Elecciones generales 23-J
El PNV pierde 103.000 votos pero reivindica que será clave para la formación del gobiernoLos jeltzales en Bizkaia bajan de tres a dos diputados y EH Bildules aventaja por 31.597 papeletas en Gipuzkoa
Muy mal resultado para el PNV. Los jeltzales han dejado de ser la primera fuerza de Euskadi, perdiendo la friolera de 103.000 papeletas -con ... el 98% del voto escrutado-respecto a las generales de 2019 y han sido sobrepasados por el PSE, quedando en segunda posición. Además, la diferencia entre los jeltzales y EH Bildu es de apenas 900 votos. En el caso de Gipuzkoa, EH Bildu ha revalidado la victoria que ya obtuvo en las forales y municipales del 28-M mientras que los jeltzales agravan su caída hasta el tercer puesto, superados también por el PSE. El PNV perdió ayer 46.591 votos respecto a las municipales del 28-M .
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Parece evidente que los llamamientos de los dirigentes peneuvistas a acudir a las urnas no han dado resultado. PSE, PNV y EH Bildu han quedado en un pañuelo, con 5 escaños cada uno, pero los socialistas se han colocado por delante en número de votos.
En el conjunto de la comunidad, el PNV ha cosechado 275.782 papeletas, cuando en 2019 fueron 379.002. Por tanto, ha perdido 103.000 y baja de 6 escaños a 5. Se ha dejado en el camino un diputado por Bizkaia.
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Por territorios, en Gipuzkoa EH Bildu se ha vuelto a colocar como primera fuerza, revalidando la posición alcanzada en mayo. El buen resultado de ayer se ha podido deber a que el electorado de la coalición se encontraba muy motivado después de ver que pese a haber ganado los comicios forales, la Diputación ha vuelto a ser gobernada por el bipartito PNV-PSE, gracias al apoyo 'in extremis' del PP.
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Pulso PNV-EH Bildu
Sea como fuere, el hecho es que EH Bildu ha logrado en estas generales en Gipuzkoa 114.163 votos y 2 diputados, frente a 82.566 papeletas y 2 escaños del PNV, los de Maribel Vaquero y Joseba Agirretxea. La coalición por tanto ha superado a los jeltzales en Gipuzkoa por 31.597 votos.
Los malos datos de Gipuzkoa no han sido compensados por los de los territorios vecinos. En absoluto. En el caso de Bizkaia, donde se produce un empate a dos diputados entre las tres primeras fuerzas, el PNV pierde un escaño, que gana Bildu. Sigue siendo la primera fuerza, pero solo 5.000 papeletas por delante del PSE. En Araba el batacazo todavía es mayor, con el PNV bajando de la primera posición a la cuarta. En 2019 los jeltzales lograron 40.262 apoyos, frente a 27.676 de ayer.
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El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, durante la campaña realizó constantes llamamientos a votar en «clave vasca». En la recta final señaló que el objetivo era lograr un grupo fuerte en el Congreso, «mejor seis que cinco». Es decir, se conformaba con los escaños que ya tenían en la pasada legislatura ante el vaticinio de las encuestas que preveían que perdían uno y que se han cumplido.
Pese al mal resultado, es muy probable que el PNV vuelva a ser clave para la formación de Gobierno. En una Cámara formada por 350 diputados, la mayoría absoluta la forman 176. Alcanzar ese número obligará a pactar, como ya ocurrió en 2019. En aquella ocasión, Sánchez logró la investidura con 167 votos a favor frente a 165 en contra. En consecuencia, las seis papeletas a favor de los jeltzales fueron esenciales para que Sánchez alcanzara la Moncloa. Ahora serán cinco, pero quizá vitales.
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Así lo aseguró ayer por la noche Ortuzar, quien se mostró satisfecho por haber conseguido grupo parlamentario. «Nuestros votos serán decisivos y los utilizaremos en la defensa de Euskadi y de los principios democráticos». El presidente del EBB también reconoció que la «polarización» les había perjudicado, pero añadió que queda garantizado que «la voz vasca será escuchada en Madrid».
El PNV ya ha advertido de que su apoyo no va a ser gratis y que exigirán garantías de que lo pactado se cumpla. En la campaña Andoni Ortuzar y Aitor Esteban mostraron su enfado por el retraso en el trasvase de competencias que ya estaban comprometidas.
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El siguiente asalto -salvo que haya que repetir las generales- será en las autonómicas de 2024 y allí se podrá calibrar con más seguridad si las tendencias apuntadas en los últimos comicios se consolidan o no. Si atendemos a las pasadas cinco convocatorias a las Cortes, se constata que desde 2004 el PNV registra fluctuaciones, pero casi siempre ha sido la primera fuerza, con excepciones como la de 2011, año en el que Amaiur (izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba) logró seis escaños por cinco los jeltzales, aunque éstos lograron más votos.
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