Laboral Kutxa confía en que los frenos a la economía vasca sean pasajeros
Prevé un alza del PIB del 5,7% este año y del 6,3% el próximo, algo por debajo de sus estimaciones de julio
El Servicio de Estudios de Laboral Kutxa presentó este miércoles su tradicional informe de fin de ejercicio sobre la situación y las perspectivas de la economía vasca. Joseba Madariaga, director del organismo, acompañado de Ibon Urgoiti, director de desarrollo de negocio de la cooperativa de crédito, dibujó un escenario de crecimiento para este año del 5,7% (algo más positivo que el recientemente anunciado por el Gobierno Vasco) y del 6,3% para 2022, ejercicio para el que el Ejecutivo de Vitoria augura un poco más de brío. Siempre que, claro está, apuntó el experto, no surjan complicaciones severas en lo que se refiere al virus y sus nuevas variantes o la inflación no se cronifique.
En ambos casos, tal y como ha sucedido con el propio Gobierno Vasco y con multitud de organismos internacionales de análisis, las previsiones planteadas hoy por Laboral Kutxa suponen una revisión a la baja sobre las planteadas el pasado mes de julio, cuando la crisis de los microchips y de las cadenas de suministro no eran las actuales. En concreto, entonces los avances previstos fueron del 6,3% y 6,8% para sendos ejercicios, respectivamente.
Madariaga resaltó que aunque la economía vasca se h
Una remontada, además, algo más lustrosa que la prevista para el conjunto de España por el consenso de los analistas. De hecho, Madariaga comentó que el Estado va algo más «rezagado». Al repasar lo que pueda estar por venir, Madariaga recordó que junto a la transitoriedad de esos lastres que hoy afean el desempeño de la economía pero que deberían desaparecer, las políticas monetaria y fiscal servirán de catalizadoras e impulsoras de la economía.