Cata mantendrá salarios sin antigüedad en Fagor y aplicará el convenio del Metal

«Las condiciones salariales que se aplicarán a todos las personas que quieran trabajar con nosotros respetarán los salarios sin antigüedad recibidos en el pasado por la plantilla de Fagor electrodomésticos; los sueldos serán iguales o superiores, pudiendo aplicar mejoras salariales en los casos en los que se encuentre justificado». Así comienza el apartado dedicado a la asunción de trabajadores de la oferta presentada el pasado día 9 por el Grupo CNA (matriz del fabricante de electrodomésticos barcelonés Cata) ante el juez encargado del concurso de Fagor Electrodomésticos, Pedro José Malagón, por las plantas guipuzcoanas de Garagarza y Eskoriatza, y a la que ha tenido acceso DV.

Los responsable de CNA, en un extenso documento que cuenta con varios anexos y multitud de detalles -lo que revela que la operación se ha estudiado a fondo- explican que realizan su propuesta a requerimiento de los administradores concursales de la que fuera la 'joya de la corona' del Grupo Mondragón.

La oferta, en lo que se refiere al aspecto laboral, se ha perfilado tras distintos encuentros con la responsable de Recursos Humanos del fabricante de Arrasate así como con la consultora donostiarra Sayma, que forma parte de la terna de administradores concursales.

Una oferta, añade Cata, adaptada a «las necesidades y peculiaridades que disfrutaban los socios» de la cooperativa. «El resultado (de ese trabajo previo) nos permite manifestar nuestra satisfacción, al poder ser respetadas la mayoría de las beneficiosas condiciones salariales y sociales» existentes en el pasado. Así, sigue el texto registrado en el Juzgado, «todos los trabajadores que se incorporen a la nueva sociedad serán dados de alta en el Régimen General de la Seguridad Social, de conformidad con el Convenio colectivo de Industria Siderometalúrgica de Gipuzkoa».

A falta de que se abra el periodo de presentación de ofertas 'reales', pues aún el juez Malagón debe aprobar el plan de liquidación presentado por los administradores concursales, lo que sucederá dentro de algo más de una semana, el paso adelante de Cata es significativo. Significativo y, en principio, atractivo, pues las condiciones que plantea resultan bastante sugerentes. Cabe recordar que Fagor Electrodomésticos ha caído como un gigantesco castillo de naipes y que su fondo de comercio y su eventual atractivo a ojos de nuevos inversores ha ido mermando a marchas forzadas desde el pasado otoño. El convenio del Metal de Gipuzkoa, aunque expirado desde el pasado 7 de julio por obra de la reforma laboral del Gobierno, es uno de los mejores de España, y ha servido siempre de referencia a la hora de cerrar nuevos pactos laborales. Y es que la oferta de Cata no se acaba aquí. La barcelonesa se compromete a suscribir a cada empleado «una póliza de asistencia médica privada con la compañía de seguros escogida, equivalente a la que recibían en el pasado los trabajadores de Fagor Electrodomésticos, cuyo coste y la cotización a la Seguridad Social que comporta irán, obviamente, a cargo de la empresa».

La «intención» de CNA -insiste la misiva enviada al juez- es «mantener los puestos de trabajo actuales, con la incorporación progresiva de todos los trabajadores y reiniciar la actividad en un periodo de tres o cuatro meses, una vez la maquinaria y las instalaciones estén revisadas y preparadas para iniciar la producción».

A continuación, el fabricante barcelonés introduce un apartado de 'preferencias' en el proceso de contratación, en el que se asegura que «en primer lugar» entrarían en la 'Nueva Fagor' «todos los socios cooperativistas de Fagor Electrodomésticos de la planta de Garagarza de la sección de cocción». Esta es la primera unidad de negocio que arrancaría.

En segundo lugar, añade el documento, «todos los socios cooperativistas de Fagor Electrodomésticos de la planta de Garagarza de cualquier sección o departamento». Por último, los agraciados serían «todos los socios cooperativistas de las plantas productivas existentes en el País Vasco, así como todos los trabajadores por cuenta ajena que estuvieran trabajando en cualquiera de las instalaciones de Fagor Electrodomésticos en el País Vasco».

Pacto con Lagun-Aro EPSV

Las hipotéticas ventajas se amplían, pues CNA, tras distintas conversaciones mantenidas con los responsables de Lagun-Aro EPSV, explica que la entidad de previsión del Grupo Mondragón «nos ha manifestado su total disposición de conceder una excedencia de hasta tres años a todos los trabajadores de Fagor Electrodomésticos». El objetivo de este periodo de gracia, añade la barcelonesa, sería «facilitar la incorporación laboral (de los cooperativistas) a la nueva sociedad adquiriente, pudiendo así reincorporarse inmediatamente a su nueva actividad laboral y, así, durante el periodo de excedencia salvaguardar sus derechos en Lagun-Aro EPSV». La contratación tendrá unas reglas de juego muy concretas.

La oferta judicial precisa que si un trabajador de la lista que posee CNA (con todos los datos de los exempleados de Fagor Electrodomésticos) no puede aceptar el trabajo, se ofrecerá el empleo a otro de esa misma lista. Si con este sistema no se logra dar con la persona adecuada en función del perfil requerido se abrirá una oferta pública y libre «con preferencia sobre los trabajadores del valle (municipio)».

El salario medio, incluido el gasto en Seguridad Social, proyectado por CNA es de 39.538 euros. La firma asegura que, como la mayoría de los proveedores de la compañía son vascos, el impacto indirecto sería de un 50% del directo. El documento incluye una estimación del impacto económico global que supondría el rescate de Garagarza y Eskoriatza. Una inyección económica en Gipuzkoa que Cata cifra en 31,5 millones de euros. A esto, la firma barcelonesa añade que ese balón de oxígeno se verá incrementado por la reducción de las prestaciones de la que se beneficiará Lagun-Aro EPSV «al dejar de satisfacer las prestaciones por desempleo que en estos momentos debe soportar».

«Creemos que podremos mantener este efecto económico durante todos estos años (el plan financiero que acompaña a la oferta se prolonga hasta 2017) y aumentarlo después si la coyuntura económica lo permite», concluye el documento que ya tiene en su mesa el juez Malagón. Así las cosas, Cata deberá esperar a que el juez permita registrar ofertas en firme. La barcelonesa podrá mantener la suya o variarla, pues el documento precisa que aún le faltaban algunos detalles por conocer de las 'tripas' del balance y la situación reales de Fagor Electrodomésticos. Los administradores tendrán muy en cuenta el empleo a la hora de adjudicar las plantas.