Las diez noticias clave de la jornada
Uribarri Idígoras y Unai Martínez, durante la rueda de prensa ofrecida ayer en Donostia. Michelena

ELA acepta la propuesta de Adegi y abre la puerta al convenio del Metal tras diez años

La central mayoritaria adelanta su postura ante la reunión de este viernes, que el resto de sindicatos ve precipitada por creer que hay margen de negociar

Pilar Aranguren

San Sebastián

Jueves, 1 de octubre 2020, 11:08

Ha tenido que pasar una década entera para que el convenio sectorial más importante de Gipuzkoa, el del Metal, esté a un paso de actualizarse y los más de 40.000 trabajadores que están bajo su paraguas vean mejorar sus condiciones. Tras semanas de negociaciones, que se iniciaron una vez finalizado el confinamiento, ELA, el sindicato que representa a una amplia mayoría de los trabajadores del sector -el 48,76%-, anunció este jueves que está dispuesta a refrendar la última propuesta de Adegi, que la patronal hizo el pasado viernes.

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Unai Martínez, secretario general de la Federación de Industria, y Uribarri Idígoras, responsable sectorial, en la víspera de una nueva reunión negociadora, adelantaron que están dispuestos a acordar el convenio del Metal de Gipuzkoa, «un texto único en todo el Estado -aseguraron-, en la medida en que incluye subidas salariales del 9,6%, subrogación para importantes colectivos y el blindaje frente a las diferentes reformas, entre otras ventajas». Una postura, en cualquier caso, criticada por el resto de centrales que la calificaron de precipitada. Tanto LAB, como CC OO y UGT, consideran que todavía queda margen para lograr más avances. De hecho, la central abertzale, segundo sindicato del sector (34,7% de representación), acusa incluso a ELA de «poner en peligro la negociación» al dar ese paso de forma unilateral sin buscar un acuerdo mayoritario.

Por su parte, Adegi se limitó a mostrar su satisfacción por el apoyo de ELA a su propuesta y prefirió esperar a ver lo que da de sí el encuentro de este viernes en la mesa negociadora para realizar una valoración más detallada.

La propuesta

  • Incrementos salariales del 8,8% hasta 2019 en las tablas salariales (también en dietas, viajes, etcétera) y del 0,8% en 2020 (en total, un 9,6%). Para 2021 y 2022, se garantiza el IPC para todas las empresas del sector (no devolución si el IPC es negativo).

  • Cláusula de inaplicación (blindaje antireforma laboral).

  • Ultractividad indefinida (hasta ahora, el convenio no contenía ultractividad alguna).

  • Subrogación para las personas subcontratadas en mantenimiento, almacén y logística, limpieza industrial e instalaciones telefónicas. Un aspecto que da estabilidad laboral a miles de trabajadores fuera de la empresa principal, remarca el sindicato.

  • Contratación por ETT, máximo un año (ese periodo y el realizado con contratos eventuales se reconoce como antigüedad).

  • Igualdad: Las empresas deberán aportar más información que la obligatoria por ley y con plazos obligatorios.

  • Licencias: Se elimina la necesidad de convivencia para disfrutarla.

  • Flexibilidad:: el preaviso pasa de 3 a 5 días.

  • Se modifica el art.49, las Modificaciones colectivas de salario solo se podrán aplicar mediante acuerdo

  • Prioridad aplicativa del convenio de Gipuzkoa frente al estatal.

Nuevo encuentro este viernes

El foro está convocado para las 11 de la mañana en Adegi. El anterior acuerdo finalizó en 2010 y desde entonces, aunque hubo algún intento de retomarlo, la reforma laboral de 2012 terminó frustrándolo ya que las centrales pedían entre otras cuestiones que el acuerdo sectorial prevaleciera sobre los de empresa, un aspecto que modificó la reforma aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Pese a tener el 48%, ELA rechaza firmar un pacto de eficacia limitada, por lo que para cerrar el acuerdo necesita de otro sindicato

LAB, segunda fuerza, acusa a la central nacionalista de «poner en peligro la negociación» al dar un paso unilateral

En estos años, tanto las centrales -sobre todo ELA- como la propia Adegi ha centrado la negociación en gran manera en las empresas. Al respecto, Unai Martínez puso en valor este jueves que en estos años se ha respondido a las diferentes reformas que «han precarizado» las condiciones laborales con un gran trabajo organizativo en las empresas. «Queremos destacar que sin el trabajo de nuestra militancia, estos contenidos no serían posibles», remarcó. A partir de ahí defendió las razones por las que apoyan la última propuesta de Adegi -la patronal la dio por definitiva-. A su entender, los contenidos de ese planteamiento «nos permiten apostar por un Metal de Gipuzkoa diferente, que no busca la precariedad sino valorar a los y las trabajadoras, aportando derechos y estabilidad». Un convenio que ELA califica de «histórico».

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Unai Martínez destacó las 10 mejoras más importantes que introduce el nuevo texto. En materia salarial, recoge incrementos del 8,8% hasta 2019 en las tablas salariales (también en dietas, viajes...) y del 0,8% en 2020 (en total, un 9,6%). Para 2021 y 2022, se garantiza el IPC para todas las empresas del sector (sin devolución si el IPC es negativo).

La propuesta de Adegi también incluye varias cláusulas antireforma. Así, se elimina la de inaplicación, al tiempo que se establece que las modificaciones colectivas de salario solo se podrán realizar mediante acuerdo. También incluye la ultraactividad indefinida, por la que el pacto se mantiene en vigor hasta que se firme otro.

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Finalmente, da prioridad aplicativa al convenio de Gipuzkoa frente al estatal, otro cambio introducido en la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Zapatero en 2010. En aras a una mayor estabilidad laboral, incluye asimismo la subrogación para las personas subcontratadas en mantenimiento, almacén y logística, limpieza industrial e instalaciones telefónicas, al tiempo que la contratación por ETT se limita a un máximo de un año (ese periodo y el realizado con contratos eventuales se reconoce como antigüedad). Además, incluye mejoras en materia de igualdad, licencias y flexibilidad. Martínez destacó que «queda demostrado, asimismo, que si hay voluntad negociadora y contenidos beneficiosos para la clase trabajadora, ELA también está en el acuerdo» e hizo un llamamiento al resto de patronales vascas, tanto privadas como públicas, a que apuesten por valorar el trabajo de sus empleados, así como por la estabilidad y los derechos laborales, que «son la mejor receta para salir de la difícil coyuntura a la que nos enfrentamos».

Sorpresa y perplejidad

Sin embargo, el resto de centrales con representación en el Metal mostraron su «sorpresa y perplejidad ante la decisión de ELA de dar por cerrada la negociación antes del próximo encuentro», ya que entienden que todavía hay margen para seguir negociando.

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LAB fue la más crítica al acusar a la central nacionalista de «poner en peligro la negociación y un acuerdo en mayoría». ELA ya avanzó, en cualquier caso, que no refrendará un acuerdo si no es de eficacia general -que cuente con el respaldo de más del 50%-, lo que requiere del apoyo de al menos otro sindicato, lo que de momento queda en el aire.

La central liderada por Garbiñe Aranburu no comparte las prisas de la central nacionalista, al igual que CC OO, que cuenta con el 12,95% de representación, y UGT (4,4%), y se pregunta «¿qué interés tiene ELA en dar por finiquitadas las negociaciones?»

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Los tres sindicatos coinciden en que la propuesta de la patronal cuenta con aspectos muy positivos, pero consideran que tiene ciertas «carencias importantes» en materia de igualdad, salud laboral, licencias o falta de garantías para la limitación de las ETT. Además, LAB y UGT ven «insuficientes los incrementos salariales entre 2011 y 2020, sobre todo para los que tienen los salarios más bajos».

Sigue la estela del pacto vizcaíno pero sin recurrir a huelgas

Las negociaciones del convenio de Gipuzkoa se abrieron este año después de que en Bizkaia alcanzaran un acuerdo a finales de 2019 entre los sindicatos CC OO, LAB y UGT tras meses de conflicto y diez días de huelga, en las que también participó ELA, aunque finalmente no se sumó al pacto. Se rompió así una unidad de acción que habían protagonizado y que llevó incluso a que presentaran una plataforma conjunta. En nuestro territorio todo apunta a que finalmente no habrá movilizaciones y que las diferencias se resolverán en la mesa negociadora sin conflictividad. Eso sí, en Gipuzkoa las cuatro centrales presentaron cada una su propuesta.

En lo que respecta a Álava, la mesa negociadora está también abierta aunque no se están produciendo avances según los sindicatos. El último convenio se firmó en el territorio alavés en 2015 con vigencia hasta 2017 y lo suscribieron en minoría CC OO y UGT, lo que suscitó críticas airadas por parte de ELA y LAB, que siempre han renegado de los acuerdos que no son de eficacia general. Esa es la razón por la que ahora ELA tampoco lo suscribiría en Gipuzkoa, de acuerdo con sus postulados.

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