«Las nuevas generaciones tenemos que seguir creando retos en la empresa»
Nagore y José Luis Michelena, directores de Michelena ·
Padre e hija, coinciden en que una compañía familiar es «una alegría», pero «inconscientemente» lo mezclas con la vida personalEl camino de Michelena Artes Gráficas comenzó de la mano de Félix Michelena. Su primera localización estuvo en la calle General Echagüe, en San Sebastián, ... pero, tras pasar por varios emplazamientos, actualmente se encuentra en uno de los pabellones del Polígono 27. Este miércoles cumple 70 años bajo la dirección de la tercera generación de la familia. El fundador cedió el testigo a su hijo José Luis, quien se jubiló hace seis años con la «satisfacción» de ver cómo sus hijos, Xabier y Nagore, seguían sus pasos.
- ¿Cuál ha sido el mayor cambio que ha sufrido el sector en estos 70 años?
- José Luis Michelena: Las artes gráficas han cambiado completamente. La mayor inflexión, como en otros sectores, ha venido con la tecnología. Hemos pasado de componer a mano a desarrollar todos los trabajos con ordenadores. La informática comenzó a entrar en los años 70 en el mundo de la imprenta y ha tenido una evolución constante hasta llegar a la era de la digitalización. Esta transformación nos permite ofrecer mayor calidad y rapidez.
«Como muchos otros de mi época, aprendí a ser empresario sobre la marcha»
- ¿Cómo se ha enfrentado Michelena a esta transformación?
- J.L.M.: En esta empresa siempre hemos estado a la vanguardia en tecnología. Hemos hecho grandes inversiones, acudido a ferias del sector e investigado las novedades que se iban sucediendo para estar al día. Los clientes también nos han estado animando a ir incorporando las nuevas herramientas que llegaban al mercado. Gracias a ellos comenzamos con la edición, primero con máquinas que nos permitían hacer cosas sencillas y actualmente con capacidad para ofrecer servicios avanzados.
- Actualmente, ¿se demandan más trabajos en analógico o digital?
- Nagore Michelena: Son dos sistemas complementarios. El ámbito digital permite llevar a cabo trabajos de calidad e introducir nuevos elementos. Lo empleamos para tiradas cortas, mientras que el offset lo utilizamos para largas, ya que su coste de funcionamiento es mayor y solo compensa para proyectos grandes. Actualmente, cada vez nos solicitan tiradas más cortas, por lo que usamos más el digital.
- ¿Qué les aporta una experiencia de 70 años?
- J.L.M.: Seriedad y calidad. Hemos superado varias crisis y conocemos la importancia de cumplir con los clientes y ofrecerles trabajos rigurosos.
- ¿De qué manera las nuevas generaciones tienen que darle continuidad a la empresa?
- N.M.: Tenemos que seguir investigando sobre nuevos materiales que podamos incluir en nuestros servicios para ofrecerlos a precios asequibles, sin que supongan un gasto desorbitado. Desde que lo dejó mi padre hemos incorporado nuevos productos: imantados, poliéster... Es la forma de ir adaptándonos al mercado, porque está en constante cambio. Tenemos que continuar planteándonos retos.
La empresa
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1949, año de fundación. La empresa de San Sebastián cuenta actualmente en plantilla con once personas.
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Actividad: Artes Gráficas. Imprenta especializada en la edición de libros y revistas.
- ¿Qué destacarían del equipo de Michelena?
- N.M.: Contamos con trabajadores con una larga trayectoria en esta empresa. La persona menos veterana lleva en Michelena 15 años. Creo que se trata de un valor y que se traslada a los clientes, ya que todo el equipo conoce la forma de trabajar y esto repercute en los trabajos. También se refleja en el gran compromiso que hay en los empleados de la compañía. Sabemos que van a responder ante cualquier circunstancia que les pidamos. Se ha formado un equipo humano fiel y muy conjuntado.
- ¿Qué les llevó a continuar los pasos de sus padres?
- J.L.M.: Esta es una empresa que la he vivido desde pequeño y siempre he tenido claro que quería continuar con el negocio familiar. Desde muy joven me han gustado los trabajos artesanales y como lo tenía en casa, ¿para qué iba a buscar algo fuera?
- N.M.: Trabajar aquí tiene una connotación diferente a si lo hiciera en otra empresa. He pasado por distintos puestos en Michelena antes de llegar a la dirección. Esta empresa es algo mío, de la familia. Aquí puedo relacionarme con los clientes, conocer sus necesidades y plantearme nuevos retos.
- ¿Cómo es trabajar en una empresa familiar?
- J.L.M.: Tiene ventajas e inconvenientes. Me produce satisfacción pensar que esta compañía la creo mi padre y ahora son mis hijos los que continúan con el negocio. Repaso todos estos años al frente de Michelena y es una alegría ver que seguimos adelante y que trabajamos para nuestro propio beneficio. El problema es que, en ocasiones, resulta dura la convivencia. Hay que aprender a separar la empresa de la vida personal, porque en caso contrario puede suponer un inconveniente. Y, no es fácil, ya que muchas veces los mezclas de manera inconsciente.
- ¿Qué experiencia les ha marcado en su vida laboral?
- N.M.: La edición del libro 'Kaimiloa'. Nos vino el cliente con una idea y se marchó encantado. Dimos en el clavo. Fue un reto bonito y que tuvo un resultado perfecto, desde la elección del papel hasta el acabado, el color, la tapa, el plastificado... No se le puede poner ni un pero. Fue una gran satisfacción.
- J.L.M.: Yo me quedo con el reto que supuso poner en marcha las máquinas de edición y preimpresión, novedades por aquel entonces. Fue el paso de imprimir únicamente papel a editar libros. Me produjo mucha satisfacción haberlo logrado, porque ahora somos capaces de hacer cualquier libro.
- ¿Qué han aprendido durante su etapa al frente de la empresa?
- J.L.M.: Soy tipógrafo de profesión y me tocó hacer la carrera de empresario sobre la marcha. Yo, como muchas otros empresarios de mi generación, me puse al frente de la compañía sin estar preparado. Me costó, pero con el tiempo he aprendido a gestionar una empresa. He entendido que hay que tener mano izquierda, resolver los problemas y seguir para adelante.
- N.M.: Todos los días aprendo algo nuevo. No hay que cerrarse a nada, aprender de los demás y hacer el trabajo entre todos. Una única persona no puede completar todas las funciones. Es importante formar un equipo y trabajar como tal.
- ¿Qué ilusión les queda por delante?
- J.L.M.: Me agradaría que mis hijos pudieran completar toda su trayectoria laboral en Michelena, y acogería con entusiasmo si alguien de la familia que venga por detrás continuara con el negocio.
- N.M.: Me gustaría que Michelena fuera más grande e incorporar nuevos negocios.
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