
Ibon Imaz
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Ibon Imaz
La cooperativa Ampo, con sede en Idiazabal, sigue con mucha atención la guerra arancelaria iniciada por EE UU. No en vano es uno de sus ... principales mercados, donde cuenta con numerosos proyectos y tenía grandes expectativas para este año, «mejores que nunca», afirma Ibon Imaz, su director general. Esta firma, líder global en el diseño y fabricación de válvulas y sistemas de alto valor tecnológico para las aplicaciones e industrias más severas del sector energético, y referente en componentes de fundición completamente mecanizados, asegura que «hay muchas dudas y por el momento desconocemos qué pasará con esos proyectos».
– EE UU es uno de sus principales mercados. ¿Cómo le pueden afectar a Ampo los aranceles?
– La situación actual es de incertidumbre total. EE UU es un mercado importante para nosotros y concretamente, de cara a este año, teníamos mejores expectativas que nunca, porque están impulsando las exportaciones de gas natural licuado, lo que les obliga a aumentar las inversiones. ¿Cómo va a afectar esto de los aranceles? Pues no sé, tenemos algunas dudas. Hay muchos proyectos, pero desconocemos si se van a parar, si se van a mantener todos...
–¿Les han trasladado algo los clientes estadounidenses?
–En principio hay una serie de proyectos definidos que van a arrancar este año, pero con esto de los aranceles no sabemos si se mantendrán o alguno se parará. Hay una contradicción entre lo que dice el señor Trump, que quiere potenciar la industria, sobre todo del gas, pero luego impone aranceles. ¿Se van a parar o no se van a parar? Pues no hay nada concreto todavía.
–¿Tienen un plan de contingencia en caso de que se mantengan los aranceles?
–Todavía es pronto. La primera deriva es lo que va a pasar en EE UU, pero la segunda es la guerra comercial entre China y EE UU, que ya ha empezado. China exporta un 14% al país norteamericano. ¿Dónde van a terminar todas esas exportaciones? Prevemos que va a haber un cambio en el orden mundial del comercio y estamos un poco expectantes de cómo afecta esto a otros mercados que tenemos en todo el mundo. Tenemos presencia comercial en más de 60 países.
–Ampo exporta el 95% de lo que produce a los cinco continentes. ¿Les empujará a abrir nuevos mercados?
–La estrategia sigue por desarrollar productos innovadores de más valor tecnológico, que tengan menos competidores y, por supuesto, siempre intentar abrir nuevos mercados para lo que pueda venir.
–Han logrado un récord de facturación en 2024, por segundo año consecutivo, tras crecer un 23% y también una cartera de pedidos histórica. ¿Cuáles fueron las claves en un año en el que había muchas incertidumbres?
–Fue un año bastante convulso, sobre todo por las tensiones generales en Oriente Medio y por temas que nos afectaron a la logística, al transporte, la falta de material... Pero en nuestro caso, fue un año bueno, muy bueno de captación de pedidos porque las inversiones en el sector de la energía han crecido para contrarrestar la dependencia que había de Ucrania. Yo creo que por el reconocimiento que tienen nuestros productos, la trayectoria que tenemos y por la situación de los mercados ha sido un año histórico.
–El nuevo plan estratégico 2025-2027 se centrará en consolidar el liderazgo en sectores como el gas natural licuado (GNL) y el refino. ¿Cuánto supone en la facturación de Ampo?
–Lo que llamamos como sectores tradicionales, como son el gas natural licuado y el refino, rondan el 50-55% de nuestra facturación.
–También prevén impulsar el crecimiento en minería y upstream –extracción de combustibles–. Son sectores que se están recuperando.
–Sí, son sectores en los que no hemos tenido hasta hace un par de años ningún tipo de posicionamiento y en los que estamos intentando abrir mercados, desarrollar productos y diversificar más nuestra situación para no tener esa dependencia del gas que tenemos ahora.
– Están bien posicionados en la transición energética, un campo en el que se abren muchas oportunidades.
–Pues yo creo que justo todo lo contrario, porque todo apunta a que se van a ralentizar los objetivos de descarbonización que se marcaban en un principio. En parte por el costo, porque todavía son tecnologías muy caras y que están en fase de experimentación o pruebas, y también porque todavía no hay una tecnología dominante que se aproxime a los costos que tienen las energías tradicionales. Creemos que esta transición, que antes se fijaba de cero emisiones para 2035, se va a alargar por el tema competitivo. Y si es una energía cara, pues todo lo demás se cae. Pero ya nos estamos posicionando en productos para la transición energética. Estamos participando activamente en muchos proyectos que son experimentales o de pequeña escala, todavía sin una tecnología dominante. Lo importante es estar posicionados el día que ya salga algo y partir con cierta ventaja.
–Otra de las actividades que pretenden potenciar los próximos años es el negocio de Ampo Service. ¿Se tiende cada vez más a ser proveedores globales de servicios?
–Sí, por supuesto. Somos una empresa de casi más de 60 años de vida y la base instalada que tenemos en todo el mundo es tremenda. Entonces, lo estamos viendo como una oportunidad muy rentable y lo vamos a seguir potenciando en todos los mercados en los que estamos.
–Están liderando también soluciones de hidrógeno y captura de carbono. De hecho, en este segundo apartado están participando en el proyecto DAC-1 en EE UU, el primer despliegue comercial a gran escala de esta tecnología.
–En cuanto a las bajas emisiones es lo que más avanzado está. Ya hay proyectos muy importantes en todo el mundo que buscan captar y almacenar el CO2 emitido en cavidades, bien debajo de la tierra o bajo el mar inyectándolo para guardarlo allí. En este campo tenemos un acuerdo de licencia exclusiva con la firma estadounidense Clarke Valve para la fabricación y venta de válvulas de control con una tecnología muy innovadora (Válvulas de Control Dilating Disk). También estamos participando seguramente en el mayor proyecto de captura de carbono que se está llevando a cabo en Europa, con la empresa suiza GRZ Techologies, quien, entre otras tecnologías, ha desarrollado una para el almacenamiento de hidrógeno en estado sólido, y otra solución para la generación de metano verde. Y también hemos tomado una participación en Metal 78, la empresa de Irun que va a abrir una planta de reciclaje de tierras raras en las antiguas instalaciones de ArcelorMittal en Zumarraga.
–Ampo tiene centros de producción en Idiazabal, India, Arabia Saudí y Kazajistán. ¿Tienen previsto abrir alguna otra planta en los próximos años?
–Con la actual situación política mundial, no es el momento de tomar decisiones de este tipo. Estaremos a la expectativa de si surgen nuevas oportunidades.
–¿Qué plantilla tiene Ampo y cuánto ha crecido?
–Sobre todo en Idiazabal estamos creciendo. Somos más de 500 personas en la planta guipuzcoana. En India somos unos 350 y nos mantenemos más o menos estables. Y en Arabia Saudí y Kazajistán también estamos creciendo. En Arabia Saudí tenemos unas 80 personas y en Kazajistán, que es la más pequeña, 10 personas. El año pasado el empleo creció en torno al 5%.
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