Cecina de bisonte, un manjar en Elgoibar
Probamos este embutido nutritivo y sabroso, más suave que el tradicional de vaca
Los tiempos cambian y los restaurantes lo saben. Al mismo tiempo que un local ofrece entre sus platos las recetas que llevan funcionando toda la ... vida, es hora también de abrirse a nuevos horizontes. De ofrecer nuevos sabores, texturas e ingredientes. ¡Qué emoción cuando escudriñas una carta y encuentras algo que te remueve por dentro. ¿De qué hablamos? Por ejemplo, de la cecina de bisonte.
Lo vimos recientemente en la carta del Belaustegi, ese templo de la 'dolce vita' ubicado en el alto de San Miguel (Urkarregi), en la carretera que comunica Elgoibar con Markina. Ya les digo que nos encanta degustar sabores inéditos para el paladar. El entrante en cuestión, cecina de bisonte con queso de Idiazabal y aceite de oliva virgen (18 euros) se toma en un periquete y marida a la perfección con un tinto noble.
Les diría que respecto a la cecina más tradicional que encontramos en los restaurantes, la de vaca, ésta es más suave. Es un embutido que entra más fácil. Hay cecinas también de ciervo, de caballo, de chivo, de burro, de conejo, de liebre y hasta de Wagyu. Lo cierto es que la carne de bisonte tiene un índice calórico muy bajo, pero a su vez es rica en proteínas y minerales. El valor nutricional de esta carne es parecido al del pollo, aunque se diferencian tanto en por su ternura, jugosidad y sabor.
Carne tierna y jugosa
De textura tierna y jugosa, se puede cocinar tanto al vapor, a la barbacoa, a la plancha, al horno e incluso guisarla. Aunque se recomienda no cocinarla a muy alta temperatura ni durante mucho tiempo, ya que al no contener apenas grasa puede secarse fácilmente. En términos nutricionales el bisonte contiene una buena cantidad de varios nutrientes esenciales, como proteínas, hierro, zinc, selenio y vitaminas B. Además contiene un 30% menos de colesterol, un 55% menos de calorías, un 11% más de proteínas, un 10% más de minerales y casi un 100% menos de grasa intramuscular.
Así que ya saben. Este animal que estuvo en peligro de extinción y que está presente en nuestra memoria en tantas visitas a cuevas por su elevado simbolismo, gana protagonismo. Un programa de reintroducción de esta especie en peligro de extinción está repoblando fincas en Ciudad Real, Palencia y Jaén puede servir para prevenir los incendios forestales, ya que es un macro desbrozador que puede hacer el efecto de ocho o nueve cabras. Acuérdense de ello mientras degustan su cecina próximamente en cualquier rincón.
PD: Por cierto, ¿algún otro lugar de Gipuzkoa donde lo sirvan? Pueden escribirnos. Compartir el conocimiento es vida.
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