Las empresas vascas alertan del impacto del nuevo registro horario para los pequeños negocios
Advierten del efecto económico que el sistema traerá para algunas compañías, además de la dificultad de implantarlo en sectores específicos
Gonzalo Ruiz
Lunes, 6 de octubre 2025, 06:52
En una comunidad como Euskadi, donde prácticamente la totalidad del tejido empresarial está conformado por pymes –concretamente, un 99,8%–, la obligatoriedad de instalar el nuevo registro digital que propone el Gobierno central se ha convertido en un foco de preocupación entre las empresas del territorio, sobre todo por el impacto tanto económico como burocrático que podría llegar a tener una medida de este calado.
«Hay sectores como la pesca, la agricultura o la cultura donde es prácticamente imposible aplicarlo», señala Virginia Múgica, directora del área jurídico-laboral de Confebask, la patronal de las empresas vascas. Desde la misma llevan tiempo advirtiendo sobre los problemas que pueden llegar a generarse en lo que respecta a la ley de protección de datos. Y es que el hecho de que Inspección de Trabajo pueda monitorizar la actividad de cada trabajador a tiempo real podría llegar a requerir una base legal específica que el real decreto no detalla de manera suficiente.
De hecho, Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, sector donde, de manera casi pionera, el nuevo convenio de este año establece el registro digital obligatoriamente para los negocios con una plantilla superior a cinco personas, indica que la idea de este nuevo sistema está «muy bien», pero que a veces «surgen problemas burocráticos y de documentación, porque al mismo tiempo, no se actualizan las normas para los trabajadores que no quieren fichar».
Falta de proveedores
Por otra parte, el periodo para instalar este sistema puede llegar a constituir otro quebradero de cabeza, según afirma Marta Fernández, secretaria general de la Confederación Empresarial de Comercio de Bizkaia (Cecobi). Si el límite para aplicarlo, tal y como marca el convenio de hostelería, se extiende únicamente por un año, «los proveedores no van a dar abasto», advierte. Y para ello pone el ejemplo de TicketBai, el sistema vasco de facturación electrónica, cuya instalación ya supuso un problema en cuanto a los plazos de ejecución y el suministro del software. Además de ello, Fernández se pregunta si para este caso habrá una línea de ayudas estatales para la inversión que supondrá la instalación de la programación, en un momento en el que el comercio, advierte, es «cada vez menos rentable». En esta línea, Múgica destaca que en caso de que estas ayudas no existan, «no todas las empresas van a ser económicamente capaces de instalarlo».