La nueva crisis de las criptomonedas frena en seco las inversiones de los guipuzcoanos

Es una de las conclusiones que se extraen después de que este periódico haya contactado con diversos expertos del mundo cripto. Sostienen que las subidas de los tipos de interés acometidos por los diferentes bancos centrales para frenar la inflación se han traducido en un menor apetito por este tipo de activos, así como el riesgo de recesión en EE UU, la primera economía mundial, o la quiebra de plataformas o fondos de criptoactivos.

Óscar Lage, responsable de ciberseguridad y blockchain de Tecnalia y vicepresidente de la asociación Blockchain Euskadi, asegura que «desde que la Reserva Federal de EE UU y el Banco Central Europeo (BCE) empezaron a subir los tipos de interés del dinero tradicional, las inversiones en criptomonedas se han ralentizado mucho, y hay personas que han buscado refugio en activos más tradicionales, aunque como viene siendo habitual, también hay personas, sobre todo expertos y profesionales, que han aprovechado los precios a la baja de este tipo de monedas digitales para comprar estas divisas».

Así, la capitalización del mercado de criptomonedas se ha reducido en más de 2,1 billones de dólares, hasta los 900 millones en el último año, y según Bank of America este nuevo golpe ya supone el quinto mayor colapso de todos los tiempos y el principal desde 1970.

Desde BitBase, el establecimiento que abrió sus puertas hace un año en San Sebastián y que presume de ser el único del territorio guipuzcoano en el que se pueden comprar y vender divisas digitales, aseguran que el número de clientes ha bajado muchísimo desde mayo. Este tipo de establecimientos están comprobando la dificultad de encontrar nuevos clientes que entren a las tiendas para invertir.

Los inversores guipuzcoanos de criptomoneda, no obstante, han optado por mantener su cartera de monedas digitales pese al 'cripto crash' y esperar a un nuevo repunte en la montaña rusa de estos activos. «No hemos apreciado una venta masiva de criptos por parte de nuestros inversores. Se trata de un perfil de inversor que ya sabe a lo que se arriesga y juega muy a largo plazo. Por eso ahora están esperando un nuevo rebote».

El profesor de la UPV-EHU y responsable del máster 'Bitcoin y Tecnología Blockchain', Mikel Peñagarikano, confirma esta tesis y afirma que la situación económica mundial, con subidas de tipos de interés y una posible recesión, ahuyentan a los usuarios vascos de invertir en criptomoneda. Peñagarikano augura un futuro más bien negro al mundo cripto, y alerta a los posibles inversores del «tremendo» riesgo de invertir en divisas digitales. «Dentro de cinco años, en torno al 95% de las personas que han invertido en alguna moneda digital, habrán perdido todo. La gente tiene que ser consciente de que 'hacerse rico' con este tipo de activos conlleva un riesgo altísimo. Aconsejo no invertir en divisas digitales si no lo tienes muy claro. La incertidumbre es muy alta y son activos con una extrema volatilidad».

El profesor de la UPV también apunta que el reciente desplome del Bitcoin entra dentro de lo «normal». Esta caída no tiene ni punto de comparación con la que se produjo en 2018, cuando esta moneda cayó de los 20.000 a los 3.000 euros. «El Bitcoin podría seguir desplomándose y llegar incluso a los 5.000 dólares. Hay mucha gente que piensa que ahora toca un nuevo repunte, pero no tiene por qué ser así. De hecho, creo que la caída del Bitcoin puede servir para cribar la ingente cantidad de monedas digitales (en torno a 21.000) que existen actualmente en el mercado. Con el paso del tiempo muchas criptomonedas desaparecerán. Son vehículos de inversión que no tienen uso alguno».

Otro de los actores invitados en el mundo cripto son los departamentos de Hacienda de cada territorio o país, que buscan estrechar el cerco a un mercado apenas regulado. La Hacienda Foral de Gipuzkoa dio a conocer en septiembre los cambios introducidos en el modelo informativo que busca recabar todas las operaciones hechas con criptomonedas por parte de operadores –aquellas empresas y entidades que facilitan y actúan como intermediarios en las operaciones con este tipo de activos– que invierten en moneda digital.

La nueva normativa establece la obligación de informar para quiénes ofrecen servicios, sobre las operaciones realizadas (transmisiones, permutas, transferencias, cobros y pagos) y los saldos. Estas obligaciones también las tendrán las personas titulares de este tipo de activos. Estos usuarios se verán en la obligación de presentar este informe para que el fisco foral tenga controlada esta actividad. El proyecto entraría en vigor a principios de este próximo año.

Para determinar el número de unidades de cada moneda virtual se computarán las existentes al inicio y cierre del año, y para su valoración se tomará la cotización media a 31 de diciembre. Si el saldo de criptomonedas no supera el equivalente a 50.000 euros, no habrá obligación de presentar informe alguno.