Las empresas y su financiación, motor de bienestar

Me gustaría aprovechar esta tribuna para poner en valor iniciativas como FINANZA para abordar distintas temáticas financieras bajo la consideración de que las estrategias financieras son un factor importante de competitividad empresarial.

Este mes de febrero se cumplirá un año de la agresión a Ucrania y este lamentable suceso sigue marcando el ritmo de la economía mundial. Es una situación que nos preocupa y que nos ocupa, porque se está viendo reflejada en los márgenes empresariales y en algunos casos en la cartera de pedidos e incluso en la inversión. Pero es importante que seamos capaces de ver más allá de los mensajes que sólo infunden temor e incertidumbre.

Las previsiones para la economía vasca se mantienen en positivo, como lo ha venido haciendo la recaudación de las haciendas forales. También los indicadores económicos en positivo se han ido consolidando. Datos e indicadores que nos tienen que empujar a seguir trabajando.

La Diputación foral de Bizkaia sigue centrada en impulsar la actividad económica y el empleo. Nuestro modelo no admite relajación alguna; nuestro bienestar depende de la buena salud de nuestro tejido económico y empresarial.

Si a las empresas de Bizkaia les va bien, a Bizkaia le va bien. No es una frase hecha. La recaudación, y con ella los servicios públicos y el gasto social del territorio dependen de ello. Por eso debemos seguir apostando por incrementar la capacidad de innovación de las empresas y no escatimar esfuerzos en I+D+i y en la capacitación de las personas.

Desde la Diputación Foral de Bizkaia, tratamos de interpretar este contexto y generar las condiciones más adecuadas para abordar los retos que nos plantea. Queremos seguir siendo una economía potente, con una industria y servicios avanzados en vanguardia tecnológica, bien posicionada en la transición digital y verde, con capacidad para retener ya traer talento, y que nos permita consolidar ventajas competitivas sostenibles en cadenas de valor tecnológico industriales de valor añadido.

Así, desde el departamento de Promoción Económica apoyamos iniciativas como la de Elkargi, que acerca a las empresas de Bizkaia todas las alternativas de financiación posible. Y seguimos desarrollando instrumentos propios de financiación como los fondos de capital riesgo, micro préstamos o plataformas de crowdfounding y crowdlending a través de Seed Capital Bizkaia.

También estamos propiciando el desarrollo de un mercado de inversión a través de la fiscalidad y apostando por fórmulas novedosas como el 64 bis. Y proyectos como BAT, B Accelerator Tower, que bajo el enfoque de la innovación abierta trabaja para conectar empresas innovadoras, con startups e inversores para acelerar el crecimiento e innovación de proyectos empresariales de futuro.

Y están, por supuesto, los programas de subvenciones. Este año teníamos muy claro el objetivo prioritario: acelerar la transformación empresarial, con la digitalización y la sostenibilidad como principales palancas de desarrollo junto a ejes de actuación como el emprendimiento, la innovación, la internacionalización o la cooperación entre empresas y agentes. Dedicamos 7,5 de cada 10 euros del presupuesto de Promoción Económica a programas y servicios para empresas: 31,5 millones son ayudas afondo perdido. Y estimamos que podremos apoyarse más de 1.000 proyectos.

La invasión de Ucrania hizo saltar por los aires muchas previsiones, pero 2023 será un año importante para Bizkaia: el año en el que algunos proyectos estratégicos que se han venido desarrollando durante la legislatura se lanzarán o materializarán, mientras que otros se irán consolidando y se perfilarán nuevos proyectos: me refiero a BAT, al Energy Intelligence Center (EIC) y el nuevo parque tecnológico de Ezkerraldea y Meatzaldea. O a los grandes proyectos en torno al hidrógeno y la cuarta fase de AIC que da un nuevo salto para acoger nuevos proyectos bajo el paraguas de la nueva movilidad.

Grandes proyectos e infraestructuras que a buen seguro serán también tractores para la inversión.