El repunte del precio de la electricidad impacta ya en el recibo del 40% de las familias vascas
El alza del mercado primario, que se ha encarecido un 287% en un año, golpea a las tarifas PVPC y amenaza a las del mercado libre
La escalada de los precios de la electricidad, que lleva semanas acumuñando máximo histórico tras máximo histórico se ha convertido en el gran asunto económico ... en España. No es de extrañar, ya que ese repunte sin precedentes –más allá de referirse a una materia siempre sensible y con incontables derivadas– impacta de manera directa e inmediata en el recibo de casi once millones de hogares.
Son ese 40% de los consumidores –porcentaje que se puede extrapolar a Euskadi– que tiene contratada la llamada tarifa regulada PVPC o de Precio Voluntario para el Pequeño consumidor. Una forma de facturación en la que el devenir del llamado mercado marginalista (ese que no deja de marcar precios inéditos) entra en vena.
Tanto es así que, según Enrique García, portavoz de la OCE, «un 35% del recibo está ligado al resultado de esas subastas diarias». «Es es el peso medio que este año tiene en el recibo el precio de las subasta de energía, que en algún mes como agosto ha llegado al 49% y que el año pasado, en el que todo era más barato, se quedaba en el 25%», añade.
Ese promedio del 35% no significa que la factura se eleve en esa proporción, sino que queramos o no el 35% del recibo se va a encarecer, puesto que está ligado al coste de la energía. El otro 65% de la factura tiene relación con otros muchos capítulos ajenos al precio que sale de las famosas subastas, como los peajes de acceso, las primas a las renovables, los costes del sistema extrapeninsular o los impuestos.
En ese último capítulo, el fiscal, es en el que de manera acelerada ha intervenido el Gobierno ante el comportamiento de los precios de la energía. El Ejecutivo, en una respuesta de urgencia, ha rebajado temporalmente y hasta final de año el IVA eléctrico del 21% al 10%, siempre que el megavatio a la hora supere los 45 euros.
Algo que todos los expertos y hasta el propio Gobierno dan por hecho que sucederá hasta bien entrado el 2022. Ayer, por ejemplo, esa referencia fue de 152,34 euros o, sencillamente, el precio más alto de la historia. Y hoy, según los datos que cada día ofrece el operador del sistema ibérico (Omie) –encargado de la gestión diaria del mismo– la cifra marca 'solo' 150,78 euros, el más alto nunca registrado un sábado.
La clave
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39,37 euros es lo que se pagaba en el mercado hace un año por un Mw/h; ayer cotizaba a 152,34.
El Gobierno de Pedro Sánchez busca nuevas formas de atajar si no la sangría de los precios sí al menos sus consecuencias.
Así, junto al recorte del IVA (aplicable a los consumidores con menos de 10 Kw de potencia contratada), se ha suspendido temporalmente el Impuesto a la Generación Eléctrica, un gravamen del 7% que pagan las eléctricas.
Insuficiente
Pero no es suficiente. Según denuncia el portavoz de la OCU, «las subidas del mercado marginalista se han comido por completo las medidas de ayuda del Gobierno». Eso significa que ese 40% de las familias que tienen contratada la PVPC ya estarían sufriendo lo que está sucediendo en el disparatado mercado eléctrico, en el que la forma de determinar los precios –con las tecnologías más caras, alentadas por el repunte del gas y el encarecimiento de los derechos de emisión del CO2 determinando la cifra final– se traslada de inmediato.
La OCU alerta de que algunos contratos del mercado libre también pueden encarecerse hoy
Pero el susto no queda aquí. Según el responsable de la OCU, el 60% de consumidores que 'viven' en el mercado libre también se ven amenazados, ya que es casi seguro que cuando les toque renovar su contrato el 'tsunami' del precio marginalista les acabe llegando. Eso en términos generales, ya que hay algunos dentro de esa relación de tú a tú con los suministradores que tienen su tarifa indexada a los precios regulados. «Esos no se escapan», apunta.
«Ya lo estamos detectando y, además, el mercado libre siempre ha sido peor que el PVPC», asegura García, quien añade que «hay que estar muy, muy atento a las cartas que mandan las eléctricas». Sobre la guerra de precios que se avecina (Naturgy e Iberdrola ya han abierto el melón con llamativas ofertas), la OCU aconseja «comparar y leer muy bien la letra pequeña»
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