorridos y nos servirán para jugar no sólo con diferentes sabores, sino también con texturas. Un canapé con queso feta o queso azul y acompañado de una anchoa es una propuesta con la que siempre acertarás.

Y, aunque pueda sonar sorprendente, las fresas maridan muy bien con los ahumados, así que podremos ponerlas de guarnición con el salmón o el bacalao. Si nos gusta la fórmula del tartar, las gambas casarán a la perfección con las fresas en este tipo de preparación.

También podemos reformular las clásicas peras al vino y convertir a las fresas en las protagonistas de esta preparación. Vino tinto, azúcar, canela y la piel de una naranja deben hervir alrededor de 20 minutos antes de añadir las fresas durante unos cinco minutos más. Aunque no sea habitual calentar las fresas, en este caso el resultado es sorprendente, pero muy sabroso.

Otro postre que llamará la atención de tus invitados es el de las fresas al jerez. Para que mantengan su sabor, un truco es rociarlas con vinagre y dejarlas unos 30 minutos para que lo absorban. Después, basta con espolvorearlas con azúcar y regarlas con el jerez antes de meterlas durante un rato al frigorífico. La nata puede ser el complemento perfecto.