Las EPSV piden mejoras fiscales para impulsar el cobro en renta en paralelo al nuevo decreto

Como adelantó ayer DV, el Gobierno Vasco última un decreto que en el caso de las EPSV de empleo preferentes, y como gran novedad, fija en 36.165 euros el límite para cobrar de una sola vez las aportaciones en la jubilación. Por encima de esa cifra no se podrá rescatar de una vez. Estas EPSV son un modelo caracterizado por la aportación por el trabajador y la empresa, y por el pago de las prestaciones en forma de renta mensual como un complemento ideal a las pensiones de la Seguridad Social. El referente más conocido es Geroa, aunque también Lagun Aro y Elkarkidetza (ayuntamientos y diputaciones) responden a esa figura. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu se ha conjurado para extender y potenciar esas EPSV.

Para Ignacio Etxebarria, «lo ideal es que el decreto llegara cuando ya existiera esa normativa fiscal incentivadora; que la normativa tuviera ya el apellido tributario. Eso sería un movimiento más coherente», afirma. Pero «por supuesto, compartimos el objetivo y lo esencial del decreto del Gobierno Vasco, que ha recogido algunas de nuestras aportaciones, y creemos que la extensión de la previsión como complemento sólo se puede hacer mediante las EPSV de empleo preferentes, es la más auténtica», dice. Y recuerda que hay otras fórmulas, como la de Itzarri (la EPSV de los funcionarios del Gobierno Vasco, que es de empleo pero no preferente) en las que sólo aporta el empleador.

«Si entras a trabajar, y tú y tu empresa hacéis una aportación para tu futuro, eso no se discute, igual que no se discute la que va a la Seguridad Social», añade. «Es lo más democrático, una aportación compartida, que no paritaria, y para todos los trabajadores de una compañía desde el primer mes», explica. «Pero hay que mejorar el tratamiento que tienen hoy a la hora de tributar», afirma, vehemente.

«¿Porqué hay que dar un apoyo fiscal al ahorro y la previsión para complementar la pensión pública?», se pregunta Etxebarria. Y a renglón seguido contesta: «porque quien lo haga dispondrá de mejores condiciones de vida cuando se jubile y, junto a eso, detraerá menos recursos públicos». «Es un objetivo social muy importante», sentencia. «Nosotros no controlamos la Seguridad Social, sobre cuyo futuro, por cierto, no comparto esos augurios catastrofistas que hacen algunos, pero la renta de sustitución (el porcentaje que supone la pensión de jubilación sobre la última nómina, hoy cerca del 70%) no ha dejado de bajar», dice.

El responsable del sector de las EPSV vascas cuestiona las peores condiciones fiscales de aquellas prestaciones que se cobran en forma de renta (las que caracterizan a las de empleo preferente) frente a las que se cobran de una vez o, como se conoce, en forma de capital. Así las cosas, hoy en día cuando un socio de una EPSV de empleo se jubila y cobra su prestación en renta mensual, esta se integra en la base imponible general del IRPF al 100%. Pero sin embargo, cuando lo hace en capital, obtiene una deducción del 40%. Esa diferencia es la que lamenta Etxebarria, que también reclama que las empresas puedan deducirse al completo sus aportaciones, como en el pasado.