En busca de un contrato de alquiler con el Grupo Mondragón

Como era previsible, dado lo imbricado de las relaciones societarias en la mayoría de las empresas de la Corporación Mondragón, el Grupo hoy presidido por una gestora en busca de nuevo presidente tendrá un papel esencial en la resolución del proceso de adjudicación judicial de los activos de Fagor Electrodomésticos.

Es sólo un ejemplo, aunque significativo, del papel que jugará Mondragón en este asunto. En la oferta que CNA ha entregado al juez Malagón, el grupo barcelonés hace un inciso al referirse a la planta de Garagarza para recordar que esa instalación (que ocupa 70.000 metros cuadrados más oficinas) es propiedad de la sociedad Ekimen Berri Kudeaketa, perteneciente a la Corporación que, a su vez, la adquirió a Fagor en 2011 junto con otra planta en una operación en la que el fabricante ingresó 55 millones con los que redujo deuda.

Mondragón firmó después con la propia Fagor Electrodomésticos un contrato de alquiler operativo que aún sigue en pie, y que ahora Cata quiere renegociar. La firma catalana reconoce que necesita todo el espacio (asegura que precisa de 31.457 metros cuadrados para reflotar la actividad), y subraya que «será necesario el otorgamiento por parte de la propiedad de dicha nave-almacén de un nuevo contrato de arrendamiento».

Algo «imprescindible», añade, y para lo que sugire una serie de condiciones: un plazo de alquiler de diez años renovable por otros diez, una renta anual de 840.000 euros pagaderos mensualmente a razón de 70.000 euros y que se mantendría invariable los tres primeros años y la asunción por parte de Mondragón del pago del correspondiente IBI.

Cata detalla que su oferta se refiere también a la planta de Eskoriatza que, según la información que le consta, es propiedad de Fagor Electrodomésticos. En este caso, y tras recordar que aún debe recabar más información sobre la situación jurídica y, en especial, sobre las posibles cargas y gravámenes que pueda soportar esta factoría, el grupo pide «la propiedad de dicho inmueble para mantener en él la actividad de la unidad productiva de fabricación y comercialización de la línea de minidomésticos». Este inmueble, subraya, «se deberá transmitir libre de cargas, gravámenes y de cualquier otro derecho en favor de terceros».