El Gobierno Vasco tiende la mano a Aernnova para garantizar el «arraigo» y «empleo de calidad»

Pradales ha hecho hincapié en que, en un contexto de incertidumbre económica y geopolítica, «es más necesario que nunca transmitir seguridad». En ese sentido, ha asegurado que el Ejecutivo autonómico «seguirá dispuesto a dar un paso adelante, a arriesgar cuando toque, y a ser ese elemento de la ecuación que garantice el arraigo y las condiciones para un empleo de calidad». Una declaración que simboliza el respaldo institucional a Aernnova y al conjunto del sector aeronáutico, clave en la estrategia industrial del país.

Durante su visita, Pradales ha destacado que Euskadi «es un territorio pequeño que debe elegir con cuidado dónde destina sus recursos» y ha recordado que el sector aeronáutico «es una de esas elecciones acertadas que hoy demuestra su acierto 35 años después». El lehendakari ha rememorado los orígenes de esta industria en los años noventa, «en plena crisis industrial, cuando el país decidió no rendirse».

«Aquella apuesta transformó nuestro futuro», ha afirmado Pradales, que ha elogiado el papel de Aernnova como referente mundial en el diseño y la fabricación de aeroestructuras avanzadas para aviones civiles y militares. «Es una empresa que no se conforma, que sigue arriesgando, invirtiendo y mirando hacia adelante con ilusión», ha destacado.

La compañía alavesa, cuyo principal accionista es el fondo de capital riesgo Towerbrook, emplea a más de 5.900 personas y factura en torno a 1.000 millones de euros, aunque finalizó el pasado ejercicio con unas pérdidas netas que ascendieron a los 16,9 millones, fundamentalmente en el incremento de los gastos financieros y la carga fiscal. La compañía colabora con clientes como Airbus, Boeing, Embraer, Bombardier, Space X o BAES, y participa en programas estratégicos de defensa como el Eurofighter, el A400M o el F-35, además de proyectos civiles de última generación como los Airbus A350 y A220.

Entre sus iniciativas más recientes, la empresa diseña el ala y los pilones del «Windrunner», el que será el avión más grande del mundo, capaz de transportar palas eólicas de hasta 105 metros. «Este tipo de proyectos son ejemplo de cómo la innovación industrial vasca se pone al servicio de la sostenibilidad global», ha subrayado el lehendakari.