Las diez noticias clave de la jornada
Obras del TAV en el tramo Hernani-Astigarraga. ets

La licitación pública se desploma en Gipuzkoa hasta un 80% por el parón de la pandemia

Esa caída corresponde al frenazo del Gobierno Vasco ante la bajada de ingresos y el aumento del gasto por el Covid y afecta sobre todo al TAV, mientras que la media se queda en el 34%

Imanol Lizasoain

San Sebastián

Lunes, 1 de marzo 2021, 06:43

La pandemia, como si de un tsunami se tratase, ha causado graves estragos en los diferentes sectores de la economía. Ha arrasado con todo o ... prácticamente todo, y la licitación de obra pública tampoco se ha librado, en especial la correspondiente al Gobierno Vasco.

Publicidad

El conjunto de las instituciones con presencia o responsabilidad en Gipuzkoa redujeron un 34% la inversión en obra pública -con propiedad, los concursos- durante el año pasado, sacando a licitación proyectos por valor de 280 millones de euros, frente a los 423 de 2019 -143 millones menos-, según los datos recogidos por Seopan (la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras). Se trata de un descenso más que importante y el mayor de los tres territorios vascos. Bizkaia y Álava también sufrieron un desplome en sus respectivas inversiones en obra pública, del 10,1% y del 19,5%, respectivamente.

Con el foco de nuevo en nuestro territorio y buscando nombres y apellidos, el Gobierno central fue la única administración que puso sobre la mesa más licitaciones en 2020 respecto al año anterior. Una diferencia positiva de 36 millones para ser más exactos.

El descenso más acusado viene por parte del Ejecutivo vasco con una bajada del 78% respecto al 2019. Y es que la administración autonómica licitó 123 millones menos. La explicación podría radicar en la prudencia a la hora de abordar nuevas obras ante el descenso de los ingresos que se preveían -aunque al final no ha sido tan grande- y también por el incremento de los gastos para hacer frente a la pandemia. Ante esta situación, sí se habrían dado paralizaciones o retrasos en nuevas licitaciones que, a día de hoy se vislumbra que se puedan retomar en este ejercicio.

Publicidad

Las obras ferroviarias

Otra explicación plausible gira en torno a las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en aquellos tramos de competencia autonómica (precisamente todos los tramos que atraviesan Gipuzkoa). Estas se encuentran más que avanzadas y no hubo nuevas licitaciones sobre esta infraestructura en el 2020, lo que explicaría el acusado descenso. Uno de los últimos concursos aprobados por el Gobierno Vasco fue la remodelación de la estación de Atotxa para el acceso del TAV a Donostia, en diciembre de 2019, por un montante final de 97 millones de euros.

La otra gran infraestructura en marcha en el territorio, las obras del Metro de Donostialdea, en cambio, sí recibió nuevas licitaciones el año pasado. La última fue el 29 de diciembre por las incidencias en el tramo de la variante del Topo entre Easo y Miraconcha, que elevaron su coste un 25% respecto a lo adjudicado. El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, explicó en esas fechas que la situación del proyecto sobre los sobrecostes en la obra en este tramo eran de 70,8 millones, «casi exactamente el presupuesto de licitación», de 71 millones, aunque luego se adjudicó por 53,2 millones.

Publicidad

Por último, la Administración local (Diputación y ayuntamientos), sacó a concurso obra por valor de 190 millones, frente a los 246 de 2019. Son, precisamente estas administraciones las que menos se han resentido a pesar del descenso del 23% y las que también empiezan a ver la luz al final del túnel con nuevas licitaciones en los últimos meses; 53 millones llegaron a licitar Diputación y ayuntamientos en diciembre, la cifra más alta de las tres administraciones.

Si echamos un vistazo a la Comunidad Autónoma Vasca, el dato tampoco es nada halagüeño. La licitación de obra pública en Euskadi cayó un 22%. En cifras, fueron 1.015.241.000 euros frente a los 1.301.391.000 de 2019. En el caso de la obra licitada por el Gobierno Vasco, la caída llega al 48,3%: 203, 35 millones el año pasado frente a 393,19 en 2019.

Publicidad

Con todos estos datos encima de la mesa, no cabe ninguna duda de que la pandemia ha tenido un fuerte impacto en el sector de la obra civil. Así lo asegura el presidente de Ascongi, Txema Muñoz. «El Covid tiene la culpa del desplome de la licitación pública en Gipuzkoa. En marzo se paralizaron todas las inversiones por la que se nos venía encima. Conscientes de que los ingresos iban a descender y los gastos aumentar, se paró todo o casi todo. Hay que entender que las políticas de inversión eran estables antes de la llegada de la pandemia, pero el 2020 lo ha trastocado todo».

Muñoz ya empieza a vislumbrar brotes verdes y confía en que las instituciones «saquen del cajón» aquellos proyectos que se encontraban paralizados, como el puente de Ergobia o la estación de tren de Zarautz. Respecto a las previsiones para este mismo año, el presidente de Ascongi confía en que «las administraciones van a hacer un esfuerzo para mantener la política de inversión prevista» y se muestra algo escéptico sobre la llegada de los fondos europeos. «Cuando tengamos claro qué va a pasar con esos fondos podremos ser más concretos. Aún desconozco cómo se van a repartir y quién los va a gestionar. Existe cierta incertidumbre sobre lo que pueda pasar en 2021. Mis pronósticos se acercan más a una recuperación en 2022».

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad