El carrusel de candidatos sacude la precampaña vasca
Convulsión. El contexto electoral de cara a las autonómicas del 5 de abril ha dado un vuelco tras la destitución de Alonso como aspirante del PP y la sorprendente victoria de Miren Gorrotxategi en Podemos
Hace apenas una semana, la precampaña electoral para las autonómicas vascas discurría por una senda tranquila en la que el único factor de incertidumbre era ... la imprevisible evolución de la crisis del vertedero de Zaldibar. Por lo demás, los partidos vascos apuntaban a un continuismo en sus candidaturas que no hacía presagiar un cambio profundo en los discursos de la legislatura que acaba de terminar. Pero, de pronto, el pasado domingo se desató un terremoto que ha agitado varias piezas del tablero político vasco y ha montado a las candidaturas en un carrusel del que han salido despedidos dos líderes -Alfonso Alonso (PP) y Lander Martínez (Podemos Euskadi)-, lo que ha hecho saltar por los aires el guion de campaña previsto. Una de las consecuencias directas de esta convulsión es que el debate electoral de las autonómicas se ha 'españolizado' de golpe, lo que a su vez podría acabar beneficiando a los partidos nacionalistas, según interpretan varios expertos.
La intervención de Pablo Casado en la candidatura del PP vasco, con la destitución fulminante de Alfonso Alonso y su sustitución por Carlos Iturgaiz, fue el primer seísmo en el contexto preelectoral vasco. Un 'dedazo' desde la sede de la calle Génova que podía haber tenido un efecto limitado en una campaña vasca a la que el PP ya llegaba con expectativas a la baja. Pero el sorprendente desenlace de las primarias de Podemos Euskadi para elegir a su candidata a lehendakari, que culminó el miércoles con el inesperado triunfo de la 'pablista' Miren Gorrotxategi, terminó por mover el tablero. Las cuitas internas de dos partidos como Podemos y el PP irrumpían en la precampaña vasca y provocaban un baile de candidatos que obligará a los partidos a resituar sus mensajes de cara al 5 de abril.
La influencia de Madrid en la designación de Iturgaiz y Gorrotxategi puede 'españolizar' el debate
cambio de piezas
Aún es pronto para calibrar si los cambios que se han producido en la última semana -no hay precedentes de la dimisión de dos líderes políticos vascos en la misma semana sin que medien unas elecciones- pueden provocar un vuelco en los resultados del 5-A, aunque es poco probable que cambien significativamente las previsiones demoscópicas de los últimos meses. El PNV seguirá llegando a las autonómicas como gran favorito y el principal grupo de la oposición, EH Bildu, podría ser uno de los beneficiados por el terremoto provocado por Podemos y el PP en la última semana, según interpreta Braulio Gómez, corresponsable del Deustobarómetro.
Se da la paradoja de que, en un momento en el que la oposición al Gobierno de PNV y PSE podría haber encontrado un filón en las crisis abiertas por el derrumbe del vertedero de Zaldibar o la gestión de los primeros casos de coronavirus en Euskadi, dos de esos grupos (Podemos y PP) se han embarcado en un cambio drástico de candidatos que, en la práctica, les limita sobremanera su capacidad de hacer oposición al Ejecutivo de Iñigo Urkullu. Así las cosas, el favoritismo del actual lehendakari en las encuestas no parece que pueda ser puesto en cuestión en el mes que queda hasta las elecciones del 5-A.
En la política vasca no hay precedentes de la dimisión simultánea de dos líderes antes de unas elecciones
marcha de alonso y martínez
«La oposición no ha demostrado tener referentes que puedan hacer sombra al lehendakari ni en los peores momentos de la crisis de Zaldibar. Falta un liderazgo alternativo, por lo que parece difícil que pueda darse un vuelvo en las tendencias» en el mes que queda hasta las elecciones, señala Braulio Gómez, que destaca que, en otros ámbitos políticos, una crisis medioambiental como la de Zaldibar podría haber puesto en serios aprietos al Gobierno, sobre todo por las dudas que han surgido en torno a la gestión de los residuos industriales en Euskadi. En este caso, sin embargo, aparece una oposición cuyo líder más carismático -Arnaldo Otegi (EH Bildu)- ni siquiera se presenta como candidato a las autonómicas, y en la que el resto de los aspirantes -el tándem Lander y Rosa Martínez en Podemos y Alfonso Alonso en el PP- han sido descabezados sin contemplaciones desde Madrid. Aunque al menos la formación morada haya basado el relevo en un mecanismo más democrático como unas primarias. Un contexto global que, de rebote, también puede beneficiar al PSE de Idoia Mendia, reforzado desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa.
Una alternativa improbable
Otro factor que puede aportar algo de pimienta a la campaña electoral es la hipótesis de una alternativa de gobierno basada en la suma de las formaciones de izquierdas, una posibilidad que en estos momentos está muy verde y que incluso los más convencidos dibujan más a medio y largo plazo. La candidata de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, alentó esa opción en su primera comparecencia pública, el pasado viernes, aunque la idea ya había sido abonada desde hace años por el ex secretario general de Podemos Euskadi, Lander Martínez, sin demasiado éxito. La coalición PNV y PSE está tan asentada en la mayoría de las instituciones vascas que parece política ficción pensar en un hipotético entendimiento entre EH Bildu, PSE y Podemos que aparte al PNV del Gobierno Vasco.
Braulio Gómez opina que la crisis de Zaldibar ha dejado al descubierto la falta de «liderazgos alternativos»
deustobarómetro
El corresponsable del Deustobarómetro no ve que una alternativa de izquierdas pueda cuajar tras estas elecciones autonómicas: «No es una pulsión que se vea en la calle ni en las encuestas. Y si la ciudadanía no lo percibe como una opción probable, es casi imposible que pueda producirse un vuelco así», advierte Gómez. De hecho, añade que la seguridad de que el PNV va a ganar las elecciones y la desafección de muchos votantes de PP y Podemos ante las crisis internas de sus partidos «pueden hacer que aumente la abstención».
Una posibilidad que Gómez también pone sobre la mesa es que una formación como Vox, que actualmente no tiene representación en las principales instituciones vascas, pueda irrumpir en el Parlamento el 5-A si es capaz de «aglutinar el descontento» de una parte de la población vasca «que no tiene por qué considerarse de ultraderecha». «Sacar un escaño por Álava no es tan difícil», recuerda Braulio Gómez, que cree que Vox puede beneficiarse de la crisis abierta en el PP.
Zaldibar y el coronavirus como factores de desestabilización
Las campañas electorales suelen estar influidas por cuestiones meramente políticas, pero en estas autonómicas hay dos factores que pueden desestabilizar al Gobierno Vasco y, por ende, impregnar los mensajes electorales de los partidos: la evolución de la crisis del vertedero de Zaldibar y la posible expansión del coronavirus en Euskadi. Dos emergencias que mantienen al gabinete de Iñigo Urkullu en máxima alerta y que, en un contexto preelectoral, llevarán a la oposición a extremar el control al Gobierno en busca de posibles errores en la gestión.
El caso del coronavirus es una emergencia mundial, por lo que su impacto en las elecciones vascas debería ser mínimo, salvo que se produjeran errores flagrantes en el control médico de los casos que se han producido en los últimos días. La crisis del vertedero de Zaldibar tiene un componente mucho más local, aunque en la última semana los riesgos para la salud pública se han reducido tras sofocarse los incendios. Sin embargo, siguen sin ser rescatados los cuerpos de los dos trabajadores desaparecidos.
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