Euskadi aplaude la inversión estatal de 13.600 millones en redes eléctricas
El Gobierno Vasco espera «concretar» la próxima semana cuánta potencia exacta se asignará a las necesidades industriales de los tres territorios
Sin un sistema eléctrico de transporte y distribución acorde a las inmensas aspiraciones de la transición energética no habrá descarbonización ni electrificación en ninguna esfera. ... Esa era la principal premisa que esgrimió el Gobierno Vasco para alentar al Ejecutivo estatal a mover ficha. Durante meses, desde Lakua se insistió en que la falta de capacidad en la red amenazaba proyectos estratégicos y ponía en riesgo la competitividad de la industria. Ayer, el Gobierno central respondió -al fin- con la presentación de la nueva planificación energética a 2030, que prevé 13.590 millones de inversión en transporte y distribución y, por primera vez, da prioridad a las necesidades de la demanda, en especial las de los grandes consumidores industriales.
El consejero de Industria del Gobierno Vasco, Mikel Jauregi, valoró positivamente la medida y destacó el trabajo previo desarrollado con Madrid para lograrla. «Valoramos positivamente que después de meses de trabajo el Gobierno español haya accedido a que primero se incremente el gasto y la inversión en potencia para las redes y después que este gasto, esta inversión a futuro, esté enfocada en la industria», señaló. El Ejecutivo autonómico mantiene abiertas conversaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica y confía en concretar en los próximos días la potencia que se destinará a Euskadi.
«Estamos trabajando con ellos para cerrar la agenda y esperamos que a inicios de la próxima semana podamos ver cómo esta nueva inversión, este nuevo tope de inversión, se va a dar a Euskadi y a las necesidades industriales y de futuro que tenemos», explicó Jauregi. En este sentido, recordó que el Gobierno Vasco ya ha trasladado a Madrid un listado de proyectos concretos con «nombre y apellido» que deben tener prioridad de conexión para garantizar la descarbonización, el crecimiento del tejido productivo y la atracción de nuevas empresas.
Aunque el consejero no quiso aventurar cifras, confirmó que Euskadi ha solicitado en torno a 6.000 megavatios de potencia y que el Ministerio ha considerado «realistas» esas demandas. «No me quiero comparar con otras comunidades, pero nosotros hemos hecho nuestros deberes. Ellos nos han dicho que así da gusto y a ver qué pasa la próxima semana, pero nosotros tenemos nuestras expectativas muy claras», indicó.
Un cambio de enfoque
El anuncio realizado en Madrid por la vicepresidenta tercera del Gobierno, Sara Aagesen, supone un aumento del 62% en el límite de inversión respecto a la planificación vigente (2021-2026). En total, se destinarán 7.700 millones a redes de distribución y 3.600 millones a la red de transporte. La principal novedad es el peso que adquiere la demanda industrial en el diseño de las infraestructuras: se plantea atender 27,7 gigavatios desde la red de transporte -multiplicando por 14 los 2 GW previstos en el plan anterior-, de los que 9 GW se reservarán a proyectos industriales, 3,8 GW a centros de datos y 13,1 GW a producción de hidrógeno verde.
El Gobierno central defendió que este esfuerzo inversor no repercutirá en la factura eléctrica de hogares ni empresas. «Hoy presentamos un nuevo marco para desarrollar una red eléctrica moderna que nos permita seguir electrificando nuestra economía, impulsar proyectos de descarbonización y modernización de la economía en todo el territorio y reforzar la competitividad de nuestra factura eléctrica», destacó Aagesen.
La propuesta prevé además reforzar la transparencia en la gestión de las inversiones, obligando a las distribuidoras a someter sus planes a consulta pública y a rendir cuentas anualmente sobre su grado de ejecución. También se condiciona parte del gasto a objetivos concretos: al menos un 10% deberá destinarse a reforzar la seguridad de la red para evitar apagones, un 15% a cubrir nuevas demandas de consumo y un 5% a la protección de la avifauna.
Por su parte, desde el PNV en el Congreso, la reacción también fue de satisfacción. La portavoz jeltzale, Maribel Vaquero, recalcó que la decisión del Gobierno central «era un paso obligado y necesario para el futuro de la industria en Euskadi por el que el PNV ha peleado mucho». La diputada destacó que, con el nuevo límite de inversión, «se abre un horizonte distinto» que permitirá ampliar la red y conectar más industrias, tras años en los que las medidas adoptadas eran «coyunturales y urgentes». «Ha sido trabajoso, nos ha llevado muchas horas y reuniones, pero con nuevas inversiones tenemos ya un espacio de mejora con el que avanzar», valoró.
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