Elecciones forales en Gipuzkoa

El PNV se abre a pactos amplios para que Eider Mendoza sea la diputada general

De esta forma, la plancha liderada por Maddalen Iriarte se ha impuesto a la de Eider Mendoza. Si alguna vez el término 'sorpasso' está justificado, es en estas elecciones. Ahora todo depende de los pactos. Vienen por delante unos dias frenéticos. El bipartito PNV-PSE que ha gobernado los últimos ocho años en la Diputación suman ahora 24 junteros, mientras que EH Bidu ha logrado 22 y Podemos 2. La mayoría absoluta la conforman 26 juntetros. Es decir, estos dos hipotéticos bloques empatan a 24. Por lo tanto, la llave la tendría el PP que cuenta con tres. Si los populares apoyan la investidura de Mendoza sumando sus votos a los del PNV y PSE (27), esta sería la diputada general. Un pacto de Podemos con EH Bildu (24) no lograría la mayoría absoluta. Otra combinación posible sería PNV-PSE-Podemos (26), que también daría la Diputación a los jeltzales.

En todo caso, el presidente del GBB, Joseba Egibar, anunció ayer mismo que la intención del PNV es presentar a Mendoza a diputada general. Es decir, negociará con PSE, Podemos y PP para lograr una mayoría de investidura. Es decir, no se repetirá el escenario de 2011, cuando el PNV desdeñó un acuerdo con el PSE y dejó gobernar a Bildu,que había ganado las elecciones.

Los guipuzcoanos han depositado sus votos y han otorgado a EH Bildu 120.587 votos, lo que supone 22 junteros. Es decir, han logrado 4.389 votos más que en 2019, lo que se traduce en incrementar su presencia en las Juntas con cinco procuradores más.

El PNV ha logrado 100.123 papeletas, 17 junteros. Este resultado supone perder 30.676 votos respecto a hace cuatro años y tres procuradores. En consecuencia, la coalición independentista ha superado a los jeltzales por 20.464 votos y cinco junteros. Este resultado, por tanto, demuestra que la polémica suscitada por la presencia en la lista de la coalición de siete candidatos que fueron condenados por asesinatos de ETA, luego retirados de las planchas, no les ha pasado factura. Todo lo contrario, ha podido incluso ser un revulsivo.

Por el contrario, la insistente campaña jeltzale en la que se ha recordado la en su opinión nefasta gestión de EH Bildu entre 2011 y 2017 no ha hecho mella. Tampoco los llamamientos a acudir a las urnas. El PNV ha puesto toda su carne en el asador para movilizar a su electorado, pero ha sido en balde.

Los socialistas mantienen su tercera posición, pero sufren un duro retroceso. El PSE ha logrado 7 procuradores, dos menos que en 2019. En cuanto a votos, han sido 49.640 frente a 62.846 en los pasados comicios. Un mal resultado, en parte lógico si tenemos en cuenta que la pugna entre nacionalistas les ha dejado poco margen para hacer visible su programa. Por otra parte, no parece que hayan rentabilizado su presencia en el Ejecutivo de coalición. Eso sí, siguen siendo indispensables como partido para conformar el Gobierno foral.

Podemos, ha pasado de 4 junteros y 32.858 votos en 2019 a 2 y 20.475 papeletas lo que supone 12.383 menos que en 2019.

Por lo que se refiere al PP, existía la incógnita sobre si el efecto Feijóo y la incorporación del joven Mikel Lezama como candidato servirían de revulsivo. A tenor del excelente resultado, bien sea por una razón u otra, o la suma de las dos, el hecho es que el PP pasa de un solo juntero a tres. En número de votos, los ha incrementado desde los 17.290 de 2019 a los 19.635 de 2023.

Por circunscripciones, EH Bildu ha vencido en las cuatro en las que se divide el territorio. En Donostialdea, la más determinante al corresponderle 17 junteros, EH Bildu consigue 6 procuradores, dos más que en 2019, mientras que el PNV logra 5 (-1), el PSE 3 (-1), el PP 2 (+1) y Podemos se queda con uno.