Las empresas vascas alertan de que el absentismo es ya «un problema capital» para su competitividad
Confebask advierte de que Euskadi encabeza los índices de bajas por enfermedad común en Europa, y lamenta que el crecimiento se apoya más en los servicios que en una industria debilitada por la incertidumbre
El absentismo laboral se ha convertido en una de las principales amenazas para la competitividad de las empresas vascas. Así lo ha denunciado este jueves ... Tamara Yagüe, presidenta de Confebask, durante la rueda de prensa posterior al Consejo General anual de la patronal vasca. Según ha advertido, Euskadi no solo lidera los niveles de bajas por enfermedad común en el Estado, sino también en el conjunto de Europa, lo que exige un «diagnóstico compartido» que permita abordar un problema que afecta a la salud de las personas, la productividad de las empresas y el gasto de las instituciones públicas.
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«El absentismo es ya un problema capital para nuestra competitividad», ha afirmado Yagüe, quien ha recordado que las organizaciones territoriales —Adegi, Cebek y SEA— han puesto en marcha por su cuenta planes de apoyo empresarial y un observatorio propio ante la falta de avances institucionales. Confebask reclama desde hace más de un año un foro de trabajo conjunto que, por ahora, no se ha materializado.
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La presidenta de la patronal ha aprovechado su intervención para advertir también de que la economía vasca mantiene un crecimiento moderado en el entorno del 2%, pero apoyado sobre todo en los servicios y la construcción, mientras que la industria sigue mostrando signos de debilidad. Una tendencia preocupante en un contexto de incertidumbre internacional marcado por la nueva guerra arancelaria.
Aranceles del 30%
«El anuncio de aranceles del 30% por parte de Donald Trump a productos europeos ha encendido todas las alarmas», ha señalado Yagüe, que ha recordado que algunas empresas industriales ya están registrando caídas en la actividad y en sus expectativas de ventas, y se han empezado a tramitar expedientes de regulación de empleo, aunque de carácter temporal por ahora.
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Entre las otras inquietudes internas del tejido empresarial vasco, Confebask enumera el incremento de los costes laborales, la presión fiscal sobre las empresas y los problemas para atraer, fidelizar y retener talento, agravados por la crisis demográfica.
Pese a este contexto, Yagüe ha querido destacar el valor del modelo vasco de colaboración público-privada, que ha permitido consensos como el Plan de Industria 2030 o el reciente pacto de salud, en contraste con el clima político «mucho más deteriorado» del Estado. «En Euskadi hay estabilidad institucional, algo que no puede decirse de otras partes», ha apuntado.
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