El plan inicial de Gipuzkoa para los fondos de la UE aspiraba a captar 1.500 millones

Aquella propuesta, a la que ha tenido acceso DV y que fue enviada al Gobierno Vasco a comienzos del pasado diciembre, fue sometida (como sucedió con la alavesa y la vizcaína) a un ajuste general por parte de Lakua fruto del que –en el caso guipuzcoano– la petición originaria se redujo hasta los 1.001 millones de euros.

Una cifra que fuentes forales guipuzcoanas entienden satisfactoria, toda vez que representa un 17,6% de los 5.702 millones de financiación a que aspira Euskadi tras territorializar las inversiones previstas para los próximos años al amparo del 'Next Generation'. Bajo ese criterio, Álava captaría un 12,9% de lo que Euskadi espera del mecanismo de recuperación europeo (736,4 millones) y Bizkaia, un 24,6% (1.403 millones), con un 44,9% atribuido (por no poder regionalizarse) al Gobierno Vasco.

La rebaja en casi una tercera parte de la propuesta original planteada desde Gipuzkoa se debió sobre todo, según explicaron a este periódico fuentes de la Diputación, a la eliminación de los proyectos ligados a la modernización o adecuación de carreteras, que, según la Diputación guipuzcoana, se terminarán haciendo «haya o no fondos europeos«. Ese recorte sucedió también en el resto de territorios. Además, es evidente, alguna otra iniciativa también decayó del primer plan.

Con parte de esta información, el Gobierno Vasco elaboró después el documento conocido como Euskadi Next-Programa Vasco de Recuperación y Resiliencia 2021 – 2026, documento que hizo público el 29 de diciembre.

Los datos sobre la apuesta guipuzcoana y sus proyectos estratégicos (públicos y privados) que aspiran a los fondos europeos constan en un informe solicitado al departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación por parte de la oposición en las Juntas Generales de Gipuzkoa.

En la respuesta que ofrece al Parlamento del territorio el equipo liderado por Jokin Perona se explica que la lista (dividida en siete grandes apartados) se envió en base a la información «de la que se disponía entonces». Esto quiere decir que no ha de entenderse la lista de ideas y los fondos solicitados como algo cerrado. Ni mucho menos, pues todo lo concerniente a los 'Next Generation' está, por así decirlo, vivo. De hecho, ni Europa ni el Gobierno central han terminado de aclarar las reglas de juego más importantes del proceso de asignación de los fondos.

Cabe recordar también que los 'Next Generation' (condiciones, plazos, proyectos o posibles beneficiarios) han resultado un tanto confusos hasta la fecha. Además, la reiterada demanda desde Euskadi de una cierta «cogobernanza« en la gestión de los fondos europeos ha caído sistemáticamente en saco roto.

Y es que es el Estado el único interlocutor con Bruselas en este asunto y quien lleva la riendas del mismo, dejando para las comunidades autónomas una parte marginal que algunos ministerios tienen previsto repartir en asuntos como la vivienda.

Esa posición de control estatal la han explicitado en Euskadi en las últimas fechas tanto el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, como Manuel de la Rocha, secretario general del departamento de Asuntos Económicos y G20 de La Moncloa y el hombre elegido por Pedro Sánchez para coordinar este asunto.

En la misiva enviada a las Juntas Generales, Hacienda ya aclara que «dada la falta de claridad y concreción sobre las condiciones concretas en las que los proyectos pudieran finalmente obtener financiación, no se consideró oportuno realizar una convocatoria abierta, y se optó por enviar estrictamente lo solicitado: aquellos proyectos públicos y público-privados, que en dicha fecha estuviesen en conocimiento de la Diputación Foral de Gipuzkoa«.

¿Fue correcta la tijera aplicada por Lakua a la lista guipuzcoana? Según defiende el fisco foral en el citado informe, sí. «Con la información disponible en este momento, se considera que el criterio utilizado fue el adecuado. Se evitó crear falsas expectativas en las entidades y en la sociedad de Gipuzkoa, y se evitó requerir de ellas un esfuerzo por elaborar propuestas sin una convocatoria concreta de financiación«, añade.

«Por otra parte –continúa el documento– se consiguió el objetivo de transmitir al Gobierno Vasco la realidad de un territorio dinámico en el que existen proyectos de calidad, tanto públicos como público-privados, alineados con estrategias consensuadas por los agentes económicos y sociales de Gipuzkoa«.

Más allá de esto, el gabinete de Markel Olano explica que el reparto planteado en el 'Euskadi Next' es «equilibrado y equitativo». Es más, añaden, «Gipuzkoa sale bien parada puesto que sus cifras superan el 10% del coeficiente vertical de la Ley de Aportaciones correspondiente a los tres territorios históricos en varias comparaciones«.

Y aclaran que Gipuzkoa pesa un 14% (frente al 7,6% de Álava, el 12,1% de Bizkaia y el 66,4% de la CAV) en la distribución de los fondos europeos solicitados por Euskadi tomando como referencia «el territorio en función del liderazgo de cada proyecto» o el 11,7% (7,1% de Álava, 7,3% de Bizkaia y 74% del conjunto de Euskadi) de «la inversión total, europea, pública y privada, distribuida por territorios».

Junto a esto, la Diputación recuerda que la apuesta guipuzcoana para los 'Next Generation' tiene una doble ventaja. Por un lado, «se plantean muchos proyectos reales, desarrollados y trabajados desde hace mucho tiempo en la estrategia Etorkizuna Erakiz«. Y de otra, »se ha presentado un abanico de iniciativas muy diversificado, que va desde la movilidad eléctrica de Mubil a las biociencias, pasando por el envejecimiento activo, la cohesión territorial, la ciberseguridad o la lucha contra el cambio climático«.