PNV y PSE rechazan de plano la oferta «gratis» del PP para entrar en la Diputación de Gipuzkoa

El PP realizó su oferta el pasado martes por boca de su presidente en Euskadi. Tras la reunión de la Junta Directiva regional, en la que se analizaron los resultados del domingo, Carlos Iturgaiz explicó que su partido se «presta para ayudar a la gobernabilidad» en los lugares donde resultan «clave». El objetivo, dijo, es formar ejecutivos sólidos porque el PP, subrayó, «es un partido de gobierno».

Estos problemas de gobernabilidad se pueden dar en la Diputación de Gipuzkoa donde jeltzales y socialistas suman solo 24 procuradores, frente a 27 de la oposición: EH Bildu (22), PP (3), Podemos (2). En este escenario contar con los tres junteros del PP daría la mayoría absoluta para transitar una legislatura sin sobresaltos.

El líder de los populares vascos realizó esta propuesta sin exigir ninguna contraprestación. Iturgaiz ha reiterado estos días que el voto del PP para que sea investida diputada general la jeltzale Eider Mendoza está garantizado en cualquier circunstancia, con el objetivo de evitar que se haga con el mando Maddalen Iriarte (EH Bildu). Iturgaiz subraya que esta decisión no tiene marcha atrás porque emana del presidente del partido, Núñez Feijóo, para quien la prioridad absoluta es evitar que EH Bildu lidere instituciones.

Este ofrecimiento del PP, aunque es 'gratis et amore', como dijo el propio Iturgaiz, recibió un sonoro portazo de jeltzales y socialistas, que prefieren gobernar en minoría antes que incorporarles al Ejecutivo. Una decisión que aboca a que las normas forales, entre ellas los Presupuestos, los tenga que negociar el bipartito con cada partido para sumar mayorías. Una situación radicalmente distinta a la de las dos últimas legislaturas, en las que PNV y PSE contaban con mayoría absoluta.

Pese a la evidencia de que en los cuatro próximos años vienen curvas, el presidente del GBB se mostró ayer rotundo. «Ni ha habido ni va a haber» un acuerdo político con el PP para conformar un Gobierno foral, aseguró Egibar. Además, el líder del PNV en Gipuzkoa retó a los populares a apoyar la conformación de un Ejecutivo integrado por el PNV y el PSE o si, absteniéndose, dan pie a una Diputación liderada por EH Bildu.

Y es que la aritmética parlamentaria coloca al PP en un brete. PNV y PSE suman 24 procuradores, los mismos que EH Bildu y Podemos. En consecuencia, solo votando a favor de Mendoza impedirían que la Diputación sea liderada por Maddalen Iriarte. Así que, atados de pies y manos como están, Egibar les lanza un órdago al que no pueden responder.

La actitud del presidente del GBB provocó un enfado mayúsculo en la dirección del PP vasco, donde no entienden su reacción ante la oferta de mano tendida. De hecho, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, se puso en contacto con Carlos Iturgaiz para templar gaitas y proponerle que se abra una vía de diálogo entre las ejecutivas de ambos partidos en los tres territorios históricos.

Desde el PP se indica que, como mínimo, el PNV debería responder a su oferta de garantizar la estabilidad permitiendo que los ayuntamientos de Laguardia y Labastida sean gobernados por los populares, ganadores en las elecciones del domingo. Sin embargo, en estas dos localidades alavesas podría repetirse la misma situación que en 2019 cuando, pese a vencer el PP, EH Bildu apoyó al PNV para que los jeltzales se hicieran con las dos alcaldías.

Pero no fue solo Egibar quien rechazó la oferta del PP, también lo hizo el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza. «Es algo que yo veo harto complicado. En cualquier caso, en el cierre de los flecos y de los futuros acuerdos, habrá que ver hasta qué punto se llega», manifestó.

En una entrevista en la radio pública vasca, Andueza recordó que los socialistas son expertos en gestionar instituciones con mayoría simple que luego requieran apoyos externos. «No vamos a estar cerrados a ningún tipo de acuerdo puntual –resaltó el líder del PSE– para sacar adelante presupuestos y otros proyectos estratégicos».

En su opinión, los gobiernos de coalición PNV-PSE permitirían dotar de estabilidad a las instituciones, pese a no disponer de mayoría absoluta.