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San Sebastián
Viernes, 27 de diciembre 2024, 13:08
Las fake news y la desinformación están jugando un papel significativo en la percepción pública de la Inteligencia Artificial (IA), lo que genera confusión y temores infundados. Este fenómeno se ve amplificado por la confusión entre los sistemas de IA actuales y la aún teórica Inteligencia Artificial General (AGI). Al respecto, Francisco José García-Ull, profesor de la Universidad Europea especializado en IA y Análisis de Datos, señala que las fuentes de estos mensajes alarmistas son diversas: «Los mensajes alarmistas sobre la IA suelen provenir de una combinación de tres fuentes: periodistas que buscan titulares impactantes, líderes tecnológicos que alertan de riesgos futuros como forma de legitimar su papel regulador y sectores afectados por la automatización que temen perder relevancia».
Además, García-Ull destaca el papel de la cultura popular en la creación de narrativas apocalípticas sobre la IA: «Aunque también la cultura popular, con películas como Terminator o Ex Machina, juegan un papel clave en la construcción de narrativas apocalípticas sobre la Inteligencia Artificial, basadas en la idea de que las máquinas podrían superar y eventualmente reemplazar a los humanos».
Un problema fundamental en la propagación de 'fake news' sobre IA es la confusión entre los sistemas actuales y la AGI: «Muchas personas confunden los sistemas de IA actuales, que son especializados y limitados, con la Inteligencia Artificial General (AGI), que todavía está en una etapa puramente teórica. Esta confusión amplifica el impacto de las 'fake news' al jugar con miedos relacionados con la autonomía y la toma de decisiones de las máquinas, cuando lo que debería preocuparnos es una sociedad gobernada por personas que piensan como máquinas y no al revés».
Para combatir esta desinformación, García-Ull propone varias estrategias: «Las instituciones académicas, los medios de comunicación y los desarrolladores de IA tienen la responsabilidad de explicar a la sociedad los avances con rigor y claridad, separando mitos de especulaciones. Además, es crucial diseñar sistemas de IA con transparencia y principios éticos claros, asegurando que las decisiones automatizadas sean comprensibles y auditables».
El experto también aborda uno de los temores más comunes relacionados con la IA: «Cada innovación tecnológica altera las dinámicas sociales y económicas, pero también genera nuevas formas de trabajo y organización, neutralizando uno de los temores más recurrentes: la supuesta destrucción de puestos de trabajo». Finalmente, García-Ull concluye con una reflexión importante:
«El mayor peligro no es la tecnología en sí, sino cómo se usa y cómo se comunica». Esta perspectiva subraya la importancia de una comunicación precisa y responsable sobre la IA para contrarrestar la proliferación de 'fake news' y desinformación en este campo.
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