«No descarto que pueda haber un acuerdo entre PNV y EH Bildu»
«Del acuerdo en la Diputación de Gipuzkoa hemos aprendido que si quieren nuestro apoyo tenemos que poner condiciones»
El PP afronta las elecciones autonómicas vascas con un nuevo candidato, Javier de Andrés, que apuesta por «mayor inversión» para Euskadi y porque «el euskera ... no sea un requisito para acceder a los empleos públicos». En caso de que sus votos sean necesarios para formar Gobierno, advierte de que no serán gratis, como sí lo fueron en Gipuzkoa. «Hemos aprendido que tenemos que poner condiciones», asegura.
– ¿La mayoría absoluta lograda por los populares en Galicia impulsará a su partido en las elecciones vascas?
– Sin lugar a dudas. Galicia es una comunidad donde las cosas se han hecho muy bien porque ha crecido y han sabido aprovechar su autonomía. Además, han formado una sociedad que tiene una alta singularidad con idioma propio y han establecido la normalización del gallego de una forma exquisita. Me parece que son un ejemplo para nosotros en muchas cosas.
– Los comicios pueden estar marcados por la polarización entre EH Bildu y PNV, ¿eso perjudicaría al PP vasco?
– Es una polarización ficticia porque acaban de aprobar sucesivas leyes en el Parlamento Vasco, se han puesto de acuerdo en Pamplona y apoyan a Sánchez. Es una polarización de marca y de imagen, pero no de fondo. Las dos formaciones comparten la política que se está haciendo y las diferencias simplemente son formales.
Noticia relacionada
«La vista que hay desde Mandubia me parece una preciosidad»
– Usted ha apostado por un «vasquismo moderado» y ha hablado de «centralidad». ¿Contrasta esto con la imagen de PP de Ayuso o de los pactos con Vox?
– Ayuso, personaje al que frecuentemente se le frivoliza con un punto de machismo importante, ha conseguido que los madrileños nos adelanten a los vascos en el PIB y que se haya puesto al frente de la economía en España. Eso es lo que tenemos que mirar de ella.
«Nuestro modelo no es el de Irene Montero ni el de Pedro Sánchez, que es el que apoyan los partidos vascos»
– ¿Los gobiernos que han formado con Vox en varias comunidades son un lastre en Euskadi?
– Aquí ese asunto es totalmente ajeno. También en Navarra, pero eso no ha evitado que hayan desvancado a UPN. La coalición de PNV, EH Bildu, PSOE y Podemos está al margen de esa circunstancia, que aprovechan para tener una coartada, pero ese no era el problema en Pamplona. En Euskadi esa cuestión no le tiene que preocupar a nadie.
– Esa coalición que menciona son socios de investidura de Sánchez, ¿es una desventaja para su formación enfrentarse a ellos en las elecciones?
– Sin duda. Nuestro modelo no es el de Irene Montero ni el de Pedro Sánchez, que es el que están apoyando todos ellos al unísono. Hay elementos en la sociedad vasca en los que estamos solos defendiendo una alternativa. Por ejemplo, en todo este proceso de imposición lingüística somos los únicos que no estamos en el juego de dar la vuelta a la tuerca para que las oposiciones sean en euskera. Tampoco compartimos el modelo de Renta de Garantía de Ingresos (RGI), por el que hay mucha gente que sin trabajar gana más que trabajando.
– ¿A qué partido le va a disputar el voto el PP?
– A cualquier partido porque los votos son del ciudadano. Defiendo que la gente tiene que acceder a un empleo sin que el euskera sea requisito porque eso beneficiaría a una enorme parte de la población. La realidad lingüística vasca no es la que dice el PNV. La gente que cree en la iniciativa privada es la que va a encontrar su sitio en el PP.
«En esta legislatura las leyes se han convertido en Euskadi en sistemas de propaganda»
– ¿El votante descontento del PNV es uno de los objetivos?
– Para los vascos la política que se ha llevado adelante es mala. Hay que hacer más inversión para tener mejores carreteras, infraestructuras, polígonos industriales y tecnológicos... Hay que dar posibilidades al desarrollo económico. Hemos perdido más de 1.000 empresas. El empleo ha crecido con más gasto público y eso es un problema porque muchas empresas se están marchando.
– El Ejecutivo de Urkullu ha sacado pecho por el alto número de leyes aprobadas. ¿Ha sido una gestión acertada?
– Todas son papel mojado. No obstante, en esta legislatura las leyes se han convertido en Euskadi en sistemas de propaganda. No tienen contenidos prácticos y son solo propósitos para orientar a la sociedad en qué tiene que pensar, decir y hacer. Choca y parece novedosa esa sintonía ideológica entre los partidos.
– La legislatura podría acabar con la aprobación del decreto de normalización del uso del euskera en el sector público. ¿Le parece una mala medida?
– Es un decreto que va en contra de la realidad vasca. El PNV, acompañado por el PSE, se ha empeñado en creer que la sociedad de Euskadi es la que no es. Hay una parte euskaldun y otra parte muy notable que no lo es. Si tu pones esos requisitos para poder acceder a la función pública estás excluyendo a muchas personas. La consecuencia de eso es la eventualidad, que la gente no consolide plaza, que se marchen del País Vasco y que no lleguen personas cualificadas. Eso supone que la migración que llega es la que tiene menor cualificación. Así se crean unas tensiones importantes y un prejuicio.
«Queremos equilibrar el gasto público y los subsidios que perjudican a nuestra economía»
– Una vez se celebren los comicios, ¿si el PNV y PSE requieren de los votos del PP para lograr la mayoría absoluta en el Gobierno Vasco apoyarán esa fórmula?
– Estamos en otras instituciones vascas en las que no hay mayorías y cuando estamos de acuerdo con las iniciativas las acordamos. Por ejemplo, para impedir la subida de impuestos del IRPF. Queremos influir con nuestra marca y nuestra personalidad. Así como equilibrar esa balanza política vasca que está muy escorada a unas posiciones de gasto público y subsidios que perjudica a nuestra economía.
– Por lo tanto, ¿ofrecerá sus votos si no hay mayoría?
– Tendrán que entender algunas de nuestras propuestas y planteamientos. El País Vasco tiene que dar un giro. Ahora todo es una subasta de quién da más. Eso es porque se lo quitan a los trabajadores a través de los impuestos. Y que no nos cuenten historias de los ricos, de las grandes fortunas y de las empresas.
– Eso significa que su apoyo no será gratis.
– Sin lugar a duda. Queremos influir y no es cuestión de favorecer a unos ni a otros. Se pueden dar circunstancias para que tengamos una gran capacidad de influencia.
– En Gipuzkoa ya apoyaron a jeltzales y socialistas sin recibir ninguna cartera a cambio. ¿Se arrepiente?
– Lo que hemos aprendido de ese acuerdo es que si quieren nuestro apoyo, tenemos que poner condiciones. Si hacemos como ha pasado en Vitoria, que le dimos el ayuntamiento al PSE y lo han utilizado para pactar con EH Bildu, hemos hecho un mal viaje.
– Las encuestas apuntan a que EH Bildu disputará la victoria de las elecciones al PNV. ¿Qué le parece esta nueva tesitura en la política vasca?
– Tanto PNV como EH Bildu hacen un discurso muy semejante y votan las mismas cosas. No hay una diferencia de proyecto. Tanto es así que la coalición abertzale ha tendido su mano a los jeltzales y estos no han dicho que no. Yo no descarto que pudiera haber un acuerdo después de las elecciones.
«Llevamos cuarenta años haciendo política para distinguirnos del resto de España cuando Europa abre barreras»
– ¿Cree que el PSE podría apoyar a la coalición abertzale para liderar el Gobierno Vasco?
– No. Creo que harán lo que le convenga a Sánchez, y lo que quiere es tener en su órbita tanto a EH Bildu como al PNV. Me parece que a cada uno le puede contentar con cosas distintas. No creo que le reporte beneficios ese movimiento, pero quién sabe.
La campaña
– ¿Habrá revolución en las listas de su partido?
– Se mantendrán algunas personas y otras se renovarán. En la medida que crezcamos incorporaremos gente nueva. Seguiremos con personas que tenga conocimiento de la administración, sociedad, economía...
– ¿Recibirán la visita de Alberto Núñez Feijóo?
– Sí. Vendrá porque para nosotros es una forma de comunicar nuestro proyecto. Estará en varios actos.
– ¿Fueron acertadas las palabras de su presidente en un 'off the record' en el que señaló que el PP había estudiado un indulto condicionado a Puigdemont?
– Lo que ha dicho el presidente, según parece, porque no hay grabaciones de eso, es que no se dan las condiciones para un indulto. Eso ya lo había dicho antes y no es nada nuevo. Para que haya un indulto tiene que haber un reconocimiento del daño causado, un compromiso de no repetición... Eso no se ha producido.
– ¿Qué piensa sobre los compromisos contraídos por Sánchez con el PNV sobre el cumplimiento íntegro de todas las transferencias pendientes en un plazo de dos años?
– Cuando se dice que no se transfiere o que no se cumple el Estatuto no se recuerda que esas dos cuestiones pertenecen al artículo 149 del Estado. Estamos en una fase en la que se trasladan competencias que no son del Estatuto y sí de la Constitución.
– Los partidos vascos pretende que la plurinacionalidad sea uno de los temas claves en el mandato de Sánchez, ¿cree que faltan reconocimientos?
– Serán pocos los vascos que crean que el resto de españoles tiene que tener menos derechos que nosotros. Salvo cuando haya alternativas que se han aceptado, como el Concierto Económico. La política identitaria no se puede imponer a nadie y la pertenencia a una administración política es una cosa diferente. Llevamos cuarenta años haciendo una política para distinguirnos del resto de España cuando Europa abre barreras.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión